La previsión del tiempo era horrible y el pronóstico se cumplió. No había oído tantos truenos ni visto tantos destellos de relámpago seguidos en mi vida. Así que entre el jet lag y la tormenta no fue la noche que mejor dormí. Y visto que el pronóstico nos decía que iba a hacer un día de perros, nos habíamos planteado una jornada tranquila, organizando futuras etapas y descansando.
De las cosas que pretendíamos haber visto en Montevideo, nos quedaba una visita pendiente, que era la del Teatro Solís, que además ofrecía una visita guiada. Así que haciendo un hueco en nuestra apretada agenda, cogimos un Cabify y nos fuimos a verlo. Inaugurado en 1856, es el principal teatro de Uruguay. Se trata un teatro espectacular y la visita fue muy agradable.
Nos fuimos a tomar algo y ya siendo las 13 h. teníamos un poco de hambre así que nos animamos a comer. Muy cerca de allá teníamos el Centro de Fotografía de Montevideo, que habíamos leído que estaba abierto por lo que lógicamente no me podía perder. Así que nos fuimos andando. ¡Cómo llovía! Aquello sí que era un acto de militancia fotográfica. Y para nuestra desgracia estaba cerrado. Decepcionados nos volvimos al hotel, porque por la calle no se podía estar.
Ya al atardecer dejó de llover y salimos a tomar una cerveza y cenar. Había visto en Internet que muy cerca teníamos el Mesón Español, con buenas críticas y espacios muy amplios, así que allá que fuimos. Poquísima gente para lo grande que era aquello y tenía un aire verdaderamente decadente. No obstante le dimos un voto de confianza y preguntamos. De esta manera nos enteramos de que ese local siempre está lleno al medio día y que ofrece fiestas y presentaciones. Muy amablemente nos enseñaron todo el local y vimos que estaban preparando una “fiesta de los 15 años” a una chica. Muy importante esta fiesta por acá.
Después de cenar nos fuimos a pasear por el entorno, puesto que había dejado de llover y vimos otras dos fiestas similares: una en un hotel cercano y otra… bueno la otra era una chica que se estaba fotografiando en medio de la carretera, que incluso podría ser la de la fiesta del Mesón Español. Que por cierto, tengo que añadir, que de español no tenía gran cosa.
A todo esto, nos vamos encantados con la amabilidad y el trato con la gente. Concretamente una de las señoras de la recepción del hotel fue muy amable con nosotros ofreciéndonos todo tipo de informaciones. Incluso se hizo la ofendida cuando le pregunté dónde estaba la oficina de turismo. Pero este sólo es un ejemplo de los muchos que podríamos poner.
3 comentarios:
Mis deseos de ayer no se han visto cumplidos. La lluvia que os pisaba los talones, al final "os cogió".
De cualquier manera y a la vista de las fotos, el día fué provechoso.
Un abrazo.
Una parte importante que define a una cultura es su comida, podías dedicar una entrada, si no te viene mal, a cuales son los platos típicos uruguayos.
Saludos
Lástima la lluvia. ¡Volvimos al invierno! No conozco ek mesoa, español. En cualquier momento me doy uns voltereta poe alli.
Besotes.
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