EL SIGLO DE LAS EMOCIONES

Hace un par de semanas tuve la oportunidad de ver a Elsa Punset en Bilbao, impartiendo una conferencia titulada "El Foco en lo positivo: motivación y bienestar emocional en las empresas".

Pasados unos minutos del comienzo, nos hizo saber que la organización del acto había insistido en centrar la conferencia en términos “de empresa”, como así lo indicaba el título, y que su hilo argumental llegaría a enlazar con ella. No llegó a hacerlo. Luego se disculpó, claro. Pero pienso que no tendría que haber sido necesario ya que a estas alturas de la vida está bastante claro que la línea divisoria entre la vida personal y la profesional tiene una frontera tan liviana que cuesta encontrarla. Y si además hablamos de "emociones", ¿para que molestarse? Quedémonos con el mensaje, tratemos de aprovecharlo y olvidémonos del contexto!

Elsa tiene la gran ventaja de ser hija de quien es, pero además es una mujer brillante, muy brillante porque, entre otras cosas, consigue hacernos cercano lo que "parece" difícil de entender. Consigue que comprendamos que las personas no podemos poner fronteras entre una actividad y otra, estemos con la careta del trabajo, con la de tomar “potes” con los amigos o con la de educar a los hijos. Da igual. Las emociones no tienen horario ni carrera profesional.

Realmente es un placer leer a Elsa, oirla en directo o verla en el programa “El Hormiguero”. Lo que dice, cómo lo dice, fluye suavemente a través de la relatividad del tiempo, que en el caso de la conferencia se convierte en una hora y media… fugaz. Consigue que durante esos instantes conectemos con nuestras propias emociones, que para los tiempos que corren no está nada mal.

Pero además de invitaros hoy a descubrir vuestras emociones, con o sin la colaboración de Elsa, quiero dejaros una brevísima reflexión suya que pretendo hacer mía, porque destila optimismo (al igual que pretende hacerlo este blog, aunque a menudo no lo parezca): “en el siglo XX aprendimos a sobrevivir físicamente, en el XXI aprenderemos a gestionar nuestras emociones” (más o menos literal). Partía Elsa de la premisa de que a pesar de lo mal que está el mundo, si analizamos la historia de la humanidad, vemos que el ser humano ha ido dando pasos importantes hacia el respeto de sí mismo y el de los demás. Para llegar a esta esperanzadora conclusión: Siglo XXI, siglo de las emociones. Hay todo un mundo por descubrir cuando aprendamos a conocer y controlar nuestras emociones. ¡"Es fantástico"! (coletilla que suele utilizar su padre en el programa REDES de la "2").

Finalizo con una recomendación que hizo Elsa en uno de los programas de El Hormiguero: Comentaba que el cerebro tiende a que pensemos en las cosas negativas, como una especie de fórmula para que estemos alerta sobre el "peligro" que nos rodea. Afirmaba que el cerebro se puede educar para pensar en positivo y que una manera es acostarse todos los días tratando de recordar 10 cosas positivas que nos hayan sucedido durante el día. Nos anticipó que al principio nos iba a costar un poco, pero que al cabo de pocos días sería muy fácil identificarlas. De esta manera poco a poco el cerebro se iría acostumbrando a centrarse en lo positivo y no en lo negativo. Pues manos a la obra. Aunque me da la impresión de que los que pasáis por este blog no necesitais estos ejercicios.

Por cierto, ¿dónde estallan las "emociones" con toda su intensidad? Pues eso.