El vuelo a la ciudad de Salta salía a eso de las 14 h. así que tuvimos tiempo de descansar y organizarnos un poco.
Ya en salta vimos que el centro está muy bien. Mucho ambiente colonial, iglesias... pero sobre todo el Museo Arqueológico, donde se conserva una de las momias de los tres niños de Llullaillaco o Niños del volcán. Que son los nombres con que se conocen los cuerpos de tres niños incaicos excepcionalmente conservados por alrededor de quinientos años.
La historia de estos niños sobrecoge y, como es de imaginar, eran sacrificados a los dioses.
Además de estos tres, hubo muchos más en todo el territorio inca, y concretamente, nosotros, cuando estuvimos en Perú, vimos a una de ellas, la niña llamada "Juanita".
Al que le gusten estas cosas le merece la pena leer un poco sobre ello y si además puede visitar alguna de las momias, no se arrepentirá. Es impresionante poder verla a tan sólo unos centímetros de tus ojos, simplemente separados por un cristal.
Para ilustrar un poco, aquí abajo una de los fotos que he bajado de internet, ya que en el museo no se podían sacar fotos.
La catedral de la ciudad, de lo mejorcito que hemos visto en todo el viaje. Como curiosidad, sacamos una foto a la cola que había para la confesión. Hacía tiempo que no veía nada parecido.
El resto de la tarde estuvimos paseando por esta encantadora ciudad.
1 comentarios:
Interesante recorrido.
Besos
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