Me encanta Woody Allen. En diversas ocasiones he aludido en este blog a
alguna de sus citas o a alguna de sus películas. Precisamente la cita que
ilustran la cabecera es suya.
El otro día vi su última película: "Medianoche en París", me
pareció de lo mejor que ha hecho últimamente. Me acordé que tenía guardado por
ahí un video con la última escena de la película “Annie Hall”, para hacer
alguna reflexión cuando me llegase la inspiración, y mira por donde después de
ver este último peliculón, me ha llegado:
[...] y recordé
aquel viejo chiste, aquel aquel del tipo que va al psiquiatra y le dice:
Doctor, mi hermano está loco cree que es una gallina. Y el doctor responde:
¿Pues por qué no lo mete en un manicomio? Y el tipo le dice: Lo haría, pero
necesito los huevos. Pues, eso más o menos es lo que pienso sobre las
relaciones humanas, saben, son totalmente irracionales y locas y absurdas, pero
supongo que continuamos manteniéndolas porque la mayoría necesitamos los
huevos. (Annie Hall, 1977).
Maravillosa reflexión después de toda una película plagada de dudas sobre la vida y la muerte, el amor, el sexo, la religión..., en definitiva, todos aquellos temas que nos preocupan a todos en mayor o menor medida.
Además de este magistral final, en Annie Hall, podemos disfrutar de innumerables diálogos sin desperdicio alguno. Bueno, en realidad como la gran mayoría de las
películas de Woody Allen. Se podría
estar escribiendo meses utilizando escenas de sus películas. Yo al menos
podría.
Entonces me puse a pensar en la gente que me rodea, mis amigos, mi familia,
mis compañeros de trabajo... la gente que te cruzas por la calle y concluí que
todos, de una manera u otra, cumplimos con la parte que nos toca de
irracionales, locos y absurdos, pero que en el fondo todos necesitamos los "huevos" que nacen de esas relaciones. Y pienso que no es malo, todo lo contrario;
racionalizar excesivamente nuestras relaciones resultaría aburridísimo, ya las
racionalizamos bastante y seguramente por eso, nuestra vida es tan… ¿absurda?
Como los personajes de la película, en realidad lo que pretendemos es estar
bien con nosotros mismos y con las personas que queremos. Creo que
inconscientemente es uno de los motores que nos mueve. Simplemente queremos
querer... y que nos quieran. La clave está en el "a quién" y en el
"con quien". Y ahí es donde, de una manera o de otra entra en juego
nuestra necesidad de los demás, nuestra necesidad de los "huevos" que
nos dan esas relaciones. Algunos incluso con dos yemas, como los de antes.
Recuerdo en la magistral Casablanca, dos personajes inicialmente antagónicos, supuestamente enemigos: Rick y Louis, el Policía
corrupto. En la última escena Rick le dice a Louis:“Louis, creo que este es el principio de una gran amistad”.
Pues, claro, ellos también necesitaban los “huevos”.
"Racionalizar excesivamente nuestras relaciones resultaría aburridísimo" Y no nos llevaría a ninguna parte. Todos tenemos defectos y todos queremos sentirmnos queridos. Si estamos mirando la paja en el ojo ajeno es imposible estar en paz. Hay que dar sin esperar demasiado, ello nos hará sentirnos mejor con nosotros mismos y con los demás. Bueno nuestro amigo José Luis ha hecho toda una declaración en regla. Lo firmo a afirmo. Un abrazo
Hola David: ¡Qué casualidad este encuentro justo cuando acabas de escribir sobre esta película! Te agradezco la visita y el comentario. Y por cierto he pasado por tu blog y me ha parecido fantástico. Aquí tienes un nuevo seguidor. Un abrazo.
Javier, compartimos admiración y ¿cariño? hacia el cine de Woody Allen y, además, en esta ultima película Medianoche en París ( que raro suena en español) que tanto me ha gustado y tantas críticas adversas he tenido que soportar...En casa, directamente, de mi marido al que le gustaba Allen pero dice que después de Match Point se ha perdido... A lo que iba, encuentro insuperable la traslación y ensoñación dle protagonista a los años 20 y todo lo que conlleva. Todos, todos, los artistas están perfectamente elegidos.. Una película romántica, ¡sin duda!, pero mantiene el encanto del W.Allen de diálogos ingeniosos y atrayentes. Annie Hall es magnífica y se puede ver constantemente,igual que Poderosa Afrodita o Manhattan. en cuanto a tus reflexiones te diré que durante tiempo he tratado de ser pragmática y tratar de ser racional; finalmente he pensado que soy como soy, necesitando "huevos" de los demás y ya está. Un beso ( y perdona la extensión e incoherencia)
Hola Camy: Es una gozada compartir momentos como este. Yo siempre he estado convencido de que Woody Allen todavía tiene mucho que decir a pesar de que el hombre va siendo mayor, siempre y cuando el cuerpo le aguente, claro. Lo de ser racionales, ha venido con la cultura imperante, pero muchos hemos conseguido decir que ya basta, que somos lo que somos porque sí y ya está. Tener unos años también ayuda, claro. Me ha gustado mucho tu comentario y ni había notado que era más largo de lo que se considera habitual. No ves, la racionalidad aprovecha todos los resquicios. Un abrazo.
