UN VIAJE POR URUGUAY Y ARGENTINA: DÍA 12

21 de octubre.

Y salimos de Uruguay. Del Uruguay tranquilo, del Uruguay sorprendente que sin dar una nota en los medios, ofrece un nivel y una calidad de vida, que ya quisieran muchos países que se dicen desarrollados.  Encantados con lo que hemos visto y hemos vivido, especialmente con al simpatía y la amabilidad de la gente, embarcamos en el Buquebus, que nos llevaría a Buenos Aires.

Después de los tediosos trámites de aduana, embarcamos en un pedazo de barco o como se llame eso, que es capaz de transportar a un montón de personas sin que se note el más mínimo movimiento de olas. Es más, pensando que todavía estábamos atracados, me di cuenta de que ya llevábamos un rato navegando.

En una  hora llegamos a Buenos Aires  y el chock inicial fue bastante fuerte. Todo el mundo corriendo, las calles enormes llenas de coches... ¡Uf! La primera impresión es que la ciudad te engulle directamente según sales de la terminal de embarque.

Instalados en el hotel compramos una tarjeta SIM para el móvil y cambiamos algo de dinero. Por cierto, muy recomendable eso de comprar una tarjeta local SIM para 15, 20 o 30 días. Puedes navegar por Internet en todo momento y te saca de más de un apuro. Y es muy barata. Y luego la locura de cambiar dinero. En Uruguay nunca te pedían el pasaporte para el cambio, aquí tienes que dar hasta la marca de ropa interior que usas.  ¿Y las comisiones en los cajeros? ¡Dios! Vaya sablazos.

Bueno, ya con todo en orden tomamos aliento y nos lanzamos a la calle a ver cómo se planteaba la tarde.

Habíamos planeado varios Free Tour por diversos barrios, pero no por el de San Telmo, así que allá que fuimos. Menos mal, porque se nos fue diluyendo es estrés acumulado: Un barrio tranquilo, calles adoquinadas pero transitables, comercios y bares con "sabor". Muy bien. Así a bote pronto, sin más experiencias por Buenos Aires, yo diría que San Telmo es a Buenos Aires como Triana es a Sevilla.

Volvimos paseando al hotel con la sana intención de volver por este barrio a terminar de verlo. Por el camino nos encontramos con una manifestación frente al consulado de Chile, en contra de la represión que está habiendo allá. Según pasamos nos pareció que había más policía que manifestantes. Luego nos enteramos que hubo heridos, entre ellos algunos cámaras de tv.

Sin más, después de cenar, nos recogimos a descansar.