CLOSE TO THE EDGE (Cerca del abismo)

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Me voy de vacaciones. Voy a dejar, durante unas semanas, de mirar obsesivamente hacia el abismo que nos rodea para centrarme en cosas más mundanas, como son la terracita, la barbacoa, la música, la lectura...

¡Que le den al abismo al que nos han condenado, que le den a la navaja y a su filo!

Que les den a los impresentables Sánchez e Iglesias y cómo no, al "trifachito", que le den a los temblores de la Merkel, que le den a Trump, a sus muros, a su racismo y a su fascismo de nuevo cuño. Que le den a Putin, Zar de Zares. Que le den al cambio climático que cada vez tiene más prisa por acabar con todo esto. Que le den al cura, al obispo, al cardenal... al Papa, extraidos todos ellos directamente de la Edad Media. Que le den alcalde de Madrid y a su concepto de "envenenados vivimos mejor".

¡Que les den a todos!

Pero no pasa nada. Seguro que todos ellos podrán sobrevivir sin mi estos escasos dos meses. Y en el peor de los casos, no os apuréis, volveré en septiembre. Espero que no se os haga largo. Por mi parte no me preocupo, sé que ahí seguiréis con vuestro retraso mental y vuestra querencia a llevarnos colectivamente al precipicio.

Y todo este rollo se me ha ocurrido pensando en que me voy de vacaciones. ¡Manda huevos! que diría Trillo.

Pero como no hay mal que por bien no venga, haciendo una asociación de ideas me he acordado de mi Abismo favorito: CLOSE TU THE EDGE, título mítico, de un disco mítico de un grupo mítico: YES. Recuerdo perfectamente que en aquellos 70, musicalmente los más creativo que la historia reciente nos ha dado, este fue uno de esos pocos discos que me ponían el vello de punta cada vez que lo escuchaba. Todavía lo consigue.

¡Eh! A disfrutar, que son 4 días y 3 se los pasa lloviendo.

Nos leemos a la vuelta.


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LA FOTO: En cadena dos

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YO MÁS BIEN SOY DE "LOS OTROS"

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Me acuerdo de una obra de teatro que vi hace mucho tiempo donde uno de los personajes (un poco corto de entendederas) se pasaba toda la obra preguntando a ver si este o aquel eran "de los nuestros" o "de los otros". Para él era importante tenerlos identificados, porque "los otros" eran los que intentaban cambiar las cosas, mientras que "los nuestros" ofrecían seguridad, estabilidad, tradición...

En realidad, los que hablan todo el día de "los nuestros" siempre han sido los mismos: aquellos que no paran de hablar de patrias, de dioses, de... de tumbas. Son los "novios de la muerte" que acechan, que esperan pacientemente el momento de debilidad, el momento de desasosiego, para introducir de nuevo aquel discurso que nunca ha terminado de irse: "Fuera los OTROS!" "¡Vivan los NUESTROS!".

Los "otros" dan miedo, porque son desconocidos. "Vete a saber qué intenciones traen". "Igual son comunistas y nos quieren quitar la única vaca que nos queda". Mientras que los "nuestros", aunque nos roban día y noche, son conocidos, creen en la misma patria y en el mismo dios. Y eso tranquiliza mucho.

Los "nuestros" han aprendido mucho en las últimas décadas. Antes hicieron algunas cosas a los "otros", que no estuvieron bien. Ahora ya no es lo mismo, pero hay que seguir siendo duros con ellos. Los "nuestros" ya no los meten en Campos de Concentración y les matan salvajemente, ahora "sólo" se les mete en "Centros de Internamiento", en "Campos de Refugiados" donde, en el peor de los casos, se mueren solos. No es lo mismo. 

Ahora no se mata a los incómodos periodistas que no piensan y escriben como "nosotros", simplemente se les deja sin trabajo y se les aisla.

Todo ha cambiado para que los "nuestros" sigamos siendo "de los nuestros" y los "otros" aprendan la lección que no terminaron de aprender a principios del siglo pasado. 

No podemos descansar. Veo que estos canallas comunistas y maricones siguen aprovechando los resquicios de libertad que les dejamos, para meterse con "los nuestros". Siguen sin aprender la lección. Acaban de sacar una serie de Tv. titulada YEARS AND YEARS que habla bastante mal de los "nuestros". Terrible. Tenemos que hacer algo.


