Hoy van dos en uno, que la “cabalgada” en bus de hace un par de días no tiene mucha historia:
El objetivo del día era llegar a Salto, una ciudad termal al Noroeste del país.
Un tema que no hemos comentado es que en Uruguay todas las comunicaciones pasan por Montevideo, lo cual ellos mismos reconocen como un déficit muy importante. Por esta razón, a las 9 h cogimos un bus de vuelta a Montevideo, que llegaría a las 12,30 h e inmediatamente cogeríamos el bus a Salto, que salía a las 13 h. Había media hora de margen que confiábamos que fuese suficiente. Y lo fue. Teníamos nuestras dudas, pero si es cierto que nuestra experiencia en el bus que nos había llevado a La Paloma había sido positiva. Llegamos a Montevideo a las 13,45h y justo tuvimos tiempo de coger los “boletos”, unos bocadillos y embarcar.
Era un buen empacho de bus en un día pero merecía la pena. Los buses, sin ser de lujo, son cómodos. Hay suficiente espacio para las piernas, se reclinan lo suficiente y… tienen wifi. Bueno, no todos.
Llegamos a Salto a las 19,15 h y nos fuimos directos al hotel. Y como sólo habíamos comido un bocadillo, nos fuimos a cenar por allá cerca. En el paseo al restaurante caía un leve txirimiri. Las calles oscuras y las aceras bastante deterioradas, nos hicieron pensar que esa ciudad no iba a ser de las más bonitas, pero bueno, había que dar un voto de confianza, que de noche todos los gatos son pardos.
DÍA 16
El tiempo seguía igual, txirimiri a ratos, otros de lluvia un poco más intensa y algunos ratillo de descanso.
Nos acercamos a la oficina de turismo, donde había 3-4 personas ociosas esperando que entrase alguien. Y me temo que casi con toda seguridad nosotros dos íbamos ser los dos incautos del día.
De los 4 nos tocó la menos lista. Se explicaba como el culo, que dirían algunos. Nos dio un plano de la ciudad que no había por dónde cogerlo y una bolsa llena de folletos que no valía para nada. Nuestra intención era ir a ver la “Represa” sobre el río Uruguay, que nace en Brasil y que además está compartida con Argentina. Se trata de una central hidroeléctrica al norte de la ciudad, a unos 15 km. Es una de las 3 más grandes de América Latina y una de las 12 más grandes del mundo. Le preguntamos cómo llegar y nos empezó a explicar lo de coger un bus y luego otro y… en fin… Que no había dios que la entendiese. Así que nos fuimos andando hasta donde entendíamos que salía el bus directo. Eran unos 20 min., no llovía y así podíamos ver un poco la ciudad que nos seguía pareciendo bastante fea.
Llegamos a la parada, pero nos faltaba conocer la frecuencia de los buses. Y aquí es donde tengo que destacar la amabilidad de todos los uruguayos con los que habíamos ido hablando hasta el momento. Había un hombre en la misma parada que nos estuvo informando y al final no se quedó tranquilo hasta que nos vio bajar en la parada correcta. Pero es que casos similares hemos vivido varios.
Llegados a la represa, como era de esperar éramos los únicos para la visita guiada. Muy bien.
El problema surgió al volver ya que nos enteramos sobre la marcha de que no teníamos bus hasta las 16,30 h., y claro, la represa estaba allá, en medio de la nada. Sin problema. Enseguida nos apañaron un par de sitios en una furgoneta de la represa que iba a ir al centro. Charlando con una de las chicas que iba en la furgoneta nos enteramos de un montón de cosas sobre el país.
Siendo una ciudad que destaca por sus aguas termales, no podíamos dejar de ir a alguna de ellas así que, estando también en las afueras, después de comer, cogimos el bus correspondiente y que casualmente pasaba al lado del hotel. El día seguía triste con ese txirimiri que no termina de mojarte. No teníamos intención de bañarnos, pero sí que había que ver las termas y dar un paseo por el entorno. Sin ser de lujo, nos parecieron muy atractivas, en un entorno muy amplio con mesas y barbacoas. No estaban llenas pero había bastante gente bañándose.
Vuelta al hotel, cena y a la cama.
7 comentarios:
Aquí estoy siguiendo vuestras peripecias.
No te preocupes, entiendo perfectamente que no te de el tiempo
ni las fuerzas para responder a los comentarios.
Besos y suerte con el resto del viaje.
Que no te preocupe el no responder a nuestro comentarios. Dedica ese tiempo a disfrutar del viaje. Nos consideramos pagados con poder acompañaros en es viaje, aunque sea en la distancia.
Tus fotos, ademas nos ayudan bastantes. Hasta he creído reconocer a José Mujica, en una que me imagino has tomado dese el autobús.
Un abrazo.
En America del Sur tienen mucho arte en la calle.
En America del Sur tienen mucho arte en la calle.
Caray...¿cuánto tiempo tienes viajando?...Perdón. Saludos de un venezolano residente en Brasil
A tus órdenes en www.tigrero-literario.blogspot.com
Una pregunta que puede parecer chorra ¿porque no alquiláis un coche?, la libertad que da es grande aunque, es cierto, que puede resultar más caro.
Saludos
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