CALIDAD DEMOCRÁTICA

Decía Iñaki Gabilondo en su videoblog el día después del mitin de Vox en Vista Alegre que “Los totalitarismos están avanzando y se cuelan por los enormes huecos que va dejando la inoperancia de nuestras democracias”. Aludía al imparable ascenso de la ultraderecha en todo el mundo, lo cual está poniendo realmente en peligro lo que en occidente entendemos por “democracia”.

Esos “enormes huecos”, han llegado a tener el tamaño que tienen por décadas y décadas de penosa gestión complaciente, donde las democracias, lejos de crecer y expandir las libertades y la participación ciudadana REAL, lo que han hecho ha sido concentrar el poder y limitar la participación de la ciudadanía a un paseo por las urnas cada cuatro años. No hay nada más que ver el ardor de participación democrática que había al comenzar el periodo democrático y el desinterés general por la política que hay ahora.

Aprovechando ese espacio, la economía se ha eregido como el dios todopoderoso que establece las reglas de juego, quedándole al ciudadano el simbólico poder de elegir a quién va a gestionar la "caja" según las reglas que otros han establecido.

Así que sin darnos casi cuenta, vapuleados crisis tras crisis como si fuésemos un saco de entrenamiento para boxeadores, recortados en derechos y libertades por nuestra “propia seguridad”, a la ciudadanía se le nos han hinchado las narices y, como siempre que nos cabreamos, eligimos al más mostrenco del grupo para gobernar, que sólo sabe poner orden (su orden) en el chiringuito repartiendo estopa, que en el fondo es lo que nos gusta.

Lógicamente, los que controlan el poder y la economía ya saben a qué "mostrenco" hay que poner a repartir estopa, así que utilizando los medios a su alcance, que son todos, nos están llevando “al huerto” una vez más.

En fin, creo que vivimos un gravísimo momento en el que, turbados por la saturación de la información y la desinformación, nos hemos convertido en seres anodinos e insensibles, cuyo único interés es la supervivencia personal al coste que sea.

Estando ya en marcha el imparable cambio climático, de cuyas consecuencias cada día hay noticias más alarmantes, el hecho de que estos bestias alcancen más cotas de poder, deja poco espacio para pensar que podemos hacer que este mundo sea mucho más justo y equilibrado.