Decían mis mayores en las crisis anteriores, aquello de que “esto
sólo se soluciona con una guerra”. Y tenían razón porque hasta la fecha es la
única manera que se ha conocido para salir de las crisis (del tipo que fueran).
Ahora la verdad es que mis mayores ya no están para opinar
mucho, pero si pudiesen, hoy tendrían más razón que nunca para opinar así. Es
más, yo diría que lo que estamos viviendo es lo más parecido que nos podemos
permitir en estos tiempos tan modernos.
Leo el otro día en la prensa que “Casi 60.000 catalanes mueren esperando acceder al cobro de la dependencia desde 2007”
Leo a la vez en otro medio: “Detectan casos de raquitismo en escolares del Suroeste de Santa Cruz de Tenerife”.
Y perdonadme, pero si todo lo que está pasando es más que trágico, esto de los niños me parece... al menos... sobrecogedor.
Así que, sin meterme a escudriñar mucho más en internet me
pregunto: ¿Cuánta gente ha muerto, está muriendo o va a morir en los próximos
años gracias a esta “guerra encubierta”?
La respuesta puede ser demoledora.
Coincidiendo con este momento tan poco alentador, oía en la radio una entrevista Ramón Muñoz Moya, autor del libro “España, destino tercer mundo”, del cual aquí tenéis una interesante reseña.
Dibujo para la ocasión de mi amigo Luis Potes: "Genio español desahuciado"
Coincidiendo con este momento tan poco alentador, oía en la radio una entrevista Ramón Muñoz Moya, autor del libro “España, destino tercer mundo”, del cual aquí tenéis una interesante reseña.
¡¡Uff!! ¡¡La que nos espera!!
Por si no tenéis intención de leer la reseña o el libro (lo cual entendería perfectamente), aquí va una perla:
Por si no tenéis intención de leer la reseña o el libro (lo cual entendería perfectamente), aquí va una perla:
“Y frente a lo que pueda
pensarse, vamos a sufrir ese empobrecimiento con resignación, porque,
paradójicamente, ese periodo de bienestar nos ha vacunado contra la revolución,
nos ha desarmado para oponer resistencia frente a los poderes establecidos.
Éste es un libro que pinta un futuro triste y no cree que haya escapatoria
alguna. Por eso, no se lo recomiendo a optimistas o a votantes de partidos
mayoritarios. Si acaso va dirigido a algún otro lector inquieto, harto de leer
las mentiras patrocinadas que le han estado contando los diarios durante tantos
años”.
Pero bueno, en cualquier caso nunca hay que perder la sonrisa y qué mejor que con la guerra... de Gila.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Después de pulsar PUBLICAR UN COMENTARIO, pulsa TAB hasta ver bien la palabra de verificación. Gracias.