¡COBARDES!

Hace mucho tiempo que me di cuenta de que el concepto de SOLIDARIDAD, sólo sirve para mantener las conciencias a salvo de remordimientos innecesarios. Es más, cuando llega el momento de demostrar hasta dónde somos capaces de llegar, el ser humano se olvida de cualquier cosa que suene a... "humano", y demuestra la vileza y el fascismo innatos que aniden en lo más íntimo de su ser, llevando a cabo atrocidades en nombre de del Dios de turno, la Patria de turno y hasta del Rey... de turno, culpabilizando a los más débiles de sus propias miserias.

"Cobarde es el hombre que humilla al débil y se humilla ante el poderoso". Decía Alberto Vázquez Figueroa.

Veo cobardes, cobardes por todas partes, seres llenos de odio, incapaces de escuchar, de argumentar, si no es "ladrando" como perros sarnosos. Seres que se sienten reconfortados incando la rodilla ante su explotador, su Bárcenas, su Rato, sus Bancos, su Iglesia... Y sin embargo, no dudan en sacar pecho ante el negro destrozado por las concertinas o el sirio ahogándose en el Mediterráneo. Veo a esos descerebrados culpando de su propia mezquindaz a los más míseros del planeta, llegando a ser capaces de realizar las más terribles villanías. Todo eso y mucho más, mientras que los podridamente ricos del planeta ríen como hienas.

No han pasado tantos años, porque todavía resuenan en la lejanía los gritos y los llantos de muerte en los barracones de los campos de concentración y sin embargo, esta gentuza está dispuesta a abrir de nuevo los hornos creamtorios, las fosas comunes, las cunetas del horror..., quizá intentando adelantar un destino al que irremediablemente estamos predestinados.