¿QUÉ NOS QUEDÓ DE LA LUCHA DE CLASES?

Ahora mismo hay 24 millones de parados en Europa y más de 200 millones en el Mundo. En 2019 se prevé que habrá más de 210 millones de desempledos en el mundo.

Esto, por supuesto, viene acompañado de una concentración de riqueza y poder nunca vista, en tan sólo en el 1% de la población.

Yo no sé cómo se mide esto, pero es evidente que a mejor no vamos.

Este mes se cumplen 97 años desde los convulsos días de huelga en la Barcelona de 1919, tras el despido de un centenar de trabajadores de la empresa La Canadiense y las protestas callejeras, que desencadenaron la aprobación de una norma con un importante legado: el «decreto de la jornada de ocho horas», firmada por el conde de Romanones.

Han pasado casi 100 años y se pueden hacer algunas reflexiones. La mía es que "La lucha de clases existe... ¡y la han ganado los ricos!" Sí, es el título de un libro de Marco Revelli publicado en abril de 2015, que resume de una forma clara la correlación de fuerzas entre los que mandan y los que obedecen.

"En 2025 las máquinas realizarán el 45% las tareas", nos profetizan el Banco de Inglaterra y Merrill Lynch.

"Las máquinas aprenden ya como los humanos: Un programa usa el razonamiento inductivo para captar conceptos generales a partir de unos pocos ejemplos". Esto lo leíamos en El País tan sólo hace un par de meses.

Se espera un salto tal de la tecnología que los robots sustituirán a las personas en infinidad de puestos de trabajo no rutinarios, como pueden ser los servicios de atención al público o los dependientes de una tienda de barrio. En breve, por 3.000 € te podrás comprar uno. ¿Te imaginas que vas a comprarte un pantalón y te atiende un robot? Esto ya no es ciencia ficción.

No hay duda, hoy por hoy ellos han ganado. Al fin y al cabo es lo que siempre ha pasado, ¿no? A lo largo de la historia quizá hubo algún momento, a principios del siglo XX, en el que vieron peligrar sus privilegios pero sólo fue un espejismo. 

Ahora mismo tienen todos los ases y no ya les hace falta esconderlos en la manga. Los sindicatos no existen, como ciudadanos parece que nos encanta que nos gobiernen los que tienen como modelo una economía de privilegiados y por si fuera poco tienen controlada la tecnología en todos los ámbitos de la vida. 

Esta es la sociedad que se nos avecina: Importantes tasas de desempleo crónico, largas jornadas para los privilegiados que encuentren un empleo, derechos laborales y salarios intentando confluir con los de los países más míseros del mundo. No nos engañemos, las crisis no existen ni han existido, sólo son una forma más de dominación y ya han encontrado la manera de usarla con eficiencia.

Aceptémoslo: "La lucha de clases existe... ¡y la han ganado los ricos!"