LOS TRES CERDITOS (versión gore)

Había una vez un cerdito muy poderoso llamado Jorge (George para los amigos), que no se conformaba con el poder que tenía y quería más y más. Y llamó a otros dos cerditos llamados Josemari (Josemari para los amigos) y Antonio (Tony para los amigos).

Les dijo que ellos también podrían ser poderosos e inmensamente ricos y que para ello tendrían que ir a la casita del lobo Sadam (Sadam para los amigos), que vivía en un país muy lejano llamado Irak, para soplar su casita hasta derribarla y así se quedarían con todo su dinerito y el líquido negro que tenía, que parece que les gustaba más.

Así que los tres se fueron al país de Sadam y empezaron a matar a muchas personas hasta llagar a la casita de Sadam que derribaron sin mucho esfuerzo.

Pero luego, no se conformaron con eso y sedientos de sangre, siguieron torturando y matando a mucha gente. Sus risas y sus orgías se oían por todas partes.

Cuentan los viejos del lugar que había una prisión llamada Abu Ghraib donde encerraban a la gente que ellos decían que eran "malos" y les hacían cosas horribles. En realidad no se sabe mucho más porque no permitían que nadie informase sobre lo que allí pasaba. Apenas algunos valientes, que se daban cuenta de que sus jefes se estaban portando muy mal, consiguieron informar a la sociedad de algunas de esas barbaridades.

Muchas años después, aquello iba a peor y a peor pero no les importaba porque estaban llevándose todo el líquido negro de Sadam para ellos y sus amigos. Jorge ya había dejado de mandar mucho y ahora mandaba uno que no paraba de decir "yes we can".

"Yes we can" también quería que el mundo supiese que él mandaba mucho así que se fijó en otro país que tenía mucho líquido negro llamado Siria, que estaba al lado de Irak. Allí mandaba un hombre muy malo, muy malo y entonces "yes we can" les dio dinero y armas a los que estaban en contra de aquel señor tan malo, para que le echasen y así poder quedarse con el líquido negro. A la vez, "yes we can" bombardeaba sin miramientos a todos los que le parecían malos y mataba a mucha gente inocente. Dicen que en la tele salía con cara de "bueno", pero que en la intimidad sus risas daban miedo.


Pero "yes we can" no se dio cuenta de que los señores a los que les estaba dando el dinero y las armas también eran muy malos, muy malos, muy malos, así que esos hombres malos, malos... malos, hartos de hacerle el juego a "Yes we can" y de que "yes we can" matase a mucha gente de su país, le dijeron que le iban a pagar con su propia moneda, por lo que fueron al país de "yes we can" y a los países de sus amigos y se pusieron también a matar gente, mucha gente, sin miramiento alguno.

Y entonces se lio parda, porque la gente de los países amigos de "yes we can" se enfadaron mucho y pedían venganza, igual que la gente de los otros países que estaban siendo bombardeadas sistemáticamente por "yes we can" y sus amigos. Y todos querían venganza porque los unos y los otros no hacían nada más que matar por matar. Dicen algunas malas lenguas que "yes we can" y sus amigos, incluso estaban vendiendo armas a los otros "malos". Nadie se lo creía, claro.

Y no se sabe si fue porque "Yes we can" y sus amigos eran unos incompetentes o porque de todo esto pensaban que iban a ganar mucho dinero, la cuestión es que durante muchos años el odio se instaló en las memorias de unos y de otros y se mataban y torturaban y se mataban y se torturaban... sin miramientos y sin descanso.

Y fueron muy pero que muy infelices.

Y colorín colorado...

6 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

Y ahora, que final le buscamos al cuento, vemos que unos quieren solucionarlo a base de mamporros a diestro y siniestro, otros hablando y hablando, la cosa está jodida, mientras tanto, el miedo aumenta y en eso a los dos bandos enfrentados les beneficia, para los terrorista es magnífico, nadie sabrá por donde le pueden venir las hostias, para los teóricos buenos, porque eliminan derechos y libertades a todos es igualmente es lo que quieren para que ellos hagan y deshagan a su entera disposición.

Son las consecuencias de un mundo mal planificado.

Saludos

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Y tan mal planificado...
Un abrazo.

Marcos dijo...

Pues les regalamos un cinturón de trilita a cada uno , y a jugar y disfrutar, pero en su desierto.

Juan L. Trujillo dijo...

Mal planificado, mal gobernado y donde cada uno trata de medrar al máximo, sin importarle en absoluto lo que le pasa al vecino.
Y mientras las religiones a lo suyo, ciscándose en sus propios ordenamientos y creencias.
Un abrazo.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Marcos:
En cuál de los desiertos. Porque los dos tienen.
Un abrazo.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Juan:
Vamos, que de culo y cuesta abajo, como se suele decir :-)
Un abrazo.

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