¡DIGA PAAATAAATAAA!

Cuando comencé en este mundillo de la fotografía yo tenía muy claro que esto no iba a ser mucho más que una afición, un hobby que inicialmente me permitiría obtener mejores fotos de mis vacaciones... y poco más. Mis primeros "clics con fundamento” fueron en un cursillo que organizó la Agrupación Fotográfica de Sestao. Me apunté consciente de que habitualmente es más la chavalería la que muestra interés por este tipo de cosas (para que luego les critiquemos…), siendo yo un poco mayorcito, que parece que retrae un poco, ¿verdad? Fue genial. El ambiente era estupendo, hasta tal punto que finalmente decidí asociarme. Recuerdo que el chaval que me asesoraba en el cursillo era 8 ó 10 años más joven que yo, lo que destacaba aún más su pericia con la cámara... y en el laboratorio, porque de lo que se trataba es de hacer buenas fotos y luego revelarlas a la máxima calidad posible… en Blanco y Negro. ¡Blanco y Negro! Nadie discutía que así había que trabajar. El color… por favor: ni me lo nombres.

Fue una época maravillosa y la recuerdo con especial cariño. Había un enorme compañerismo. Aprendíamos a pasos agigantados. Compartíamos laboratorio, salidas fotográficas, comidas… y mucho más. Había mucho nivel. Ya no digo entre los más mayores de la agrupación, que siempre han sido una referencia fotográfica incluso a nivel estatal, sino entre los más jóvenes, algunos de los cuales se esmeraban por destacar, con la intención de buscarse un hueco como fotógrafos profesionales entre los medios de comunicación de la época.

¡Ah, perdón!, se me olvidaba deciros que estamos hablando, más o menos, del año 85 del siglo pasado.

Recuerdo que algunos de aquellos chavales enseguida consiguieron un empleo como fotógrafos de prensa en diversos medios. Su máxima ilusión, lógicamente, era sacar la foto de su vida.

Ya he perdido la pista a muchos, pero me consta que varios todavía siguen, porque me los he encontrado por ahí, sacando fotos, en diversos eventos.

Era una época convulsa, tanto por la transición política como por la crisis económica imperante.  Manifestaciones y enfrentamientos entre trabajadores, manifestantes y policía estaban a la orden del día, y allí estaban mis compañeros, buscando “la foto”.

Recuerdo una charla que impartió uno de los fotógrafos más reputados de la Comarca. Uno de los participantes en la charla le preguntó: “si te encontrases con un accidente y tuvieses que elegir entre sacar la foto de tu vida o salvar a la persona, ¿qué harías? El fotógrafo respondió totalmente convencido: “con una mano intentaría salvar a la persona y con la otra sacaría la foto”. Este era el sentimiento y la ilusión de los fotógrafos de la época: Todo ilusión, todo energía.

Uno de esos fotógrafos, que sigue siendo amigo mío, recuerdo que se había especializado en manifestaciones. Su colección de fotos es un perfecto compendio de lo que fue una década (¿o más?) en Euskadi, una época en la que lo que pasaba en la calle mandaba sobre lo que pasaba en los despachos. Pero eso es historia.

Jose, mi amigo, tiene en su haber muchas exposiciones y de mucho nivel, una de las cuales me enorgullece de haber compartido con él. Era (sigue siendo) muy bueno, tiene fotos de un nivel altísimo. Recuerdo que le tomábamos el pelo a menudo, porque tenía fotografiado todo lo que humanamente puede suceder en una manifestación. Él se mosqueaba, pero para el resto era muy divertido.

En una ocasión me confesó que le hubiese encantado acudir como fotógrafo a algún país en conflicto, que le encantaría poder sacar fotos en esos entornos. Se creía capaz (y yo también) de aportar algo diferente a la fotografía de prensa. Yo le argumentaba en contra porque pensaba que el peligro era mayor que la satisfacción que se podría obtener. Le hablaba también de los numerosos periodistas que han muertos en esas circunstancias, pero él tenía demasiada ilusión como para atender a otros razonamientos. A pesar de todo su sueño nunca llegó a cumplirse. La vida da muchas vueltas y por diversas razones Jose sigue trabajando aquí, en Euskadi, sin haber pasado por esa experiencia tan anhelada.

