SI NO LO HAGO YO...

Haciendo zapping el otro día, me encuentro a bueno de Bruce Willis reencarnándose una vez más (creo que era la 4ª) en el detective John McClane salvando el mundo de los malos.

En un momento de relajo, en el que no estaba ocupado quitando malos de en medio, su acompañante le pregunta a ver porqué tiene que ser él el que siempre esté salvando el mundo, cuando nadie se lo va a agradecer y además su mujer se ha divorciado (vamos, que tenía más razones para ser el malo de la peli, que el bueno), a lo que McClane responde: “Es que si no lo hago yo, no lo hace nadie”.

El cine es el cine y el entretenimiento entronca directamente con ese tipo de “héroe” o “antihéroe”, un tipo normal y corriente, que se encuentra de morros con una situación extraordinaria (casi siempre malos malísimos intentando dominar el mundo) y a base de inteligencia y de coraje (y muy mala puntería de los malos, todo hay que decdirlo) nos solucionan el problema… Una y otra vez.

Lo cierto es que en la vida casi nunca aparece ese “héroe” anónimo que nos libera de los malos en el último segundo. Todo lo contrario, los malos se salen con la suya haciéndonos creer que son los “buenos”. La vida no es como el cine. Y sí, he dicho casi nunca porque, concretamente el otro día, pasando al lado de unas señoras que se estaban tomando un café en una terraza, les oí que estaban hablando de las labores del  hogar, cuando va una y dice: “Es que en mi casa, si no lo hago yo no lo hace nadie”.

Me volví y le dije: "La Jungla de Cristal 4.0".