ME VOY A DAR VUELTA AL MUNDO EN TREN (Un repaso antes de comenzar la aventura) (IV)

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EL ITINERARIO

Como decía el otro día, al principio no me pareció mala idea repetir el itinerario de Phileas Fogg, incluso en algún momento llegué a pensar que el plazo también sería asumible. Sería fantástico emular la hazaña, aunque los medios de transporte no fuesen los mismos. Disfruté mucho releyendo la novela, esta vez mucho más motivado que la primera vez, cuando era un adolescente soñador. 

Me costó renunciar a esta versión del viaje, pero se habían juntado demasiadas circunstancias que me convencieron de su escasa viabilidad: Gran parte del recorrido era en barco y además atravesaba zonas que hoy en día están en conflicto.
Entonces decidí que había que construir un nuevo itinerario.

Empecé por imprimir un mapamundi y otros mapas por continentes. No me costó gran cosa trazar un itinerario general sobre que que podría cerrarse el definitivo: Atravesar Europa hasta Moscú, llegar a Pekín en el Transiberiano y Transmongoliano, bajar hasta la punta sur de Vietnam, saltar en avión hasta Australia y atravesarla, seguir por Nueva Zelanda, nuevo salto en avión hasta Santiago de Chile, subir por la carretera Panamericana hasta Los Ángeles, de aquí a N. York y avión de vuelta. Me gustaba el trazado. 

A partir de aquí todo el mundo opinaba: “¿Y no vas a pasar por África” “¿Y no vas a pasar por la India?” “¿En qué ciudades vas a hacer escala?” “Poco tiempo tienes para quedarte en cada escala”.

Recorrido previsto inicialmente


Tanta pregunta sólo me recordaba que me quedaba mucho trabajo por hacer. Era el momento de buscar compañero o compañeros de viaje.

Me había estado acordando especialmente de mi amigo Joseba, compañero de aventuras cuando nos presentamos juntos a las elecciones municipales de 2015 por una candidatura municipalista, y también compañero en el viaje a Uruguay y Argentina del año pasado. Nos conocimos en aquellas circunstancias y habíamos mantenido una buena relación personal a partir de aquel momento. Además, Joseba es un gran viajero que a lo largo de su vida ha visitado un montón de países y que siempre está dispuesto a coger la maleta y lanzarse a un nuevo viaje. Estaba seguro de que le gustaría la idea. Y así fue, inicialmente se apuntó al viaje e incluso hablamos con unos colegas suyos, también viajeros empedernidos, que inicialmente recibieron la idea con más frialdad, pero que no dijeron que no.

En aquel momento a mi hijo también se le pusieron los dientes largos. Por aquel entonces llevaba unos pocos años trabajando en Londres, y me dijo: "Aita, si me esperas un año seguramente me podré ir vosotros". No se atrevía a pedir un permiso de 4 meses con tan poca trayectoria en la empresa, pero pensaba que un poco más adelante podría conseguirlo.

Para mi fue una alegría comprobar que Hasier se vendría con nosotros, pero la realidad es que esperar un año es un periodo demasiado largo donde pasan muchas cosas que podrían arruinar el viaje. Después de tanto esfuerzo no me podía arriesgar a quedarme en casa.

(Continuará)


8 comentarios:

manouche dijo...

El sueno de mi vida: el transiberien...

Emilio Manuel dijo...

Phileas Fogg se va a quedar a la altura de unas babuchas comparado con tu viaje.

Saludos

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola manouche.
Pues tienes que hacerlo cuanto antes.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Emilio Manuel.
No creas... :-)
Un abrazo.

Juan L. Trujillo dijo...

Conforme te decía el otro día, son muchos los detalles a tener en cuenta y no me extraña que lleve tanto tiempo la preparación de ese viaje.
Pero merece la pena.
Un abrazo.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Juan.
Efectivamente que merece la pena :-)
Un abrazo.

Tracy dijo...

Lo más problemático es la preparación y ya veo que eso no se te resiste , así es que p'alante
Un abrazo

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Tracy.
Muchas gracias. :-)

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