14 DÍAS EN PERU

Este año he tenido la oportunidad de viajar a Perú. Ya han pasado más de un mes desde que volvimos y todavía me cuesta encontrar las palabras que resuman la experiencia de este encuentro con personas, culturas y formas de vida totalmente alejadas de las nuestras, pero que a su vez son tan cercanas, aunque sólo sea por expresarnos en el mismo idioma, que dicho sea de paso, a veces no lo parece.

El mero hecho de viajar es toda una experiencia, es una reflexión, una introspección que nos sitúa de nuevo en el mundo. Viajar no es tanto ver cosas como la experiencia vivida en el antes, el durante y el después. Viajar es la antítesis de la imagen del turista que necesita sacarse una foto al lado del monumento para demostrar que estuvo allí.

Yo al menos, cuando viajo, lo hago de esta manera.

Cuando hablamos de viajar a Perú lo primero que se nos pasa por la mente es Machu Picchu, lugar de descanso, centro religioso, fortaleza…  de Pachacútec, noveno inca del Tahuantinsuyo entre 1438 y 1470. Lugar emblemático por excelencia de una cultura de la que todavía hoy hay más enigmas que certezas. Y si ya subir a Machu Picchu, por esas carreteras destartaladas, estrechas y llenas de curvas se convierte en un ritual sobrecogedor, sentarte frente a las ruinas y hacer un viaje mental al pasado tratando de entender a aquella gente te devuelve a las más ricas esencias del ser humano.

Pero Perú no es sólo Machu Picchu. Acercarte a este país y tener la oportunidad de “vivir” un trocito del mismo durante 14 días, sobrepasa con creces la experiencia de pisar ese lugar emblemático.

Como en todos los países “en vías de desarrollo” (como si el desarrollo fuese el final de un camino que todos debieran recorrer), llaman la atención los terribles contrastes humanos: ricos muy ricos y pobres muy pobres. Previo al viaje tuve la precaución de buscar algunas informaciones que me ilustrasen un poco sobre la sociedad que íbamos a visitar y me encontré con datos escalofriantes:

Población: Casi 32 millones de habitantes.

Nº de Analfabetos: Casi 2.000.000 de personas.

Pobreza extrema: Casi 1.200.000 personas.

Crecimiento económico en los últimos 10 años: una media del 4-5% anual.

Destaca que, a pesar del crecimiento económico, el nivel de pobreza no ha disminuido en todo este periodo. Datos que sólo nos vienen a corroborar, una vez más, que el sistema económico actual sólo está pensado para enriquecer más a los que ya son ricos.

Pero más allá de esta realidad, está un país rico en recursos naturales, en historia, en restos de un pasado glorioso… Un país humano, amable… que te hace sentir como en casa.

Pasear por las calles de sus desordenadas ciudades es un auténtico placer. Entrar en las tiendas, en sus mercados, donde parece que todo el mundo vende lo mismo, es toda una experiencia. Contemplar las calles llenas de puestitos callejeros que intentan vender unas pocas botellas de agua, unos helados, unos paquetes de tabaco… , escuchar al músico ciego que está intentando conseguir unas monedas sentado al lado de unos suntuosos grandes almacenes… ¿Y la visita al mercado de Arequipa? Elegir un puesto, entre varias docenas, para tomarte un zumo de frutas recién hecho, un privilegio. Y si además la señora que te lo prepara es pura simpatía, no te queda más remedio que volver al día siguiente a repetir la experiencia.

Viajar por Perú te introduce en un mundo paralelo al nuestro que te exige un profundo cambio de punto de vista, tan sólo para intentar comprenderles un poquito.

Ahora bien, si algo quiero destacar es la oportunidad de conocer gente, de hablar, de compartir vivencias contrastes experiencias. Por eso quisimos que nuestro viaje contemplase la oportunidad de convivir con gente local y por eso conocimos a Cecilio y a su familia.

Fue en la isla de Taquile, en el lago Titicaca. Se trata de una isla preciosa en medio del inmenso lago. Una isla de 5 km de largo por dos de ancho, con una población de unos 2.000 habitantes. Es una isla tranquila, sin equipamientos turísticos, que ha preservado su modo de vida a pesar de la presión del turismo.


No hay hoteles y algunos restaurantes sencillos salpican el entorno urbano. Así que la única manera de hacer noche allí es alojándote en casa de algún vecino. Para ello, algunos, están adaptando sus viviendas para acoger turistas interesados en conocer su modo de vida.

