CARIDAD NO, IMPUESTOS SÍ

Mientras unos y otros buscan la manera de entender el mensaje que les ha dado la ciudadanía en las urnas (nunca terminan de enterarse del todo), yo no me resisto a comentar lo del bueno de Amancio.

Sí, en mayo y septiembre de 2017 ya lo comentábamos, puesto que sus donacionies a la sanidad pública ya habían empezado por esas fechas. O sea, que el debate que acaba de surgir no nos tiene que resultar nuevo.

Vaya por delante que sigo pensando que la sanidad se tiene que nutrir con presupuesto público y que cualquier "donación" de equipamiento por parte de un multimillonario es más que cuestionable desde un punto de vista ético.



¿Por qué no paga más impuestos en vez de hacer caridad? También podría donar ese dinero al Estado quien se ocuparía de cubrir aquellas necesidades que considerase prioritarias. Sería la forma correcta de hacer las cosas, pero no, es mucho más rentable la caridad directa, la limosna en forma de equipamientos en este hospital sí, en este no...

Los que lo reciben lo hacen con los brazos abiertos mientras el resto mira con envidia: "Tal vez la próxima vez me toque a mi".

¡Caridad NO, impuestos SÍ!

No, no son cosas mías. Hay muchos multimillonarios que piden a sus presidentes pagar más impuestos, que es la vía correcta para la justicia y el equilibrio social.

Aquí, en plena campaña, sólo ha sido Pablo Iglesias el que ha defendido públicamente esta postura. La prensa inmediatamente se le ha echado encima, defendiendo la caridad de los millonarios, de una manera que, particularmente, me ha parecido vergonzosa. Y sí, tengo que aplaudir la postura de Iglesias, porque en plena campaña electoral, defender la sanidad pública en lugar de la caridad de los ricos, me parece más que valiente.

Siempre terminamos con el mismo ejemplo: ¿Y tú que harías si la vida de un familiar tuyo dependiese de esa "caridad"?

Y yo contesto: ¿De verdad que es esa la pregunta que nos tenemos que hacer? 

Cuenta Salvador de Madariaga en su libro llamado «España» que un cacique andaluz quiso comprar el voto de un jornalero, a lo que éste le contestó: «En mi hambre mando yo».

4 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

Sobre este tema leí dos noticias que no me sorprendieron dado el país en el que vivimos, primera noticia, que Amancio Ortega paga poco más de 20% en impuestos, yo, un simple pensionista, pago el 20% por el mero hecho de tener dos pagadores; segunda noticia, buena parte de las maquinas donadas por este opulento hombre estaban paradas en los hospitales en las que se habían distribuido.

Sobre este tema y después de haberse escuchado cantidad de majaderías en función de la ideología de cada uno, pienso que primero la sanidad se debe de pagar con los impuestos de todos, no hay nada mejor que viajar para conocer como los impuestos son pagados por otros ciudadanos y como se redistribuyen, y no me opongo a las donaciones siempre que estas sean controladas por el poder público y los beneficios que el donante reciba sean de dominio público.

Un saludo.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola E. Manuel.
Lo de la relación de los ricos con los impuestos es increible. Y es que encima, si se los van a subir, amenazan con irse. Así que claro, luego tienen cash para su programa de donaciones.
Un abrazo.

Juan L. Trujillo dijo...

Impuestos justos y equitativos y donaciones después de haber pagado religiosamente.
Lo demás no vale, son limosnas.
Un abrazo.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Totalmente de acuerdo contigo, Juan.
Un abrazo.

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