UN VIAJE POR URUGUAY Y ARGENTINA: DÍA 24


DÍA 2 DE NOVIEMBRE.

Después de las aventuras anteriores nuestra intención era intentar no darnos palizas de todo el día por ahí, y cómo teníamos bastante claro qué excursiones pretendíamos hacer, empezamos el día tranquilamente haciendo un Tour de Ushuaia en autobús. Ushuaia cómo ciudad no prometía mucho, pero merecía la pena conocer un poco más su difícil pasado y su turístico presente.

Bien, sin más, según lo previsto. A continuación, después de una hora de paseo en bus, nos fuimos al Museo Marítimo y del Presidio, que con ese nombre ya viene uno a hacerse una idea del follón que hubo por aquí a principios de siglo pasado.

Había visita guiada, pero no llegamos a tiempo así que tuvimos que esperar a la visita de la tarde. La parte Marítima del Museo, bien.

Por la tarde Joseba estaba cansado, así que me fui solo a ver el Presidio con su visita guiada. De camino pasé a ver algunos restaurantes que nos habían recomendado, con vistas a la cena. Me gustó "El Viejo Marino", que además tenía unos precios estupendos.

La visita estupenda con un guía muy didáctico y paciente. Con aquellos fríos e intuyendo el trato que se dispensaba al personal a principios de siglo, más que una prisión, aquello tuvo que ser la isla de los horrores.

Finalizado, me pasé por el restaurante para reservar, porque la información de Internet decía que era pequeño y muy concurrido. Pues a las 19,40 h estaba petado de guiris cenando. Me dieron número para las 20,15 h así que nos fuimos a pasear un rato. En contra de lo que imaginamos en aquel momento, puntualmente estábamos sentados pidiendo la cena.

En Ushuaia la especialidad es "merluza negra" que se pesca a bastante profundidad. Decían que riquísima y que merecía la pena a pesar de ser cara.

Pedimos "merluza negra": Nada del otro jueves. Yo diría que congelada e insípida. Claro que en el "Viejo Pirata"... digo... "Viejo Marino", era bastante más barata que en  cualquier otro sitio. Por algo sería... Pensé luego.
Los guiris se hinchaban a "centolla", una especie de centollo gigante, que... no sé yo... visto lo de la merluza...

Sin más, para no volver.
















2 comentarios:

manouche dijo...

Pobre ! entre tantas horores la amerluza negra congelada del Fin del Mundo !

Emilio Manuel dijo...

Cuando vuelvas a casa te quitas el mal sabor de boca con un buen pescado del Cantábrico, que tampoco es barato.

Un abrazo.

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