ESOS LOCOS BAJITOS

Ya dije en mi primer post, que la música ha sido y es una referencia en mi vida. Hay multitud de canciones que te gustan y que pasado el tiempo cogen un significado especial, si aún cabe. Eso es lo bueno de tener unos cuantos años, que de repente un día dices: “Coño, ahora lo entiendo mejor”. Y en estas circunstancias Serrat siempre ha sido uno de esos cantautores a los que siempre puedes volver a escuchar, releer y repensar.




Bien, pues ahora que tengo 52 años y dos hijos ya mayorcitos, mi fijo en el entorno que me rodea, desde una perspectiva crítica. Desde la perspectiva del que ha hecho un camino y ha aprendido unas cuantas cosas. Me gusta fijarme en las actitudes de padres y madres con hijos más pequeños y me digo…”¡Los estamos volviendo jilipollas!”.
Las razones no os las cuento porque ya habréis leído mucho sobre la sobreprotección a la que les estamos sometiendo. Dicen que somos la primera generación que ha sido maltratada por sus padres y ahora lo está siendo por sus hijos.
Pero no. No voy por ahí.
Es cierto que a ser padres nadie nos ha enseñado, pero algún esfuerzo se puede hacer ¿no? Leer un poco sobre el tema, utilizar los pocos recursos que la sociedad pone a nuestra disposición (que los hay), poner interés (esto es más fácil),… en fin…
Pero claro, todo el día trabajando para ganar 1.300 € al mes, que es lo que gana la mitad de los españoles (los que tienen un curro, por supuesto), pues no da como para enfrentarse a la educación de los hijos con la fuerza necesaria.
Conozco personas que viven con tanta prisa, stress y ansiedad, que sus hijos no tuvieron la oportunidad de tener la más mínima iniciativa hasta que cumplieron los 10 años. “Deja eso que ya lo hago yo, que así no terminamos nunca”.
¿A qué os suena?
Conozco chavales que son en estos momentos “carne” de fracaso escolar porque no ha habido nadie que en un momento determinado les apoyase…en casa. Que esa es otra. Muchos piensan que ese trabajo le corresponde a la escuela, que para eso pagan los impuestos. Pues no.
Más del 70% (creo recordar) del fracaso escolar son chavales/as que pasarían los test de inteligencia con nota.
Y luego queremos una sociedad competitiva, a la altura de las más avanzadas. Se nos llena la boca de palabras que a fuerza de sobarlas las vaciamos de contenido: Calidad, Innovación…
¿Innovación?
¿Podemos hablar de innovación con este panorama?
¡Pero si hemos eliminado todo rastro de creatividad a nuestros hijos en cuanto empiezan a moverse, a experimentar, a probar!
¿Recordáis? “Deja eso que ya lo hago yo, que así no terminamos nunca”. Imagínate que te repiten esta frase una y otra vez todos los días.
Hace poco me decían mis hijos, desesperados por la mediocridad que les ofrece el entorno: “Aita, tenemos un problema de integración con nuestras cuadrillas. Somos demasiado críticos: Nos habéis educado demasiado bien”.
Argullo y preocupación.
Aquí tenéis a Serrat en uno de sus mejores momentos.

6 comentarios:

Josep Julián dijo...

¡Por fin puedo comentar!
Quizá porque estoy en tu misma franja de edad, me ha gustado mucho la reflexión que nos presentas y en especial ese paralelismo que planteas entre innovar y no dejar que los hijos experimenten. Me parece tan real como aleccionador.
Tengo una única hija con 23 años recién cumplidos con un enorme sentido crítico en relación al mundo que la rodea pero mucho más comprensiva (y por eso mucho menos crítica) consigo misma. Al hilo de tu razonamiento, es evidente que algo hicimos mal con ella y algo de eso debe haber porque ahora que ya no tengo la responsabilidad de educarla veo con mucha mayor claridad eso que tú comentas.
Me parece que por sobreprotección estamos haciendo un pan como unas tortas con nuestros hijos y que todo ello puede resumirse en que no sé si hemos sabido enseñarles el valor de las cosas.
Enhorabuena y te animo a seguir por este camino que has iniciado.
Hasta pronto.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Muchas gracias por tu comentario y por el ánimo que me das. Dicen que somos la primera generación que fue "maltratada" sus padres y ahora lo está siendo por sus hijos.
Yo creo que en parte es cierto, pero creo que lo tienen peor los que son 10-15 años más jóvenes que nosotros.
Saludos.

Katy dijo...

Hola Javier, como no me dejaste el enlace he tenido que retroceder en el tiempo. Aún no era seguidora... Buen post, buena reflexión. Tu reflexión es desde el papel de padres y yo esa etapa la he superado hace 4 años. Ahora reflexiono como abuela y te aseguro que es mucho mas relajado. Me puedo permitir el lujo de "observar" de amar sin restricciones, de mimar porque no me toca el papel de "Educar" Aunque lo que no haré jamás es "Des-educar".
No conocía la canción de Serrat. Reconozco que está bien y acertada. "Niño eso no se toca" :)
Un abrazo y me alegro haber tropezado contigo.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Katy:
Siendo abuela juegas con ventaja. Esto es trampa. Así cualquiera.
Mi hija (de 14 años) me suele preguntar por qué la tuvimos tan tarde. Yo le suelo responder que si la hubiese tenido antes no le hubiese podido aportar todo lo que creo que le estoy aportando. Cada momento de la vida tiene su valor y yo ahora sé que les he podido aportar muchísimo.
Si ahora considero que disfruto con mis hijos ¿que pasará cuando sea abuelo? ¡Puff! Una gozada.
Bromas aparte, me fascina a través de tus comentarios lo claro que lo tienes todo. Así, estoy seguro que no desperdicias ni un segundo. Felicidades.
Por cierto, también me alegro de que al menos esta canción de Serrat te haya gustado.
Un abrazo.

rousal dijo...

Hola Javi, una vez más ¡genial!, me gusta mucho el enfoque que le das a las cosas.
Respecto a esta nuestra generación maltratada, te diré que me siento "tal cual". Comienzo a estar cansada de estar tan encima de mis hijos. M he propuesto mejorar este aspecto a partir de YA.
No tengo ni idea de cómo lo voy a llevar a cabo pero por lo menos soy consciente de lo que debo mejorar y esto es un gran paso, ¿no crees?
Besos.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Rosa:
¿Has estado repasando todas las entradas del blog? Porque esta es del 10 de julio, pero, como se suele decir, no ha perdido vigencia (en tan poco tiempo... je, je).
De todos modos cualquier comentario siempre es bienvenido. Y los tuyos siempre acertados.
Un beso.

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