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Etiquetas:
ciencia
Después de 100
años, por fin, se ha podido demostrar la existencia de las ondas
gravitacionales. Lo que Einstein teorizó, ahora se ha venido a demostrar que es
cierto y con ello se abre todo un nuevo mundo para explorar y conocer el
Universo.
No, no es
cuestión de ponernos a explicar aquí lo que son estas ondas y lo que va a
suponer esta revolución, para eso hay un montón de espacios de divulgación
científica que lo hacen perfectamente, pero sí que es un avance que me permite hacer una reflexión en
relación al enorme potencial humano de hacer preguntas y encontrar respuestas.
Y sobre todo al enorme salto cualitativo y cuantitativo que la ciencia nos ha ofrecido en estos últimos
100 años.
Parece mentira
pero este nuevo paso de gigante nos permite saber que dos enormes agujeros
negros situados a mil millones de años luz (multipliquese por 300.000 km. por
segundo, que es la velocidad a la que viajan las ondas gravitacionales), se
fusionaron creando unas ondas, ondas gravitacionales, que ahora nos llegan a
nosotros. Y lo acojonante es que hemos sido capaces de captarlas. Esto abre una
nueva era en el conocimiento de todo ese mundo fantástico que está ahí fuera.
Sí, ya sé,
alguien me apelará al hecho de que seamos capaces de gastar millonadas para
llegar tan lejos cuando aquí, en casa, destruimos y masacramos sin piedad a los
nuestros. Pero, permitidme que ese debate lo dejemos para otro día y que
disfrute de este momento como si estuviese escuchando la 9ª sinfonía de
Beethoven.
Seguimos
estando lejos, pero un pasito más cerca de responder a todas esas preguntas que
como humanos nos hacemos desde la ciencia y desde la filosofía y que siempre
hemos estado tentados de responder desde la religión: ¿Por qué existe el
Universo? ¿Qué ha sucedido para que este mundo haya sido posible? ¿Qué circunstancias se han dado para que tu y yo hayamos tenido la oportunidad de vivir?
Yo no tengo
ninguna duda de que estas preguntas tienen una respuesta, lejos, muy lejos de
la religión, y que estamos en el camino correcto para responderlas. La ciencia
ha conseguido arrinconar... vencer el oscurantismo de los dioses y de las
supersticiones que tanto daño han hecho a la propia ciencia y a la humanidad.
Si será rico nuestro imaginario, que se han podido censar a lo largo de la
Historia más de 2.400 dioses, dioses que sólo han avalado la necesidad de saber
que conlleva el hecho de ser humano. Pero eso se está acabando por mucho ruido
que sigan haciendo los seguidores más carcas de esos dioses. No les queda
mucho, porque la ciencia es implacable y va desmontando poco a poco todos y
cada uno de los absurdos argumentos que justificaban y justifican la figura de
un dios como creador del Universo y sus absurdas leyes y normas éticas.
Alguien dijo en
una ocasión que "cuanto más avanza la ciencia, menos espacio le
queda a Dios". Y lo cierto es que le va quedando muy poco, cada
día menos.
Hoy podemos
saber, porque la ciencia nos lo permite, que hace 2
millones de años en África, un ser al que se le ha denominado Homo Habilis, un
ser que poseía un cerebro casi del tamaño del de los humanos actuales, comenzó
a "ser", a moverse y comportarse de una manera diferente a como lo
había hecho hasta entonces. Ese Homo Habilis puso las bases de lo que ahora somos. Para bien o
para mal él es el responsable de que nuestra curiosidad por saber, por conocer, no tenga límites.
4 comentarios:
Ciencia y religión son como el agua y el aceite no mezclan de ninguna manera.
Saludos
Hola Emilio Manuel:
Exactamente, y eso que el Papa tiene asesor científico.
Me imagino que le tiene que estar dando cada disgusto...
Un abrazo.
Bueno, ya has visto lo que llego a hacer con esas ondas
y un par de whiskys de por medio:
http://deamoresyrelaciones.blogspot.co.il/2016/02/subir-y-gravitar-hasta-rozar-tu-sonrisa.html
Besos
Hola Myriam:
Bueno, bueno... Así sí que se entiendo todo esto de las ondas gravitacionales y las de otra clase :-)
Un beso.
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