¿SOBREVIVIRÁ LA DEMOCRACIA A LA GRAN MENTIRA?

Y al final triunfó el nazismo.

Pero ¿Cómo hemos podido llegar a un mundo donde los herederos de Hitler estén en el poder de parte de los países más “potentes" del mundo y con posibilidades de gobernar en la mayoría? Supongo que durante los próximos años se hablará y se reflexionará mucho sobre el tema, si es que no terminan cargándose la libertad de prensa (la poca que queda) y la de pensamiento (que también están en ello). Desde mi punto de vista parte importante de esta deriva está en la propia democracia que no ha sabido gestionar lo que se han venido en llamar “libertades”.

Observo con preocupación el gran agujero que la democracia no ha sabido tapar: El todo vale para llegar al poder. En pocas décadas hemos pasado de un entente casi amable entre los políticos a el “todo vale”, lo que ha supuesto que la manipulación y la mentira se han hecho dueñas del discurso político, sin que pase absolutamente nada. Varios terribles paradigmas:

El referéndum del Brexit, donde se le hizo creer a la ciudadanía que fuera de la U.E. les iba a ir mejor, reconociéndose tan sólo al día siguiente del triunfo que se iba a pagar un alto precio.

El ascenso al poder de Trump y su permanencia en el mismo, mintiendo y manipulando la información sin ningún rubor.

El triunfo de Bolsonaro en Brasil, siguiendo la misma metodología que Trump.

El ascenso de los fascistas en España, haciendo copia-pega de los métodos utilizados por los anteriores.

La clave: Una metodología de comunicación (por llamarlo de alguna manera) basada en la utilización perversa de las redes sociales, lo que está generando escuela. 

Como curiosidad, confirmar que el inventor de esta mierda de metodología, el asesor de Trump Steve Bannon, es el que ha asesorado, al menos a Bolsonaro y a Vox. Ahí está.

 Y como hoy en día mentir y manipular sale gratis, ahí están todos los sinverguenzas del Mundo dándole a la manivela. Y otra cosa no harán, pero colaborar entre ellos... a tope.

Mentira y manipulación: Esta es la gran debilidad, este es enorme boquete abierto en los muros de la democracia por donde se está colando la infamia.

El gran error que se comete en nombre de la “libertad” es precisamente confiar en que sea el propio ciudadano el que se informe y discierna la mentira de la verdad, cuando debería ser la propia democracia la que castigase duramente al que utiliza la mentira, el razismo y la xenofobia para acceder al poder.