ME VOY A DAR LA VUELTA AL MUNDO EN TREN: Primeros días, 1 y 2 de marzo


RETRASOS


Quizá, de momento lo más destacado sean los retrasos de los trenes y lo intenso de los dos primeros día de viaje.

El viaje empezaba bien prontito por la mañana, con el primer autobús que me llevaba desde Bilbao a Donostia y allí empalmaba directamente con otro que me llevaba a Hendaya. Una estación sencilla la de esta ciudad francesa, donde me tocaba a esperar un par de horas hasta que el Tren de Alta Velocidad francés me llevase a la capital francesa.

Llegamos a París hacia las 15 h con media hora de retraso. Me extraño que los trenes franceses sufriesen retrasos, pero bueno, siempre hay excepciones.

Inmensa la estación de Montparnasse en París. Desde aquí 20 min en un Metro directo hasta la estación du Nord. Más inmensa todavía la estación du Nord. Es muy difícil precisar tu posición en un sitio así cuando estás buscando a alguien, así que tardé media hora en encontrar a Hasier y fue utilizando el Google Maps. Muchísima gente, muchísima policía y muchísima gente pidiendo. Es lo que más me llamó la atención. Grupos de 3-4 policías bien armados, paraban a todo aquel que tenía una  pinta un poco “rara” que solía coincidir con los que estaban pidiendo.

Sobre las 18 h. salía nuestro tren a Colonia y hacia las 22 h el que nos llevaría a Berlín. Ya véis que un día muy intenso.

También me llamó profundamente la atención que este último no tenía la posibilidad de litera o coche cama, siendo un tren que iba a llegar a Berlín a las 5,30 h de la madrugada. Eso supuso que cogimos un buen dolor de espalda por ir cabeceando toda la noche en un asiento no muy cómodo. Incluso en algún momento corrimos el peligro de sufrir un esguince de cuello.


Otro nuevo retraso. Esta vez de 1 h y 30 min. Llegamos a Berlín a eso de las 7 h. Y si ya me llamó la atención el retraso del tren francés ¿cómo no iba a llamarme la atención el retraso del tren alemán?


Bueno, que todas las anécdotas negativas sean así.


DÍA 2 de marzo


Teníamos el hotel justo enfrente de la estación. Siendo tan temprano no pudimos hacer el check-in, así que dejamos las maletas e hicimos un pequeño plan del día mientras desayunábamos. Ambos habíamos estado ya en Berlín anteriormente por lo que nos apetecía hacer algo un poco distinto. Nos llamó la atención una visita guiada a un búnker situado en el entresuelo de la parada de Metro de Gesundbrunen. Cogimos un billete para el transporte público que nos permitía hacer todos los viajes que quisiéramos en un día y allá que fuimos.


Destacar, así entre paréntesis, que no hay ningún tipo de control de entrada y salida en el transporte público. Vamos que el que quiera colarse, lo tiene fácil. Aunque esto ya lo sabréis los que habéis estado en Berlín.


La visita muy, muy interesante. Incluso escalofriante. Destacar que a la salida de la visita, justo enfrente hay una enorme colina, que no sería noticia si no es porque en Berlín no hay ningún tipo de colina natural, pero sí un montón de colinas artificales. Estas colinas son montañas de escombros que después de la guerra se utilizaron para cubrir determinados bunkers antiaéreos que estaban en el fortificaciones exteriores. Ahora mismo estas colinas están cubiertas de tierra con mucha vegetación. Vamos que si no te lo cuentan ni te enteras.


Finalizada, una vuelta por un barrio modernillo, supuestamente “hipster” para comer en un restaurante japonés que nos pilló de paso. Eso sí, faltaba un poquitín de amabilidad. Como pretendíamos pasar de lo más turístico, por la tarde nos hicimos un “Free Tour” por lo que fue el barrio judío. Bien, sin más. Lo que sí fue destacable fue la cena. Buen restaurante, cena muy alemana de buena calidad, bien preparada y bien atendidos.


Prontito a la cama, que estábamos hechos unos zorros.











8 comentarios:

Juan L. Trujillo dijo...

En todos los sitios cuecen "renfes". Espero y deseo que las sonrisas sean siempre el leitmotiv de vuestro viaje.
Toda la suerte del mundo para este recién iniciado viaje.
Abrazos.

Lara dijo...

¡ A disfrutar de la aventura tio!

Eneko dijo...

Te noto cansado, abuelo?

Emilio Manuel dijo...

Está claro, "en todas partes cuecen habas y en la tuya calderadas", no todo es como lo pintan, eso se conoce viajando y si se hace como vosotros lo estáis haciendo se nota mejor.

Te deseo un buen viaje sin contratiempo, que seguro que alguno tendréis pero que sea leve.

Juanan dijo...

Me extraña muchísimo que en Alemania llegue un tren con hora y media de retraso. Me imagino que no habrás tenido en cuenta la hora de diferencia con Berlín más la media hora de retraso de los gabachos, y ahí tienes la hora y media.

Unknown dijo...

Pues ya estáis en marcha los dos. Disfrutarlo y que os vaya bonito.

Tracy dijo...

Os deseo un feliz viaje y si se os presentan dificultades, que las podáis resplver lo mejor posible.
Un beso guapos.

rousal dijo...

Se os ve en vuestra salsa.
Avanti!!

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