LO QUE ESPERABA DE TI


Una reciente experiencia me ha recordado una vieja reflexión en torno a lo que los demás esperan de nosotros o nosotros de los demás.

En realidad siempre hay una expectativa nuestra con respecto a lo que los demás pueden llegar a hacer o decir. Se trata de algo ni hablado ni acordado, pero que nos genera frustración cuando no se produce el resultado que queremos.

“Esperaba más de ti” o “no esperaba esto de ti”, son los típicos reproches a la acción o actitud de una persona a la cual realmente no le hemos dicho nunca qué queremos o esperamos de ella. Son frases que culpabilizan al otro de algo de lo cual ni siquiera tenía conocimiento de que se podría dar.

Pero, ¿qué es lo que esperamos de esa persona? ¿Alguna vez hemos sido capaces de reflexionarlo o manifestarlo de alguna manera? La respuesta es casi siempre NO.

La generación de expectativas se da en todos los ámbitos de la vida, pero son los que detentan alguna forma de poder o autoridad, los que se sienten legitimados para expresarnos sin miramientos su frustración.

Es como la expectativa que un jefe puede tener con respecto a un empleado o un profesor con respecto a un alumno y a la vez éste con respecto a su profesor. Ambos se pueden sentir frustrados en relación a lo que esperaban uno del otro, pero nunca medió conversación alguna que les permitiese tener esas expectativas. Sin embargo, es el que detenta el “poder” el que se puede permitir fustigar al otro con la susodicha expresión culpabilizadora.

Estaría bien que antes de expresar a los demás nuestra frustración con respecto a las expectativas que supuestamente teníamos, nos pongamos a pensar en las expectativas que los demás podrían tener con respecto a nosotros, seguramente tan inconsistentes como las nuestras. Tal vez en ese momento frenemos nuestros impulsos culpabilizadores y tratemos de fijar conjuntamente lo que los unos y los otros podemos esperar.

Hablando de estos temas, un amigo decía hace tiempo que "todavía no existe la transmisión universal del pensamiento, así que si quieres algo, por favor, dímelo".

5 comentarios:

Tracy dijo...

Sí es digno de reflexionar sobre lo que planteas.

Emilio Manuel dijo...

Es lo mismo que ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio.

Saludos

Myriam dijo...

Como TRACY dice, para pensarlo.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Tracy, Myriam:
Pues es importante, porque esto deteriora, y mucho, nuestra relación con los demás.
Un beso.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Emilio Manuel:
Pues... sí... más o menos, diría yo.
Un abrazo.

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