Siempre he sido una persona que trata de estar al día en temas profesionales y de gestión. En mi empresa hemos buscado inspiración en universidades, en pensadores, en teóricos de prestigio, al mismo tiempo que hemos contratado empresas de consultoría buscando un apoyo en la mejora de nuestra organización; y creo poder decir que hemos dado pasos muy importantes en nuestra idea de crear una organización moderna, eficaz y eficiente.
Sin embargo hay que reconocer que el camino de la gestión es tortuoso y muchas veces ingrato. Y lo es en parte porque hay demasiada gente que considera que eso de la teoría está muy bien, pero que no está hecha para el mundo de la empresa, que es mejor que se quede en el mundo universitario, en el mundo de los teóricos.
Supongo que muchos, cuando salimos de la universidad, pensábamos eso de: "¿Y ahora qué? Si en realidad yo no sé hacer nada". Tú que llegas a la empresa con tu carrera todavía calentita, lleno de conocimientos teóricos y un máster (igual de teórico), que de "gestión del conocimiento", de "calidad", de "innovación" de "motivación", de "reconocimiento", de "participación", de... "management", sabes "un huevo", a la primera de cambio que utilizas uno de esos "palabros" todo el mundo te mira como diciendo: "Mira chaval, como no cambies de rollo aquí vas a durar poco". Y no estoy pensando precisamente en empresas donde la gente no ha pasado por la universidad, lo que podría justificar esa actitud; qué va, estoy hablando de personas con estudios, personas que tienen por qué saber un poco de todo esto.
Lo paradójico es que esta imagen siempre va asociada a un empresario "antiguo". Pero es bastante más frecuente encontrarte con técnicos con ese perfil. El caso más lamentable que he conocido es el de técnicos (supuestamente) cualificados que utilizan toda esta terminología sin saber lo que están diciendo, como si fuese un símbolo de modernidad el hacerlo, provocando situaciones que hacían sonrojar a todos los de alrededor.
Insisto: bastante más habitual de lo que podría parecer.
Me preocupa. La cuestión no es sólo que la universidad no se acerque a la empresa, la empresa tampoco se molesta mucho en acercarse a la universidad o a la consultoría, que al fin y al cabo trabaja los conocimientos en un espacio paralelo. Y cuando lo hace es para "comprar", llave en mano, tal o cual técnica o metodología, que muchas de las veces a nadie en la empresa interesa. Lo de la resistencia al cambio, ya sabéis.
Estamos en tiempos de crisis, en tiempos de cambio, el peor momento para entretenernos con eso de la "resistencia al cambio". Que hay que innovar es un bonito mensaje que si no se llena de contenido no sirve para nada. Y llenarlo de contenido significa acudir a las fuentes, buscar la teoría, entenderla, divulgarla, compartirla, y luego ejecutarla en nuestra organización, adaptándola a nuestra cultura.
¿Alguien sigue pensando que esto de la crisis no va con él? La selección "natural" ya está en marcha y con mucha intensidad desde hace unos años, así que "vísteme despacio que tengo prisa".
Sin embargo hay que reconocer que el camino de la gestión es tortuoso y muchas veces ingrato. Y lo es en parte porque hay demasiada gente que considera que eso de la teoría está muy bien, pero que no está hecha para el mundo de la empresa, que es mejor que se quede en el mundo universitario, en el mundo de los teóricos.
Supongo que muchos, cuando salimos de la universidad, pensábamos eso de: "¿Y ahora qué? Si en realidad yo no sé hacer nada". Tú que llegas a la empresa con tu carrera todavía calentita, lleno de conocimientos teóricos y un máster (igual de teórico), que de "gestión del conocimiento", de "calidad", de "innovación" de "motivación", de "reconocimiento", de "participación", de... "management", sabes "un huevo", a la primera de cambio que utilizas uno de esos "palabros" todo el mundo te mira como diciendo: "Mira chaval, como no cambies de rollo aquí vas a durar poco". Y no estoy pensando precisamente en empresas donde la gente no ha pasado por la universidad, lo que podría justificar esa actitud; qué va, estoy hablando de personas con estudios, personas que tienen por qué saber un poco de todo esto.
Lo paradójico es que esta imagen siempre va asociada a un empresario "antiguo". Pero es bastante más frecuente encontrarte con técnicos con ese perfil. El caso más lamentable que he conocido es el de técnicos (supuestamente) cualificados que utilizan toda esta terminología sin saber lo que están diciendo, como si fuese un símbolo de modernidad el hacerlo, provocando situaciones que hacían sonrojar a todos los de alrededor.
Insisto: bastante más habitual de lo que podría parecer.
Me preocupa. La cuestión no es sólo que la universidad no se acerque a la empresa, la empresa tampoco se molesta mucho en acercarse a la universidad o a la consultoría, que al fin y al cabo trabaja los conocimientos en un espacio paralelo. Y cuando lo hace es para "comprar", llave en mano, tal o cual técnica o metodología, que muchas de las veces a nadie en la empresa interesa. Lo de la resistencia al cambio, ya sabéis.
Estamos en tiempos de crisis, en tiempos de cambio, el peor momento para entretenernos con eso de la "resistencia al cambio". Que hay que innovar es un bonito mensaje que si no se llena de contenido no sirve para nada. Y llenarlo de contenido significa acudir a las fuentes, buscar la teoría, entenderla, divulgarla, compartirla, y luego ejecutarla en nuestra organización, adaptándola a nuestra cultura.
¿Alguien sigue pensando que esto de la crisis no va con él? La selección "natural" ya está en marcha y con mucha intensidad desde hace unos años, así que "vísteme despacio que tengo prisa".
8 comentarios:
Asi es Javier, se tiende a resistir para no cambiar lo evidente o pnesar en que ya "escampará" cuando en realidad la selección "natural" ya está en marcha hace tiempo. Buen post.
Genial el video¡¡¡
Un abrazo
Todo lo que dices, Javier, incluido el vídeo es aplicable a Argentina.
Besos
Hola Fernando:
Gracias. No sé si se puede medir el mal que hace la resistencia al cambio, pero si se pudiese igual nos llevabamos una sorpresa.
Un abrazo.
Hola Myriam:
Me temo que este tipo de cosas son universales.
Un beso.
Camy dijo...
Qué interesante es esta entrada Javier y que final tan poco esperanzador... Personalmente, me inquieta,
Somos, dicen, los españoles, personas individualistas y poco dados a compartir y trabajar en equipo, de ahí, posiblemente se deba, esa negación a escuchar la teoría ...
Una plauso para Borges.
Un beso
Yo recuerdo que el primer día que me estrené como director de innovación de una de las grandes, se me plantó un pollo delante para decirme que los "targets".....no sigo, me entraron ganas de sacar ese americanglish y no parar, pero....hasta en la empresa hay victims fashion
Cuidate Javi
Hola Camy:
Entiendo que se puede interpretar un poco de negativismo, pero juro que no es mi intención. Lo que pretendo es llamar un poco la atención sobre cosas que nos estamos dejando en el camino.
Y por cierto, supongo que te refieres a FORGES, porque a Borges no hago mención :)
Un beso.
Hola Jose Luis:
Creo que sé de lo que me hablas :)
Un abrazo.
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