No sé por dónde me llevó el taxista en esta ocasión, pero llegamos a la estación de autobuses en apenas 10 min. Bueno, también hay que decir que el día anterior fui en autobús y que recorrimos casi todos los barrios de Vigo. Supongo que será una línea de autobús muy aprovrechada. Cosas del diseño del mapa de autobuses de la zona... Tampoco las van a diseñar para que yo llegue antes.
Viaje tranquilo hasta Oporto. Hizo en par de escalas, por lo que tardamos un poco más, pero 2h30min. no es demasiado tiempo comparado con el trayecto Oviedo - Ferrol. Lo más destacable del viaje fue la sorpresa que recibi cuando el reloj del móvil se me atrasó una hora. Ya ni me acordaba de que en Portugal viven una hora antes.
Aproveché el tiempo para mirar en Google Maps dónde están los lugares más interesantes con respecto al hotel y me llevé la grata sorpresa de que mi hotel está a 10 min. andando de todas partes. Genial.
Me instalé y fui a buscar un restaurante para comer. No hago más que cruzar la clalle y veo que pone: El mejor bacalao de Oporto, aquí. Bueno, lo ponía en portugués, pero para un políglota como yo... esto no es problema.
Menos mal que sólo pedí el bacalao en versión "especialidad de la casa". ¡Menuda fuente! Rico estaba muy rico, pero el mejor lo que se dice el mejor... No sé qué decir. Habrá que organizar una cata.
Mientras comía le pregunté a la camarera a ver si sabía si iba a haber manifestación feminista y de dónde partía. A voz en grito se dirigió a algunos comensales, supongo que conocidos, preguntando por la manifestación. Todos me miraban. Sonreí amablemente. Je, je...
Pues estaba en racha. Partía de la plaza situada a 100 m. del restaurante a las 18 h. Así que finalizando de comer hacia las 16 h. organicé una rápida incursión por el entorno cercano: Me fui a ver la estación de Sao Bento y la librería Lello, tan famosas, nombradas y visitadas.
Pues qué queréis que os diga. Me decepcionaron un tanto. Especialmente la librería, que encima hay que pagar 5€ para entrar. Y su buena cola para coger la entrada, claro. Hombre, ver esos lugares atiborrados de gente no ayuda a disfrutarlos, todo hay que decirlo. Pero bueno, me esperaba otra cosa.
Un paseo de vuelta buscando calles diferentes a las de la ida y llegué puntual al comienzo de la manifestación. Demasiado puntual. Hasta las 18h30min. no se acercó nadie. Ya pensaba que me habían engañado. Pero bien, muy bien. No esperaba una multitud, porque pensaba que en Portugal la conciencia feminista no es de las más potentes de Europa, pero sus 1000 personas ya había. Me llamó la atención la asistencia de muchos hombres, incluso hombres de edad, de mi edad, para que nos entendamos. Buena señal, creo yo.
Finalizado el acto, me fui en buscar la boca de Metro más cercana al hotel (para tenerla localizada, más que nada), puesto que al día siguiente tenía que utilizarlo para ir a sacar los billetes de tren a Lisboa, cuyo viaje iba a ser el domingo día 10. Me gusta tener las cosas controlas que gracias a eso pude maniobrar cuando me encontré, un par de días antes, con que el tren Vigo - Oporto no salía por la huelga.
La encontré a 5 min. del hotel. Todo iba saliendo redondo.
Viaje tranquilo hasta Oporto. Hizo en par de escalas, por lo que tardamos un poco más, pero 2h30min. no es demasiado tiempo comparado con el trayecto Oviedo - Ferrol. Lo más destacable del viaje fue la sorpresa que recibi cuando el reloj del móvil se me atrasó una hora. Ya ni me acordaba de que en Portugal viven una hora antes.
Aproveché el tiempo para mirar en Google Maps dónde están los lugares más interesantes con respecto al hotel y me llevé la grata sorpresa de que mi hotel está a 10 min. andando de todas partes. Genial.
Me instalé y fui a buscar un restaurante para comer. No hago más que cruzar la clalle y veo que pone: El mejor bacalao de Oporto, aquí. Bueno, lo ponía en portugués, pero para un políglota como yo... esto no es problema.
Menos mal que sólo pedí el bacalao en versión "especialidad de la casa". ¡Menuda fuente! Rico estaba muy rico, pero el mejor lo que se dice el mejor... No sé qué decir. Habrá que organizar una cata.
Mientras comía le pregunté a la camarera a ver si sabía si iba a haber manifestación feminista y de dónde partía. A voz en grito se dirigió a algunos comensales, supongo que conocidos, preguntando por la manifestación. Todos me miraban. Sonreí amablemente. Je, je...
Pues estaba en racha. Partía de la plaza situada a 100 m. del restaurante a las 18 h. Así que finalizando de comer hacia las 16 h. organicé una rápida incursión por el entorno cercano: Me fui a ver la estación de Sao Bento y la librería Lello, tan famosas, nombradas y visitadas.
Pues qué queréis que os diga. Me decepcionaron un tanto. Especialmente la librería, que encima hay que pagar 5€ para entrar. Y su buena cola para coger la entrada, claro. Hombre, ver esos lugares atiborrados de gente no ayuda a disfrutarlos, todo hay que decirlo. Pero bueno, me esperaba otra cosa.
Un paseo de vuelta buscando calles diferentes a las de la ida y llegué puntual al comienzo de la manifestación. Demasiado puntual. Hasta las 18h30min. no se acercó nadie. Ya pensaba que me habían engañado. Pero bien, muy bien. No esperaba una multitud, porque pensaba que en Portugal la conciencia feminista no es de las más potentes de Europa, pero sus 1000 personas ya había. Me llamó la atención la asistencia de muchos hombres, incluso hombres de edad, de mi edad, para que nos entendamos. Buena señal, creo yo.
Finalizado el acto, me fui en buscar la boca de Metro más cercana al hotel (para tenerla localizada, más que nada), puesto que al día siguiente tenía que utilizarlo para ir a sacar los billetes de tren a Lisboa, cuyo viaje iba a ser el domingo día 10. Me gusta tener las cosas controlas que gracias a eso pude maniobrar cuando me encontré, un par de días antes, con que el tren Vigo - Oporto no salía por la huelga.
La encontré a 5 min. del hotel. Todo iba saliendo redondo.
10 comentarios:
Eso me gusta. Que en un viaje de placer y conocimiento, no dejes pasar tus obligaciones cívicas.
Un abrazo.
Menudo reportaje vas a tener cuando termine tu periplo.
Buen viaje por Portugal.
Muy de acuerdo con lo de cumplir con tus obligaciones cívicas, principalmente esa de comer el bacalao de la zona.
Vaya con la librería! Esa escalera parece una joyita. Veo que estás disfrutando mucho, que es lo que pretendías. Así que el plan siga su curso y a disfrutarlo.
Me acabas de dejar muerta!!! Yo deseando ver esa libreria...y la estación!!! Bueno igualmente ire a verlas y luego podremos debatir mientras degustamos algún rico plato....sigue disfrutando
Hola Juan.
No tenía ninguna duda :-)
Hola Emilio Manuel.
Por eso hago este diario, porque no quiero que se me quede nada en el tintero.
Un abrazo,
Hola Juanan.
Es una de las obligaciones, desde luego :-)
Hola Ramón.
La librería es una preciosidad... no habiendo gente. De lo contrario no merece la pena.
Marivi.
La estación es gratis, pero pagar 5 euros para estar apretujada entre un montón de personas, no merece la pena.
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