FOTOS DE UN VIAJE INCREÍBLE (IV)

 SALTA. Última etapa, de momento, dentro de Argentina.

8 de marzo.  

Al llegar, enseguida nos percatamos de que había mucho ambiente reivindicativo por las calles. 

Salta es la segunda provincia de Argentina con más asesinatos machistas: 77 en los últimos 5 años para una población de 1.500.000 personas.

Viajamos desde Córdoba toda la noche en autobús-cama, que te permite avanzar grandes distancias mientras duermes, y así poder dedicar más tiempo en los destinos correspondientes. Me habían dicho que resultaban cómodos, pero... ¡uf! Nuestros huesos ya no están para estos trotes.

Llegamos pronto por la mañana, así que pudimos aprovechar el día.

Preciosa ciudad, Salta, ya cerca de la frontera chilena, no muy grande y de una preciosa arquitectura colonial. Imperdible el museo de Arqueología de Alta Montaña, donde pudimos ver las momias de 3 niños descubiertas en 1999 en las laderas del volcán Llullaillaco de más de 6.700 m. de altitud. Sobrecogedora la historia de su sacrificio, además de su perfecta conservación gracias al frío.

AQUÍ un enlace para el que quiera más información sobre el tema.

Subimos al cerro de S. Bernardo desde donde se disfrutan espectaculares vistas de la comarca. Había un grupo de chicas, componentes de la joven orquesta de Salta, que desde el mirador ofrecieron un breve concierto, con el fin de conmemorar el día. Duras las palabras de presentación por parte de la directora, hablando de la violencia machista en la provincia. Ya al atardecer una nutrida manifestación recorrió las calles de la ciudad.

Pero el gran atractivo de Salta es el Tren de las Nubes. Subir a 4200 m de altitud para viajar durante 1 hora de ida y otra de vuelta en este increíble tren, es una experiencia reservada para pocos.

Se trata de una excursión de un día completo en autobús hasta llegar a San Antonio de los Cobres, desde donde parte el tren. En el recorrido se va cogiendo altitud poco a poco mientras se van haciendo paradas para disfrutar de los impresionantes cambios de paisaje. 

Desde nuestro confortable autobús con aire acondicionado, ver a gente viviendo en pueblitos pequeños y en casas aisladas, en esos entornos tan áridos, donde los recursos para la subsistencia no son para nada abundantes, te lleva a reflexiones a las que no queremos hacer frente en nuestro cómodo primer mundo. En todas las paradas había un grupo de puestitos intentando vender algo a los turistas. Pura subsistencia. Imborrable y duro recuerdo.







4 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

Y de ese paso por el acueducto en tren, parece cosa seria, nada más imaginarlo, me acojono.
Un abrazo.

Myriam dijo...

Una crónica espectacular, Javier. No he llegado a viajar a Salta, cosa que he querido hacer pero no he podido cuando vivía en Argentina. Tomo nota de lo que dices. Espero algún día poder subirme a ese Tren de las Nubes. Besos.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Emilio Manuel.
Acojona, cierto, pero ya que estás allí... :-)
Un abrazo

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Myriam.
Hay Tantas cosas que ver y tan poco tiempo... :-)
Musu bat.

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