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LA FOTO: Viendo la vida

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POR LA CALLE DEL MEDIO

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Si estás de vacaciones y evitas el avión, el planeta te lo agradecerá: un vuelo Madrid-Lima contribuye a derretir 5m² de casquete polar”.
Leía este titular el otro día y me preguntaba por enésima vez: ¿Por qué siempre le cae el marrón al último de la fila?

Realmente estoy harto de que siempre tenga que ser el sufrido ciudadano el que tenga que hacer “algo” por el medio ambiente, mientras que las autoridades no hacen absolutamente nada. Bueno, sí que hacen: Dan barra libre para que se fabriquen cada vez más y más aviones. Permiten el establecimiento de cada vez más y más rutas aéreas… Y luego van y me dicen a mí, que es mejor que vaya de vacaciones en transporte público porque es menos contaminante.

¡No me jodas!

¿Por qué no le dicen a Amancio Ortega (por nombrar a alguien del que hemos hablado recientemente) que renuncie a su yet privado. ¡Eso sí que tiene que contaminar!

Y lo mismo pasa con el despilfarro del agua: ¿Cuántas piscinas privadas, ¡legales! (ya de las ilegales ni me atrevo a hablar), existen en España donde se derrocha agua de una manera indecente, para luego decirme a mí que tenga cuidado cuando me gotea el grifo?


¿Y lo del plástico? ¿Me tengo que sentir culpable cuando se me olvida llevar una bolsa en el bolsillo, por si se me ocurre pasar por el super a última hora? ¿Y eso mientras me puedo comprar por Amazon el llamado “yate de los pobres”? Un enorme troncho de plástico que fácilmente terminará en una de esas islas gigantes, cuyo tamaña ya rebasa el de varios países europeos juntos.

Tengo la sensación de que mi pequeño esfuerzo por el Planeta, es tan pequeño, tan insignificante y tan descompensado con respecto los terribles excesos de los poderosos, que apenas va a retrasar el desastre unas miserables décimas de segundo.

Reconozcámoslo: ¡A nadie con verdadera autoridad le importa una mierda el Planeta!

Y mira, ¿qué quieres que te diga? Que para eso, ¡que os den! Voy a tirar por la calle del medio y a partir de ahora todo va a ir al mismo contenedor. Así por lo menos no me sentiré culpable cada vez que me equivoco y tire la bolsa del plástico a la del vidrio.
Cochina mentira, no tengo huev… para hacerlo. ¡Maldita sea!
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LA FOTO: Luz de barrio

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¡YO NO SOY TU ABUELO!

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Aprovechando que el 15 de junio se celebró el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, he recordado esa mala costumbre, que se está extendiendo como la pólvora, de llamar "abuelo" a todo aquel que se encuentra en un tramo de edad digamos... "avanzada". Ya no sólo es que se haya convertido en habitual en las conversaciones de calle, sino que aparece de una manera alarmentemente habitual en la prensa diaria. Siempre me ha sonado horrible y me ha parecido una total falta de respeto. Yo, hasta me he tenido que poner firme en alguna ocasión.

Mi opinión es que nadie tiene derecho a llamarte lo que no eres, Y muchísimo menos si ni siquiera te conocen. Porque, intentando entender esa lógica, ¿Por qué no se nos llama "padre" cuando tenemos edad de serlo? ¿o... por qué no... "cuñado"?

Además,  ¿alguien le llamaría "abuelo" a un alcalde de "cierta edad", o a un ciudadano que ostenta alguna posición... social cuand se les encuentra por la calle? ¿Verdad que no?

¿Qué clase de confianzas son esas?

Intentando confirmar mis sospechas, he buscado información en Internet y me he encontrado con que los especialistas dicen que llamar “abuelo” a una persona mayor es una forma de maltrato, porque es limitar a la persona sòlo a esa función, que a lo mejor no la tienen.

El director de la carrera Gerontología, Lic.Jorge Paola, Magíster en Política Social-Fac. Cs.Sociales-UBA, sostiene que “existen numerosas prácticas cotidianas y del lenguaje que se han naturalizado y que son discriminatorias”. Agrega que: “decirle abuelo a una persona mayor es peyorativo. El “abuelazgo” es un rol social, es limitar a esa persona solo a esa función, que ni siquiera sabemos si la tiene, es no entender la multidimensionalidad de las personas. Podemos y debemos llamarla señor, señora o por su nombre si lo sabemos”.

Así que, amigos, amigas, si alguien os llama "abuelo/a" que sean exclusivamente vuestros nietos, y nadie más.

No dejéis ni un resquicio a tamaña discriminación.

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