A mi no me va la fotografía de prensa. Veo el mundo a través de otro prisma, sin embargo me producen un profundo respeto todos los fotógrafos que se juegan la piel día a día en conflictos que muchas veces ni conocemos. Ellos hacen que aparezca ante nuestros ojos todo aquello que no queremos ver, pero que es parte inseparable de nuestra existencia.

La semana pasada me pasaron este video. Denuncia una actitud trivial y superficial de una sociedad que ya no sabe qué hacer para satisfecer su ego.

Va por ti Jose, por tu visión de una sociedad más justa a través del objetivo de una cámara. Va por todos los que os ganais la vida con una cámara en la mano. Va por todos aquellos que arriesgáis vuestras vidas día a día para descubrirnos el horror de lo que la raza humana es capaz.

16 comentarios:

inazio dijo...

Hola Javi,

Estupendo artículo que por mi condición de aficionado a la fotografía a la vez que compañero de andanzas en la AFS me hace identificarme plenamente con tus palabras.

Terrible mensaje el del vídeo que le acompaña, aunque al menos la fotógrafa protagonista del mismo imagino sigue con vida (atormentada ó no), e inevitablemente me viene a la memoria la suerte que corrió nuestro amigo y vecino Juantxu Rodríguez en su viaje a Panamá donde para él la foto dejó de ser imagen para convertirse en disparo certero, donde en vez de con un "obturador-vida" se encontró con un "percutor-muerte". Maldito soldadito asesino yanki, seguro que nunca fuiste capaz de "pensar-sentir" como le sucedió a la fotógrafa de esta historia...tú tenías licencia para matar !!

Un abrazo

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Iñaki:
Lo de Juantxu es la otra cara de la moneda. La más habitual, por otra parte. En los países en conflicto no se respeta nada, por eso son tan admirables todos esos fotógrafos, que a cambio de bien poco, se juegan la piel para enseñarnos lo que no queremos ver.
Ya era hora de leerte por aquí.
Un abrazo.

Katy dijo...

Hola Javier conocia el video, es escalofriante. Desde luego hay mucha gente digna de admiración y que se juegan la vida cada día para que nos lleguen las noticias en tiempo real. Algunos dudan entre obtener una foto impactactante que les encumbre o salvar una vida. Cada cual con su conciencia. Cómo no me juego la vida, y desconozco ese campo, no soy quien para hacer valoraciones.
Me ha gustado leer como recordabas ese tiempo (del siglo pasado como dices:) cuando disafrutaste tanto en aprender algo tan bonito y divertido como es la fotografía.
Un abrazo y buena semana

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Katy:
Esto del "siglo pasado" me trae a mal andar. Eso de recordar cosas que han pasado hace... 30 años da un poco de vértigo. Pero lo cierto es que es muy agradable recordar a aquellos chavales y no tan chavales. Algunos de los cuales tengo la suerte de seguir manteniendo relación.
Un abrazo.

Fernando López dijo...

Hola Javier:

Magnifico post y video que nos hacen reflexionar bastante sobre la condición humana en todos los sentidos. HAy imágenes, fotografiadas o no que no se borran de la memoria y muestran lo que somos capaces de hacer. Yo también admiro a esos fotógrafos que se juegan la vida por dejar los testimonios, pero siempre me queda la duda ¿cual es la verdadera razón de adentrase en ese corazón de las tinieblas?

Un fuerte abrazo

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Fernando:
Yo también me pregunto lo mismo. He conocido a muchos fotógrafos y todavía estoy por encontrar la respuesta.
Tal vez nuestro amigo Josep, nos pueda acercar un poco a esos "por qués".
Un abrazo.

