Reflexionábamos el otro día sobre el sinsentido de la velocidad que preside nuestras vidas, en un artículo que titulé
“Perdí la guagua”.
Casualmente, al día siguiente leo en
MUY INTERESANTE que
“contemplar una bella obra de arte produce en tan sólo 10 segundos un aumento inmediato del flujo sanguíneo en zonas del cerebro relacionadas con el placer”.
¡Diez segundos! ¡Qué maravilla!
Imagino entonces las enormes colas que montamos en nuestra faceta de turistas de mogollón, para intentar visitar (que no disfrutar de su contenido) una de esas pinacotecas tan famosas y me preguntaba ¿También en estas circunstancias, cuando contemplamos un cuadro a la carrera, se activa este flujo sanguíneo?
Porque, ¿Quién se atreve a decir que ha estado en Bilbao y no ha visitado el Guggenheim?, y va y resulta que los de casa apenas si sabemos dónde está. Seamos sinceros: no disfrutamos del arte, consumimos arte. Nos damos un atracón al año (en el mejor de los casos) y ya está. Dudo hasta que se nos llegue a activar mínimamente esa zona de “placer”.
Fijaros: queremos hacer tantas cosas, hacemos todo tan deprisa, consumimos tan ávidamente, que "nos hemos pasado de rodada", que nos hemos pasado de largo sin darnos cuenta. Nos hemos pasado de largo cuando resulta que no ibamos a ninguna parte. ¡Qué paradoja! Y ahora, en ningna parte, hundidos hasta el cuello en el fango de la crisis, no parece un buen momento para hablar de arte y cultura, justo ahora que la afilada tijera de los recortes, campa a sus anchas. O... ¿Es precisamente por eso por lo que debemos reivindicar el arte y la cultura?
Hundiéndonos cada día un poco más, rodeados de corruptos, de incompetentes, de listillos, de ladrones… igual hay que saber buscar ese momento en el que te quedas delante de un cuadro, de una escultura, de una foto, de… de lo que más te guste y… durante 10 segundos, 10 interminables, diez maravillosos segundos, te abstraes, disfrutas, vives, unos momentos de placer incomparables. Igual resulta que es una manera, la manera, de encontrar un rumbo a esta sociedad.
Si decidís que sí, que sí es un buen momento para disfrutar, os aconsejo comenzar a decir que NO a tantas y tantas cosas del pasado y que SÍ a otras tantas que llevan tatuada la palabra "futuro" en la frente. Entre ellas, evidentemente, el arte y la cultura.
Y sin duda, siempre ayudará daros un lento paseo por el blog de
Santiago López Fernández,
SCULPTURES. Diez, quince, veinte... segundos inolvidables.
10 comentarios:
Pues yo soy de esos que a pesar de pasar bastantes veces por Bilbao todavía no lo he visitado, pero todo se andará. Curiosamente hoy en soulombia hablo de esa capacidad de disfrute a través del instante.
En cuanto a mi hermano, pues que quieres que te diga, desde pequeñito ha estado ligado al arte y ha podido disfrutar de muchos diez segundos.
Un abrazo
Hola Fernando:
Por una causa o por otra a los dos se os nota que disfrutais de muchos periodos de 10 segundos. :)
Un abrazo.
Esta es una asignatura que intento aprender cada día aunque todavía "debo progresar adecuadamente". De momento creo que me paro 2 segundos, pero todo se andará....
Cuidate
Si pretender quitarte la razón soy de las que disfruto, porque cuando voy a ver un museo voy a lo que voy: A verlo. A la carrera más bien no.
Me detengo en los cuadros, objetos que me gustan. Pero no lo he hecho mirando el reloj:-)
Y si que he visitado el Guggenheim
Un abrazo
Ayuda mucho no querer verlo todo y que la exposición en cuestión no sea "mediática", con mogollón de gente en cada sala. Si hay audioguía siempre me la cojo, porque ya te hacen una buena selección y además sirve para aislarse. Ver exposiciones es uno de mis hobbys preferidos en el largo invierno de Berlin.Hay que reconocer que los días oscuros y frios invitan a ello ...
Hola Jose Luis:
Pues hay que seguir practicando, si cabe con mayor ímpetu. :)
Un abrazo.
Hola Katy:
Ya contaba contigo, pues serás de las escepciones que confirman la regla. :)
Un abrazo.
Hola Astrid:
Pues te alabo el gusto, porque tienes la suerte de disfrutar de una ciudad con magníficos museos.
Un abrazo.
He estado een el Guggenheim de Bilbao y me deleité con unos cuaaaaaantos segundos dentro. Soy de las que suelo perderme dentro de un Museo y acampar ahí. El British y el Louvre, por ejemplo, me los estudié completos yendo durante una semana desde que abrían hasta que cerraban.
Gracias por el enlace al estupendo sitio/blog del hermano de Fernando.
Besos
Hola Myriam:
Pues perteneces a una rara especio que sabe disfrutar... del tiempo :)
Un beso.
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