LA VUELTA AL MUNDO EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS: Días 21 y 22 de marzo

DÍA 21 DE MARZO

VOLANDO VOY...

Ya estaba todo visto. Al menos lo más interesante y algunas cosas más. Sólo podíamos hacer tiempo hasta la salida de nuestros vuelos. Así y todo decidimos darnos un largo paseo hasta un templo que estaba a media hora andando. Ya lo dije el otro día, y no me canso de insistir: Merece mucho la pena caminar por la ciudad, siempre ves cosas nuevas, cosas diferentes. Cuando sales de las zonas más turísticas la gente hasta te saluda con una sonrisa e inclinando levemente la cabeza. Me encantó una pequeñísima imprenta en una lonja que daba a la calle. La máquina parecía más que prehistórica y allí estaba tirando folletos. Lástima de foto. A veces me cuesta pedir permiso y eso que nunca me lo han negado.

Fue un gran paseo si no fuese por los siempre incondicionales calor y humedad. Terrible. No hay manera de no volver empapado al hotel. Aún así muy bien. 

A las 17 h tenía que coger el taxi al aeropuerto. Hasier se quedaba hasta el día siguiente puesto que su vuelo, a Londres no salía hasta las 13 h. del día 22.

Con tiempo más que suficiente llegué al aeropuerto. Poco que contar, los aeropuertos están diseñados para que todo sea lo más rutinario posible. Creo que es el único lugar del mundo donde agradecemos, encarecidamente, que la rutina se cumpla siempre.

La primera etapa hasta Doha, Qatar.









22 DE MARZO


VOLANDO VENGO. PERO LLEGAR, LLEGO EN TREN


Oficialmente ya era día 22 cuando aterrizamos en Doha. Me tocaba una espera de 7 h hasta el siguiente vuelo, así que me instalé cómodamente en una sala especial del aeropuerto para esperas largas, con asientos bastante ergonómicos. Creo que dormí unas cuantas horas.

Ya a la hora de embarcar para Madrid, me encontré de morros con la foto del día, que desgraciadamente no pude sacar puesto que la cola de embarque me arrastraba sin contemplaciones. Era un chico sentado en el suelo con dos enormes paquetes de papel higiénico. De estos que venden en los supermercados con 12 ó 24 rollos en cada paquete. No me imaginaba yo que llegásemos al contrabando del apreciado producto. Me recordó a mis tiempos, cuando comprabamos tabaco de extraperlo en el bar de siempre, traído directamente de Galicia. Tiempos aquellos.

Llegados a Madrid, tren de cercanías a Chamartín donde a las 16,15 partía el tren que une Madrid con la “Capital del Mundo”.

Después de todos los avatares, desvíos, vuelos innecesarios y no previstos que habíamos vivido, disfrutado e incluso sufrido, que el último tramo de la forzada vuelta hubiese sido en tren, me lo tomé como una señal de que esto no había acabado aquí. El viaje no había terminado, sólo habíamos hecho una pausa para poner un rato de publicidad. Rato que aprovecharíamos para “pulir” el resto del plan y así, cuando este gravísimo episodio del coronavirus haya llegado a su fin reanudar el periplo.

Terminando de escribir esta crónica en el avión, ya me estaba imaginando dentro de un año comenzando el relato de la primera etapa con un… “Como decíamos ayer”. Me encantó la idea.

Bueno, y no quiero finalizar sin daros un fuerte abrazo y agradeceros vuestra compañía, casi militante, a todos los que habéis seguido esta aventura. A los que además me habéis dejado comentarios y opinión, doblemente agradecido. Eso sí, pediros disculpas por no haber podido contestar, pero la presión del tiempo y la falta de wifi muchas veces me lo impedían.

Gracias a los que habéis mandado mensajes de ánimo a través de Whatsapp, los cuales he agradecido enormemente, especialmente cuando las cosas se empezaban a poner difíciles.


Y sobre todo gracias a mi familia, que desde el aislamiento de la España en cuarentena, nos han seguido y animado a pesar de que les estabamos quitando el sueño. Un beso muy fuerte a todos, que lo dejo apuntado en el “debe” para cuando pueda ser real y suene como tiene que sonar un beso.

Y el beso más sonoro que se pueda dar, para mí mujer y mi hija que seguro que lo han pasado peor que nadie.

7 comentarios:

Kaki dijo...

Ongi etorri!!!
Ya teníamos ganas de tenerte aquí. Ahora, a descansar y al encierro!

Eneko dijo...

Pero, dónde carajos estás ahora????????!!!

manouche dijo...

"Heureux qui comme Ulysse a fait un long voyage
Et qui est revenu plein d'usage et raison
Vivre entre ses parents le reste de son âge".

Juan L. Trujillo dijo...

Pues ya sabes, ten la certeza de que ahora vas a poder descansar en casita. Y te pelearas por poder ir a comprar el pan.
En serio, bienvenido y que pronto cambie todo para que el viaja pueda seguir.
Un abrazo.

Emilio Manuel dijo...

Bueno, ya estás en casa, ya solo te quedan tres semanas de estar encerrado después de tanto ajetreo, ya estoy esperando que programes ese "decíamos ayer", seguro que lo visto, al menos las fotos así lo indican, te ha sabido a poco y querrás terminar lo que empezastes.

Un abrazo y ahora toca paciencia.

Myriam dijo...

A esta alturas, ya estás en casa. Lo más sensato dado
la situación. Me alegro de que ambos volvieran sanos y salvos. Tu hijo a Londres y tu a Bilbao. Por supuesto que reanudaran en el futuro -cercano, espero- esta vuelta al mundo pero ahora, la familia es lo más importante.
Es muy gratificante que ya tengas al menos, una etapa cumplida de tu sueño.
Las fotos son muy buenas.

Besos y abrazos a todos

mjesus dijo...

Me cuelo en tucasa sin permiso, vengo del blog de mi amiga tracy
animo

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