Todavía son muy pocos los turistas que tienen esta oportunidad y nosotros estábamos dentro de esos pocos. Se trata de gente sencilla cuyo modo de vida se basa en la agricultura y la venta de artículos artesanales a los turistas. Ahora con estos pequeños cambios están teniendo la oportunidad de incrementar un poco sus ingresos.

Y es así como conocimos a Cecilio y su familia, alojándonos en su casa. Decir “acogedores” es quedarme corto. Compartimos mesa, tertulia, recorrimos juntos la isla, bailamos con la familia después de cenar, contemplamos las estrellas… 
Les hablamos de nuestro país de origen, de nuestra forma de vida y de la suya, de internet y las tecnologías. Justo estaba Cecilio pagando a plazos su primer teléfono móvil.

Evidentemente carecían de todas las comodidades de las que nosotros disfrutamos, pero no parecía ni que las añorasen ni que les hiciesen falta.

Y sí, conocimos profundamente los restos de la cultura inca, contemplamos incrédulos lo que queda de sus construcciones, su forma de vida, sus creencias, sus rituales, su visión del tiempo… Un viaje a otra dimensión.

A la vuelta, comentando lo que supuso la experiencia global, no teníamos ninguna duda de que haber podido disfrutar de la humanidad que hay en la gente es el mayor de los tesoros que te puedes llevar cuando sales ahí fuera a conocer mundo. Porque aunque no lo parezca, el mundo siguen estando lleno de humanidad.

Todavía no se han inventado las fotos que desprendan olores, sabores, vida… Bueno sí, no sé como, pero algunos fotógrafos lo consiguen. Yo estoy en ello, así que mientras lo consigo sólo puedo transmitiros mi particular visión de lo que hemos podido conocer en esos escasos 14 días. Con eso quiero decir que a partir del viernes, una vez seleccionadas las cientos de fotos que tuve el privilegio de sacar, intentaré compartir con vosotros las que considero más interesantes.

12 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

Durante todo un mes viví como cooperante en Lima y en Iquitos, fue la experiencia más importante de mi vida; por su cultura, visitamos Cusco y el Machu Picchu, navegamos por el Amazonas, vimos la zona de Paracas con sus islas Ballestas y un museo sobre esa cultura donde se ven trepanaciones realizadas hace más de 1000 años; volé, por primera, vez en una avioneta para ver desde lo alto las lineas de Nazca; también lo fue por su gente, dado que fuimos a trabajar en temas de educación, lo hicimos en asentamientos humanos como Comas, Huachipa o Lomás, auténticos basureros donde conviven seres humanos con todo tipo de porquería, puedes verlo en Wikipedia, una gente, que pese a la miseria de no tener nada, vivían con dignidad, en esa época, el grupo terrorista "Sendero Luminoso" hacia poco que había sido desarticulado totalmente; que decir de su gastronomía, allí me aficioné demasiado, diría yo, que al pisco sour. Como decía, hace más de 10 años que realicé ese viaje, diría que inicíatico, lo recuerdo como si fuera ayer.
Un abrazo

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Emilio Manuel:
¡Qué maravilla! ¡Qué envidia! A pesar de este modesta experiencia que os cuento.
Un abrazo.

Emilio Manuel dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Emilio Manuel dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Juan L. Trujillo dijo...

Te acabo de nombrar el turista ideal y comprometido. Espero tu reportaje con ansiedad. Espero disfrutarlo, ya que es la única oportunidad que me queda para disfrutar de esas vivencias.
Un abrazo.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Juan.
No sé si he creado demasiadas expectativas...
Un abrazo.

Myriam dijo...

¡Qué maravilla de viaje! Me alegro muchísimo que lo pudieran disfrutar tanto y conviviendo con gente local.
Espsro que nos pongas muchas fotos en tus crónicas ddl viaje (no con cuenta gotas como las de Grecia Jajajaja)
Nunca he estado en Perú, asi que estaré
Feliz con tus fotos y etc.

Besarkada handi bat

Tracy dijo...

Qué envidia!!!
es la mejor manera de viajar, viviendo la vida que viven las personas del lugar que visitas.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Myriam:
Esta vez sí que van más fotos :-)
Musu handi bat.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Tracy:
Así es. Es toda una experiencia.

Emilio Manuel dijo...

Te paso los enlaces de otra forma:
http://emilioeducadoryantropologo.blogspot.com.es/2011/04/mis-recuerdos-de-peru.html

http://emilioeducadoryantropologo.blogspot.com.es/2011/06/mis-amigos-peruanos.html

Espero que ahora si puedas verlos.

Saludos

Myriam dijo...

Arratsalde on, Xavier:
Eskerrik asko!!!!!!

Musu handi bat

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