FOTO: 10 SEGUNDOS

Ya hace algo más de dos años que he vuelto a la fotografía. En este tiempo he publicado unas cuantas fotos sueltas y tres colecciones. Últimamente he elegido los viernes como día para mostraros esas fotos que voy captando aquí y allá, por eso de que puede ser la puerta a un fin de semana en el que podemos tener más tiempo para la contemplación. Y es que no estoy muy seguro de que le dediquemos el tiempo suficiente cuando vamos a ver una fotos, un cuadros... en definitiva, el arte. Sí, lo digo porque yo mismo he entrado a exposiciones y apenas le he dedicado unos segundos a cada una de las obras. Es más, si es alguien famoso nos quedamos delante del cuadro o de la foto un poco más de tiempo, poniendo cara interesante. ¡Que parezca que entendemos lo que estamos viendo, que ponemos interés, por lo menos! Con autores desconocidos ya tomamos otra actitud un poco más... ligera. Vamos, que aprovechamos el tiempo. A veces es por la avidez de ver mucho en poco tiempo, otras por las prisas, pero de lo que estoy convencido es de que no disfrutamos del momento que nos ofrece el artista de turno.

Cuando preparaba los montajes de las colecciones de fotos que habéis podido ir viendo, barajaba dos variables clave: ¿Cuánto tiempo está la gente dispuesta a pasar delante de una foto, mía?, es decir, ¿qué tiempo dejo entre foto y foto? y ¿Cuánto tiempo está dispuesta la gente a pasar delante de una colección de fotos, mía?

Así que consulté a mis hijos que son muy prácticos y no tienen mayor interés por la fotografía y me dijeron: entre 8 y 10 seg. Y así lo hice.

Luego lo piensas y te das cuenta de que con tus fotos o con tus cuadros, lo que quieres es transmitir algo a la gente que los mira, quieres transmitir, "emociones y sensaciones" (por eso el título de esta sección que dedico a mis fotos), y que en apenas unos segundos no es fácil emocionarse delante de una obra (de arte o no, a ver dónde está la diferencia). Otra reflexión benevolente y autocomplaciente, es que nos podemos conformar con que haya un grupo de personas que se interesa mínimamente por lo que hacemos. Que también.

Digamos que soy consciente y asumo el nivel de interés que suscitan estas cosas en nuestra sociedad. No me quejo. Por eso también la pereza que me invade cuando alguien me propone exponer en una sala. Comienzo a pensar en el trabajo que me va a dar y en la poca gente que la va a ir a ver y enseguida se me pasan las buenas intenciones. La vida es así, no la he inventado yo.

Pero bueno, lo que trato de transmitir hoy es el inmenso placer que supone centrarte en una obra y tratar de ponerte en el lugar del artista. Cuando lo haces disfrutas de un mundo de emociones y sensaciones que por un momento te hacen vibrar. Y eso hoy lo podéis conseguir fácilmente, porque os dejo un par de fotos de uno de mis fotógrafos favoritos y mejor amigo, dos de las últimas que ha publicado Iñaki Vargas. A escondidas y sin avisar, me he tomado la licencia de coger prestadas de su blog estas dos instantaneas para que las disfrutéis. Al menos, cuando Iñaki publica alguna de sus fotos, yo siempre le dedico más de 10 segundos y os aseguro que casi siempre me producen emociones y sensaciones de todo tipo.

Pasaros por su blog. También podéis ver el libro que acaba de publicar: Pieces of life.

NOTA: Mientras preparaba esta entrada he leído la que publicó el otro día Fernando López en su blog Soul Business titulada ¿Te gusta pasear?. También habla de ver la vida con más sosiego. Os la recomiendo.