
Con esto de la crisis, no soplan vientos favorables hacia la solidaridad. La realidad nos dice que mejor pensar en nosotros mismos puesto que no sabemos en qué situación vamos a estar mañana. Bueno, en realidad, seamos sinceros, tradicionalmente no hemos sido tantos los ciudadanos que nos hemos tomado en serio esto de la solidaridad. Hay una gran mayoría que, por unas causas o por otras, no tiene ningún gesto solidario a lo largo de su vida.
Pero el futuro de los países empobrecidos sólo depende...