JAMÁS PERTENECERÍA A UN CLUB QUE…

La semana pasada utilizaba un viejo chiste de uno de los grandes humoristas españoles del siglo pasado para informaros de mi decisión de meterme en política. Hoy quiero hacer referencia a uno de los imprescindibles del humor mundial: Groucho Marx.  "Al fin de cuentas, todo es un chiste", que decía Chaplin.

Sí, porque con esa genial lucidez, dijo una de las frases más oídas y repetidas a lo largo de la historia reciente: “Jamás pertenecería a un club que tuviera a alguien como yo de socio”. Cita que en su interpretación más rebelde he compartido toda la vida… hasta hace unas semanas, cuando me metí en un “club” que sí que me admitía como “socio”. Sigo hablando de mi candidatura a las elecciones, claro.

Y es que cambiar el mundo se puede hacer de diversas maneras, pero desde luego si se quiere ser eficaz, hay que implicarse en algún “club” que te admita como socio, claro. También tengo que reconocer que a estas alturas de la vida, seguramente sea el único que me admitiría.

Pues sí, hay que hacerse fuertes juntos para poder trasladar a la sociedad el mensaje de que la política se puede hacer de otra manera, de que se puede hacer “con” la gente. Es tan importante eso de “con”, en un mercado donde el mensaje político se enfoca simplemente en ofrecer más de lo que ofrece el contrincante político: “Yo voy a hacer un polideportivo” “Pues yo dos”, contesta el otro, “pues yo tres”, dice un tercero. Y resulta que finalmente no hay polideportivos. "Prometer hasta meter y una vez metido olvidar lo prometido", que decía mi abuela.

Hemos acostumbrado a la gente a gobernar “para” ella, no “con” ella y, desde luego, no es la única razón del fracaso del sistema, pero si una de las más importantes.

Ikune, es una palabra que viene del esperanto. Su significado es “juntos” o “conjuntamente”. Ya sólo esta información dice mucho del espíritu que nos motiva. Y desde luego es una buena razón para pertenecer a un club que tengo el honor de que me admita como socio.