ESTIMADO SR. DIOS

Estimado Sr Dios:

Permítame vd. unas reflexiones a raíz de la trágica muerte de Julen, el niño de dos años, al cual llevó vd. a su trágico destino.

Días antes del rescate de su cadáver leía en la prensa que "Centenares de personas asisten a la vigilia para rezar por Julen". Y me preguntaba: ¿Por qué va a obrar Dios un milagro si ha sido precisamente él el que lo ha llevado a esa trágica muerte? ¿Es que acaso no ha visto la gente que los trabajos de rescate se han retrasado una y otra vez por infinidad de obstáculos añadidos que se iban encontrando sobre la marcha? ¿Acaso no nos indica eso que no tenía vd. ningún interés en salvar al niño?

Por cierto, ¿había alguna razón para esta tragedia? ¿Qué necesidad había de torturar a esa familia con la muerte de sus dos hijos, el primero con tres años y el segundo con dos? ¿Disfruta vd. con ello?

Sí es cierto, la Biblia demuestra una y otra vez que es vd. un ser caprichoso capaz de provocar las más terribles de las tragedias sin más razón que el capricho, el odio o la venganza y que arbitrariamente y sin entenderse el porqué, es capaz de salvar al más terrible de los villanos.

Disculpe, pero no me siento cómodo con tanto "vd." Te voy a tutear. Si te digo la verdad, hoy en día yo ya no trato de vd. a casi nadie, y si no me merece ningún respeto, con mayor razón.

Como te iba diciendo, me parece tan curioso que tu "dócil rebaño" nunca te señale con el dedo cuando generas terribles desgracias y sin embargo te adore hasta la humillación cuando le "premias" con las migajas de un mísero milagro...

¿Qué tal se vive cuando, hagas lo que hagas, todo el mundo te adora, te reza, se doblega, se somete y te suplica? Bueno, disculpa, que igual ni "vives" y el concepto es otro. Pero eso ya se sale de mis posibilidades.

¿Qué tal se vive jodiendo todos los días la vida a centenares de millones de personas y ver que hasta te están agradecidas? Eso tiene que generar un placer inmenso. Digo... Pregunto... Yo no lo sé, y te puedo asegurar que jamás disfrutaría con ello.

No, no creas que estas reflexiones me vienen sólo a cuenta de la trágica muerte de Julen. Ya desde antes soy perfectamente consciente de tu impresentable actitud ante los más débiles, pero esta vez nos ha tocado más de cerca y con un niño de dos años y ya sabes que eso duele un poco más.

Bueno, no me quiero extender. Creo que ya te he dicho todo o casi todo lo que tengo que decirte. Sé que no servirá de nada y nada espero. Sólo confío en que poco a poco la gente te vaya perdiendo el miedo y el respeto y que llegue un día en que seamos todos totalmente conscientes de que la vida sería mucho mejor sin ti.

Atentamente.