UN VIAJE POR URUGUAY Y ARGENTINA: DÍA 20

29 DE OCTUBRE

Para este día habíamos cogido una excursión al glaciar Perito Moreno. Es lo primero que creo que hay que hacer cuando viajas tan al sur de Argentina.

Sólo hay dos opciones para ir: a las 9 h o a las 13 h. No sé si hay más horarios, pero preguntamos en varios sitios y esto es lo que había. Dada nuestra trayectoria de poco dormir en los días anteriores, decidimos ir a las 13 h, así descansabamos un poco más y teníamos tiempo para decidir qué hacer en los dos siguientes días.

Ya con todo cerrado, cogimos el bus que en 1h30min nos dejaría en el Glaciar y luego nos recogería a las 19,30 h. En principio nos pareció que eran demasiadas horas para andar por allí, que aquello se vería en una o dos horas, pero bueno... Si lo tienen organizado así, por algo será, pensé yo.

En  el autobús íbamos pocas personas, así que me podía ir moviendo de un lado para otro con el objetivo de sacar las mejores fotos de ambos lados. Y vaya que si las saqué. Todos los paisajes me parecían preciosos... hasta que llegamos al Perito Moreno.

Aquello es espectacular. Ya según vas llegando en el autobús y lo ves allá a lo lejos, te das cuenta de que nunca habías visto nada parecido.

El sistema de pasarelas está muy bien montado, para que a lo largo de unos 3-4 km veas el glaciar por todas partes y disfrutes de sus continuos desprendimientos de enormes trozos de hielo.

Gente, no mucha, así que se podía pasear por las pasarelas y disfrutar del paisaje perfectamente sin agobios. Incluso por algunas zonas estábamos prácticamente solos.

¡Una pasada!

Desprendimientos hay un montón, pero verlos es difícil puesto que aquello es enorme. Te puedes parar y mirar fijamente a una zona y el desprendimiento se produce por otra. Te enteras por el tremendo estruendo que se produce, similar a un trueno. Nos tuvimos que conformar con ver alguno pequeñito y oír unos cuantos.

Sí,  nos sobró algo de tiempo, pero si vas con una buena cámara de fotos y con ganas de disparar, te puede hasta faltar tiempo.

Ah, bueno, dos detalles: La pared más alta tiene unos 70m, el punto donde más profundidad tiene son 700m. y longitud... 50 km. Una auténtica pasada.

A la vuelta pensaba que la luz del atardecer sería espectacular en los paisajes que habíamos pasado anteriormente, en el viaje de ida. Y efectivamente, la luz era espectacular, pero después de haber visto al Perito Moreno, aquello ya no merecía la pena.

En fin, sobra decir que esta experiencia es única y absolutamente recomendable para hacer al menos una vez en la vida.






























3 comentarios:

Juan L. Trujillo dijo...

Ya no llego, pero me conformo con disfrutar de tu estupendo reportaje.
Saludos.

Unknown dijo...

Una pasada, por lo que veo. Buen reportaje.

Emilio Manuel dijo...

Si en fotos es magnífico, verlo al natural debe de ser ¡¡LA HOSTIA!!.

Un abrazo

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