A PRUEBA DE TONTOS



Si ya las elecciones me dan un montón de pereza, los referéndums cuando tengo que elegir entre Guatemala o Guatepeor… ni te digo. Ya la sospecha comienza cuando no se ponen de acuerdo con la pregunta que van a hacer. Puede ser tan cómico... bueno, tragicómico como la pregunta del referendum griego. ¿Os acordáis?:  «¿Debe aceptarse la propuesta de acuerdo que fue sometida por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) en la reunión del Eurogrupo del 25 de junio de 2015 incluyendo las dos partes que constituyen la propuesta unificada?

Cosas de estas consiguen que comience a pensar que nos toman por "tontos de remate".

Obedecer no es lo mío. No me gustan las causas en las que cabemos los ricos, los que roban, los que mienten, los que deshaucian, los que crean guerras y nos mandan a ellas... y todos los demás. Tampoco me gustan aquellas en las que esos mismos van al mismo cielo que el resto. No, no me gustan. Y mucho menos cuando después de robarme hasta la camisa, comienzan a agitar la bandera de las "patrias". ¡Mejor juntos!... ¡No! ¡Mejor separados! Mejor juntos ¿para tener a más gente que robar? Mejor separados ¿para robar más tranquilamente "a los nuestros"?

En esta ocasión no hemos oído eso de... "Dios está con nosotros" porque no está muy de moda, pero ya se ha encargado el arzobispo de Valencia de recordarnos que 'Dios quiere la unidad de España, es lo que le es grato'. Como si no tuviese cosas más importantes de las que ocuparse. Pero como resulta que dios está en todas partes, los obispos catalanes declararon a favor de "la personalidad y los derechos nacionales propios" de Cataluña. ¡Qué chiquillos!

Llámame desconfiado, pero yo en estos asuntos ni me acerco por la urna. Casi que prefiero centrarme en luchar por la justicia social, que últimamente anda un poco justita.

Por eso de que siempre terminas viendo la tele o escuchando la radio, estos días he estado escuchando declaraciones y entrevistas a diferentes candidatos y la verdad es que entré en una crisis de "vergüenza ajena" de la cual todavía me estoy recuperando: Arengas infumables, mentiras a prueba de incondicionales y engaños, muchos engaños disfrazados de argumentos científico-económicos que sonrojarían a cualquiera con un poco de sentido común. Sí, han mentido como bellacos y sin descanso, han utilizado el miedo, han inundado la verdad bajo una capa de fango tal que era imposible reconocerla. Muestra definitiva de que, efectivamente, nos toman por tontos de remate.

Pero no todo son desgracias. De las campañas electorales huyo, pero lo que nunca me pierdo es el día después, el día en el que todos han ganado y tratan de explicar lo inexplicable. Esos momentos no me los pierdo nunca.

4 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

Solo una pregunta ¿la justicia social no se defiende también desde la urnas?,

Saludos

Juan L. Trujillo dijo...

Llevas mucha razón en bastantes cosas de las que apuntas.
Pero, sigo pensando que las urnas son necesarias, ( a lo mejor, pienso así, porque fueron muchos los años que las desee), a pesar de los que se ciscan en ellas.
Cuando era uno solo el que mandaba, las cosas iban mucho peor.
Un abrazo.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Emilio Manuel, Juan:
Parece que no me he explicado bien. Mi frase textual, a la que creo que hacéis referencia es... "pero yo en estos asuntos ni me acerco por la urna". Y remarco lo de ESTOS ASUNTOS, porque evidentemente en los demás, claro que las considero necesarias. Si lo serán, que yo mismo me he presentado a las municipales por una candidatura.
Un abrazo.

Tracy dijo...

Te estoy leyendo un poco tarde y no estoy para políticas.
Lo siento, mañana será otro día.

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