UN VIAJE POR URUGUAY Y ARGENTINA: DÍA 10

DÍA 19.

Se acabaron las grandes cabalgadas de 7 h en omnibus. Al menos de momento.

De Carmelo a Colonia de Sacramento apenas había 1,30 h, que a estas alturas del viaje se nos hice bastante corto. Llegamos a eso de las 13 h y el hotel estaba muy cerquita de la terminal de autobuses. La chica de recepción encantadora nos dio las primeras instrucciones para ir al centro  y a comer.

Colonia de Sacramento es una preciosa ciudad costera, limítrofe con Argentina, concretamente con Buenos Aires, que además es Patrimonio de la Humanidad.

Al llegar a la zona vieja, se veían muchos turistas argentinos y brasileños, pero no los suficientes como para agobiar. Hay que decir que en estas zonas costeras, limítrofes con Argentina, están bastante acojonados por la crisis de ese país, puesto que su economía depende directamente del turismo. Al 50% de inflación anual de Argentina, hay que añadir que Uruguay es un país bastante caro (para nosotros apenas un  poco más barato que en Euskadi) y si añadimos que estamos en zona turística, más caro todavía.

Claro que todo se aclaró al atardecer, cuando no quedaba ni un turista por la zona. Habían llegado por la mañana en el ferry que une los dos países, que hace el trayecto  en 1,15 min, y se habían vuelto al echarse el sol. Preocupante la situación, desde luego.

Nosotros, después de un pequeño recorrido por la zona vieja, nos fuimos a comer y por la tarde nos fuimos a pasear por La Costanera, que es un precioso paseo de unos 6 km que bordea la costa.

Haciendo  una tarde increíble de luz y temperatura, había mucha gente paseando, corriendo, tomando mate sentados al borde de la acera. Sí, aquí todo el mundo va tomando infusión de mate por la calle. Aunque sea muy incómodo mucha gente va con el termo de agua caliente en una mano y el vaso de mate en la otra. Es una cosa...

Teníamos prevista visita guiada al día siguiente, así que nos olvidamos un poco de profundizar en la visita a la zona viaja. Eso sí, volvimos a cenar a esa zona, lo que nos deparó una preciosa puesta de sol.

Ya a la vuelta al hotel, nos encontramos a un grupo de jóvenes que estaban ensayando para una actuación que parecía que sería en breve. Si no llega a ser por el fresco nocturno que ya empezaba a notarse, nos hubiésemos quedado, puesto que en los ensayos estaban tocando  temas de Pink Floyd, y eso, a Joseaba y a mi, nos tocó la fibra.








3 comentarios:

Juan L. Trujillo dijo...

Parece que los cielos se van aclarando y que la lluvia se va quedando atrás.
Se nota en las fotografías y espero que vosotros lo noteis en la tranquilidad y el disfrute.
Un abrazo.

manouche dijo...

Los Pînk Floyd para siempre !!!!

Myriam dijo...

El casco antiguo de Colonia es muy lindo, la verdad.
Recuerdo que estuve tentada de vivir varios meses en esta ciudad,
después no se dio.

Besos

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