QUE TU SONRISA NO SE TRANFORME EN MUECA


No son tiempos para morirse de risa, pero tampoco debemos perder la sonrisa. El sábado por ejemplo, fue un buen momento para recuperarla viendo a millones de personas de todo el mundo diciendo "basta ya" a los Mercados y a los que los alimentan.

Hombre, no soy un ingenuo como para pensar que con estas manifestaciones van a cambiar muchas cosas en nuestra maltrecha sociedad, pero estoy convencido de que se puede pensar en que es un primer aviso a los que se piensan que “todo está atado y bien atado” (¿de qué me suena esta cita?).

Aún en plena crisis, después de ver los excesos que cometen los consejos de administración de los bancos, es evidente que muchos nos hemos indignado aún más de lo que estábamos. En realidad ha sido como una bofetada más y a su vez un alarde de soberbia , de chulería, la viva muestra de que "digáis lo que digáis aquí el que manda soy yo y hago lo que me da la gana". Porque ese es en el fondo el mensaje que nos están dando.

Decía el otro día un amigo, que en realidad esto de las jubilaciones indecentes en los bancos y cajas no es nuevo, viene sucediendo desde hace mucho tiempo, lo que pasa es que ahora es cuando sale a la luz. Y tiene razón, en realidad ni nos lo han contado, y es que ni siquiera nos hubiese importado lo más mínimo, porque estábamos demasiado ocupados sacándole tajada al momento económico.

Pero, desde mi punto de vista, el hecho de que estuviésemos entretenidos, tratando de enriquecernos a toda costa, no exculpa a nuestros políticos, que están ahí para que la sociedad genere riqueza y para que se distribuya con justicia (o eso es lo que ingenuamente pienso). Así que dejemos de enfadarnos sólo con los banqueros y pidamos también cuenta a nuestros políticos. Y ahí es donde entra nuestro Viajero Accidental, Jose Luis Montero y nos dice:  "...Pero no olvidemos que los partidos políticos encabezan la lista de deudores de la banca española...". ¡Claro!, eso explica esas actitudes condescendientes. Es como el chiste aquel del tío que va al dentista y cuando entra con los alicates en la boca del paciente, éste le agarra al dentista por sus partes "blandas" y le dice: "No nos vamos a hacer daño, ¿verdad?" Pues más o menos lo mismo.

Las encuestas nos dicen que los ciudadanos vemos a los políticos cada vez más alejados de la sociedad. Cometen excesos y permiten que otros los cometan. Lo de la banca quizá no sea lo que más está esquilmando las arcas de una sociedad exhausta, pero sí lo más simbólico.

Cuesta pensar en que esto tenga arreglo si no es a través de una fuerte presión social como la que se está generando en todo el mundo. Toda esta indignación social creciente nos da pie a pensar que aunque ellos no quieran cambiar tarde o temprano lo van a tener que hacer.

Sin embargo, no podemos cambiar la sociedad gritando como energúmenos y poniendo cara de “estreñidos”. Cambiar el mundo sólo se debe de hacer manteniendo una amplia sonrisa, como la que nos recomienda A.L., que en la cabecera de su blog "Todo en broma, nada en serio"

"Anda erguido, sonríe y haz que se pregunten cuál es el secreto que te hace reír"

Porque yo soy de los que piensan que el resultado de lo que hagas dependerá muy mucho de cómo lo has hecho.

Vamos, que si no les jode, seguro que les desconcierta.


¡Ah! ¡Por cierto!
No me resisto a dejaros este chiste que es muy adecuado a los tiempos que corren.

Por algunos años he culpado a la contaminación, la falta de vitaminas, la mala alimentación, el stress y una docena más de otros males.
Pero ahora se, la verdadera razón. Estoy cansado porque estoy sobre-saturado de trabajo.
La población de este país es de 45 millones de habitantes.
11 millones están jubilados, esto nos deja 34 millones para hacer el trabajo.
Hay 10 millones de estudiantes, quedamos 24 millones para hacer el trabajo.
De ahi, 7,6 millones son funcionarios.
Quedamos 16,4 millones para trabajar.
3,2 millones forman parte de la policía, el ejército y la marina Esto nos deja todo el trabajo a 13,2 millones.
Resta del total de 3,6 millones que trabajan para los gobiernos autonómicos.
Quedamos 9,6 millones.
Hay 1,250 millones de personas inválidas.
Quedamos 8,350 millones para hacer el trabajo.
1,430  millón de religiosos.
Quedamos 6,920 millones
Hay 2,480  millones en la cárcel.
Quedamos 4,440 millones para trabajar.
Existen 3,180 millones ricos, hijos de ricos, familiares de ricos, amigos de ricos. Eso nos deja 1,260  millones de personas.
Hay 1,258 millones de ni-nis, perro-flautas... y políticos (que se me habían olvidado)
Con todo esto resulta que solo hay dos personas que hacemos todo el trabajo.
Tu y yo.
Y tu estas ahí sentado leyendo tonterías mientras yo estoy currando.

4 comentarios:

Caminante dijo...

Hola Javier
Primero, gracias por la inmerecida mención.
Al final, eres optimista, como no podía ser de otra forma. Sinceramente, de una forma o de otra, el cambio es inevitable, no hay calendario, pero esta ahí.
Mantengamos la sonrisa
(el chiste es muy bueno...fijate, mi abuelo ya me lo contaba, pero con otro "decorado")
Cuidate

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Jose Luis:
Bueno, más que merecido... y no vamos a discutir por una tontería.
Un abrazo.

Myriam dijo...

Excelente tu artículo, Javier.

Da para pensar mucho, mientras esbozo una amplia sonrisa.

Y tú trabajas, porque yo..... yo estoy leyendo tu blog, amigo mío.

Un beso

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Myriam:
Pues yo me estoy quitando el vicio de trabajar, así que no sé quién se va a encargar de dirigir este barco.
Un abrazo.

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