REFLEXIONES ENTREMEZCLADAS

Después de unos días de haber vuelto de un increible viaje por Uruguay y Argentina, me apetecía hacer unas reflexiones a tiro pasado de lo que ha supuesto este viaje como experiencia vital, y la verdad es que ahora mismo, después de visto lo de ayer domingo, sólo se me ocurre decir que en este país hay demasiada gente que debería viajar más, mucho más.

Pero nada de viajes organizados en elegantísimos cruceros o alojados en hoteles de 5 estrellas. No, estamos hablando de viajes donde se "toque" a la gente, se hable y se ria con ella. Se intercambien opiniones, punto de vista con los camareros, con los taxistas, con la gente de la calle después de indicarte amablemente dónde está la dirección por la que preguntabas.

Sentarte a charlar... o a comer, como ha sido el caso, con uno de esos guías que te enseñan la ciudad. Obligatorio pasear por los barrios ricos y los no tan ricos. Mirar a los ojos a la gente que trata de vender algo en un semáforo o al encorbatado que sale del edificio de la bolsa. Viajar en autobús como uno más, escuchar sus conversaciones... participar de ellas... En definitiva, vivir un poco su vida, la vida.

Pero esto quizá sea pedir demasiado a gente que tiene una incapacidad extrema para la empatía, para las relaciones humanas. Incapacidad, que a todas luces debería entrar dentro de las enfermedades profesionales reconocidas por la Seguridad Social.



10 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

No todo el mundo está dispuesto a viajar "por libre", y no voy a negar que es el modo en el que se es verdaderamente viajero, pero también del otro modo, si se tienen los ojos bien abiertos, se puede viajar; he viajado de las dos maneras y he visto a "viajeros" que echaban de menos la tortilla de patatas o manifestaban que como su paisaje ninguno, también a quien ir a un resort a Punta Cana o en las Islas Maldivas ya decían que conocían el mundo. Viajar es un esfuerzo de información y de reflexión y esto no todo el mundo lo realiza, viaje "por libre" u "organizado".

Un abrazo.

manouche dijo...

Los viages llegan a la fraternidad.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Emilio Manuel.
Efectivamente. Pero ya sabes que estoy hablando de esos que se encierran en las zonas turísticas amuralladas, de esos que bajan de un crucero y en tres horas han visto todo una región, de esos que se meten en un hotel de 5 estrellas y solo salen para meterse en un autobús que les lleva al monumento y vuelta.
Pero en realidad estaba hablando de esos políticos que jamás se rozan con la gente de la calle y mucho menos con la de otros países.
Un abrazo.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola manouche.
Desde luego es una parte muy importante para ello.

Juan L. Trujillo dijo...

En definitiva, viajar para seguir sacandole el jugo a la vida, para conocer, para comparar, para aprender; no para presumir ante el vecino de arriba.
Un abrazo.

Myriam dijo...

Viajar de la forma que dices, te abre la mente. Estoy de acuerdo y sabes que te entiendo.

Besotes x2

Tracy dijo...

Me encanta esa manera de viajar , me has hecho recordar, aunque no tenga nada que ver, mi Camino de Santiago.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Juan.
Exactamente.
Un abrazo.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Myriam.
Lo sé, lo sé...
Musu handi bat.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Tracy.
Bueno, algo que ver siempre tiene...

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