DICEN QUE SIEMPRE HA SIDO ASÍ

Oigo que  se va a promocionar el turismo sanitario en España y me pongo malo. No es la primera vez que se habla de ello y cuando una cosa se va repitiendo una y otra vez, resulta que termina haciéndose. Sobre todo cuando es para joder al personal. Otro señuelo para aparentar que nos van a salvar de la crisis: facilitemos el turismo sanitario!!!

Claro que para atender a los ricos de otros países, tendremos que dejar de atender a los de casa, porque con lo escuálida que nos han dejado la sanidad, no va a dar para todos. Ya ves, pequeños detalles sin importancia.

Pero esto no es lo peor, porque después de habernos dado por el mismísimo... una y otra vez, después de ver que están podridos hasta la médula, todavía somos capaces de darles nuestro voto de forma incondicional, una y otra vez.

Que la derecha más recalcitrante y casposa haya sacado un millón de votos en Andalucía me parece absolutamente increíble. Que se diga que haber perdido medio millón de votos es una derrota, me da risa, cuando tenía que haber sido al revés: tenían que haber perdido un millón de votos y aún así... me hubiese parecido una victoria por su parte.

Lo siento, pero cuando veo cosas de estas me exaspero.

Y es que seguimos siendo súbditos como hace 100, 200, 300... años. Increible, pero nos sigue gustando besarle los pies al señorito.

Reflexión de mi amigo Luis Potes

 Podríamos excusarnos diciendo que ningún gobierno de la democracia ha hecho nada porque se nos eduque para ser personas libres con capacidad para tener criterio y poder discernir con conocimiento de causa. Sí, se podría decir. Pero no sería toda la verdad, porque también es cierto que vivimos en tiempos en que la información está ahí, abierta para que la cojamos y la valoremos, pero... no lo hacemos. ¿Por qué? No lo sé, pero términos como "súbdito", "vasallo, "siervo" son palabras que están en nuestro ADN y nada ni nadie hace nada por borrarlas de ahí.

 Decían el otro día en la tele, que la gente del PP no va a votar, va a fichar. También decía mi abuela que sarna con gusto no pica.

Pero siendo ambas afirmaciones ciertas, sólo veo más motivos para luchar porque todo esto cambie de una vez.