DESPUÉS DE LA DURA TORMENTA SÓLO UN RAYITO DE ESPERANZA

Creo que muchos de los que nos hemos alegrado del triunfo de Pedro Sánchez ha sido, sobre todo, porque hemos conseguido echar a Rajoy y todo lo que representa. Y por supuesto, el placer de ver votar juntos a todo el resto de la cámara, ha sido inenarrable. Con decirte que en esos momentos me han llegado a la memoria aquellos revueltos tiempos en los que "todos contra Franco vivíamos mejor". Triste que hayamos tenido que rememorar tiempos tan oscuros 40 años después.

Y eso va mucho más allá de ser o no socialista, que no lo soy, porque pienso que uno de los ejercicios más importantes, y hasta bonitos, de la democracia es el esfuerzo que pueden y deben hacer múltiples partidos políticos por conseguir un objetivo común, forma de actuar totalmente ajena a la política española, europea y casi... mundial. Contrariamente a la costumbre, nunca he sido partidario de las mayorías absolutas, porque son perversas en sí mismas y generadoras de podredumbre. Y sí, siempre, partidario de la concertación de varios, multiples, partidos políticos en pos de un objetivo común, por simple que sea.

Sin embargo me alarma que haya gente que diga que esto de ponerse todos de acuerdo en contra del P.P. es "ilegítimo". ¿Por qué? La derecha lo ha estado diciendo desde el primer momento, intentando crear un estado de opinión contrario a algo tan básico y democrático. Y quiero decir que eso, aparte de ser una terrible mentira, es muy peligroso, porque pone en duda las leyes existentes y el propio sistema, que curiosamente trata de ser eso: democrático.

Y es más, me preocupa que haya deportistas como Rafa Nadal, que salgan a la prensa a pedir nuevas elecciones. Efectivamente están en su legítimo derecho de decir lo que quieran, pero hacerlo ahora cuando nunca antes habían emitido una opinión política.... da que pensar. ¿No se le ve un poco el plumero a Rafa? Tengo que decir que es un deportista que aprecio y valoro por su integridad y deportividad, pero aquí me ha decepcionado mucho.

Nadie puede negar que Sánchez, el renacido, ha conseguido que brote una pizca de ilusión en la sociedad. Bueno, en la parte de la sociedad más progresista. Un hombre al que todos habían defenestrado, nos ha vuelto a ilusionar con una "miaja" de cordura y humanidad, que después de la barbarie vivida, es mucho. Y eso, en la mierda de sociedad en que vivimos me parece un logro increible.

El trabajo que le espera es terrorífico, el equipo de ministros que ha nombrado, una muestra de su apuesta, los enemigos dentro y fuera de su partido, poderosísimos. Pero ya que hemos llegado hasta aquí, no nos rindamos.