Bakar dijo...

Me ha gustado mucho el enfoque que le has dado a esta entrada...
De todas formas, siempre me quedará la duda de si los fotografos que trabajan en el mundo del periodismo no buscan más el lado truculento de las cosas, el morbo, la foto desgarradora... que la información. Es esta foto la que se va a llevar todos los comentarios, los premios y menciones... Al fin y al cabo, es lo que demanda nuestra sociedad ¿no?
Un muxu,

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Kaixo Bakar:
Totalmente de acuerdo. El ejemplo del fotógrafo que se debate entre salvar a una persona o sacarle "la foto", lo dice casi todo. Aunque conozco uno cuantos fotógrafos de prensa, todavía no sé cuál es la motivación final. Supongo que cada uno tendrá la suya, pero el éxito y la fama son muy tentadores, aunque en este mundillo sean más efímeros que en otros campos.
Musu.

MaS dijo...

Zorionak Javier,
lo cierto es que escribo estas letras todavía sin aire...la escena es terrible.
Las imagenes nos muestran lo que somos capaces de hacer, y ponen en evidencia lo que no hicimos...
Estupendo flash al pasado.
un abrazo.
M.

Unknown dijo...

El video es muy impresionante, Javier, y creo que refleja sin exageraciones la sociedad en la que vivimos.

Aunque sé que no practicas twitter, lo acabo de tuitear y espero que la gente se anime a pasarse por aquí.

Josep Julián dijo...

Conocía el vídeo, lo cual no quita para que esta vez no haya podido llegar al final. La fotografía que no es retrato tiene la virtud de inmortalizar instantes que se quedan quietos, congelados en la retina. Siempre he sentido fascinación por las fotografías que contaban historias, especialmente las de la guerra civil que todavía hoy me conmueven.
No hace falta formar parte de la agencia Magnum para tener la capacidad de emocionar, sino que he visto incluso aficionados con esa capacidad, casi siempre en blanco y negro esa es la verdad, quizá porque realza la fuerza dramática de una escena.
Me preguntas los porqués y puede que no sean los mismos que los que quieren expresar algo. La fotografia es una crónica y quizá el por qué más significativo sea contar la verdad sin intermediarios.
Me ha encantado. Un abrazo.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Gracias María:
Tengo que reconocer que cuando vi el video por primera vez me costó llegar al final. No hacía más que repetirme "esto es una dramatización, no es real". Pero aun así se me encogía el corazón.
A pesar de todo, un "aldabonazo" de estas características de vez en cuando, viene bien.
Un abrazo.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Alberto:
Estoy en primero de twitter. No me atrevo a lanzarme, pero seguro que lo termino haciendo.
En cuanto a tu comentario, estoy totalmente de acuedo en que nos retrata perfectamente.
Un abrazo.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Josep:
Odio parecer el abuelo Cebolleta, pero sinceramente pienso que la fotografía se hacía de otra manera en la época que mencionas. Yo tengo muchos libros de fotografía de esos fotógrafos que eran capaces de retratar una sociedad con cualquier cámara y sin nada más que un objetivo de 50 mm.
Y lo digo con todo el respeto que me merecen los actuales fotógrafos. Pero estamos hablando de otro momento histórico y de otros condicionantes sociales.
Un abrazo.

Caminante dijo...

Muy bueno Javier
Plantea una pregunta de difícil respuesta... Si sirve, yo siempre digo a mis chicos que "Todo el mundo trabaja por algo aunque ese algo no sea necesariamente dinero...
Un abrazo

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Jose Luis:
Tienes mucha razón. Yo incluso me atrevería a afirmar que casi siempre la motivación principal no es el dinero. Y me lo demuestran día a día todas las personas que conozco. La mayoría se justifican con el dinero, pero no es cierto. Hay todo un mundo ahí.
Un abraz.

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