Pues tiene usted toda la razón, Hoy te ha salido un post muy reflexivo y cinematográfico con un guión propio de Allen. Buena pelicula saldría de aquí. Todos necesitamos huevos. Ahora queda por saber ¿que fue primero, la gallina o el huevo? Un abrazo
Hola Julen: Muchas gracias. Para mi ha sido y es una auténtica gozada tener la oportunidad de mostrar a un grupo de gente joven que hay mucho cine, más allá del que nos venden. Yo también me llevo valiosísimos huevos de esta relación. Un abrazo.
12 comentarios:
Grande Woody. Justo hace unos días escribi sobre Annie Hall. Saludos.
Javi
Por lo que a mi respecta, sientete querido amigo...Eres una persona a la que es fácil querer...qué más puedes pedir!
Cuidate
"Racionalizar excesivamente nuestras relaciones resultaría aburridísimo"
Y no nos llevaría a ninguna parte. Todos tenemos defectos y todos queremos sentirmnos queridos. Si estamos mirando la paja en el ojo ajeno es imposible estar en paz.
Hay que dar sin esperar demasiado, ello nos hará sentirnos mejor con nosotros mismos y con los demás.
Bueno nuestro amigo José Luis ha hecho toda una declaración en regla. Lo firmo a afirmo.
Un abrazo
P.D. Me encanta Woody también.
Hola David:
¡Qué casualidad este encuentro justo cuando acabas de escribir sobre esta película! Te agradezco la visita y el comentario. Y por cierto he pasado por tu blog y me ha parecido fantástico.
Aquí tienes un nuevo seguidor.
Un abrazo.
Hola Jose Luis:
Esto es señal de que soy una buena gallina :)
Me alegra compartir estos momentos con buenos amigos.
Gracias y un fuerte abrazo.
Hola Katy:
Vais a conseguir que me sonroje. Menos mal que eso todavía no sale en pantalla :)
Muchas gracias y un fuerte abrazo.
Javier, compartimos admiración y ¿cariño? hacia el cine de Woody Allen y, además, en esta ultima película Medianoche en París ( que raro suena en español) que tanto me ha gustado y tantas críticas adversas he tenido que soportar...En casa, directamente, de mi marido al que le gustaba Allen pero dice que después de Match Point se ha perdido... A lo que iba, encuentro insuperable la traslación y ensoñación dle protagonista a los años 20 y todo lo que conlleva. Todos, todos, los artistas están perfectamente elegidos..
Una película romántica, ¡sin duda!, pero mantiene el encanto del W.Allen de diálogos ingeniosos y atrayentes.
Annie Hall es magnífica y se puede ver constantemente,igual que Poderosa Afrodita o Manhattan.
en cuanto a tus reflexiones te diré que durante tiempo he tratado de ser pragmática y tratar de ser racional; finalmente he pensado que soy como soy, necesitando "huevos" de los demás y ya está.
Un beso ( y perdona la extensión e incoherencia)
Hola Camy:
Es una gozada compartir momentos como este. Yo siempre he estado convencido de que Woody Allen todavía tiene mucho que decir a pesar de que el hombre va siendo mayor, siempre y cuando el cuerpo le aguente, claro.
Lo de ser racionales, ha venido con la cultura imperante, pero muchos hemos conseguido decir que ya basta, que somos lo que somos porque sí y ya está. Tener unos años también ayuda, claro.
Me ha gustado mucho tu comentario y ni había notado que era más largo de lo que se considera habitual. No ves, la racionalidad aprovecha todos los resquicios.
Un abrazo.
Contigo he conocido a Woody Allen, creo que ese es un buen huevo que me llevo de nuestra relación.
Saludos
Pues tiene usted toda la razón, Hoy te ha salido un post muy reflexivo y cinematográfico con un guión propio de Allen. Buena pelicula saldría de aquí. Todos necesitamos huevos. Ahora queda por saber ¿que fue primero, la gallina o el huevo?
Un abrazo
Hola Julen:
Muchas gracias. Para mi ha sido y es una auténtica gozada tener la oportunidad de mostrar a un grupo de gente joven que hay mucho cine, más allá del que nos venden.
Yo también me llevo valiosísimos huevos de esta relación.
Un abrazo.
Hola Fernando:
Ja, ja, ja. Muy bueno. Pienso que mientras haya huevos, ¡qué más da!
No te parece.
Un abrazo.
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