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El martes día 20 es el cumpleaños de mi madre.
¡Felicidades mamá! ¡Te Quiero!
Mi madre es de esas madres de las que “no hay más que una”. ¡Qué tontería, como si pudiese ser de otra manera!
Desde hace unos años mi madre tiene una demencia. Antes pensaba que sólo existía el Alzheimer ahora ya sé que hay diversos tipos, pero qué más da. La cuestión es que se está quedando “en blanco”. Día a día va perdiendo un poquito más la cabeza, todavía nos reconoce, eso sí, mezcla los recuerdos y así, a veces soy su hijo, a veces su hermano, a veces…
Pero no quiero hablar de las demencias, quiero hablar de mi MADRE, de las Madres de toda una generación que sólo han sabido trabajar para que sus hijos fuesen “algo en la vida”.
Mi Madre es como la madre de Mafalda, siempre pendiente de la casa y de sus hijos. ¡Menuda peleas todos los días en la mesa! No me gustaba la sopa, pero muchas otras cosas tampoco. Ahí la pelea de mi Madre era mayor que la de la Madre de Mafalda. Orden y limpieza por encima de todo. Cada cosa siempre en su sitio: “Mira Javi, si viene alguien hay que tener todo siempre bien”. Se pasaba el día trabajando. Hubo una época en la que estuvimos de emigrantes en la Alemania de los años 60. Trabajar y ahorrar era el lema, había que sacar tres hijos adelante. Herederos de una cultura rural de pura supervivencia, cualquier cosa que se conseguía era maravillosa, cualquier peseta que se ahorraba era mucho para poder volver a España y poder comprar una casa.
Mi Madre es de esas madres que al repartir la comida siempre se quedaban con las sobras. De esas que se especializaron en dejar perfectamente limpias las espinas del pescado, incluida la cabeza. De esas que sin tener ninguna preparación se dejaba el resto tratando de ayudarte a hacer los deberes. Alguna vez que conseguí sacarla de casa a comer fuera, sufría al ver la cuenta: “yo en casa lo hago mucho más barato, a dónde vas a ir a parar”.
Hacía unos postres maravillosos, de “chuparse los dedos”. Estoy seguro que podría competir con la mismísima Eva Arguiñano. Cuando éramos niños había una tarta que siempre se “despanzurraba”, es decir, que le salía aplastada por muy buena voluntad que le pusiese. Estéticamente no era muy allá, pero estaba riquísima. La llegamos a denominar “la especialidad de la casa”. ¡Menudo cachondeo!
Nunca salía, nunca viajaba: “Más adelante, hijo, cuando seáis mayores e independientes, entonces ya disfrutaré yo de la vida”. ¡Maldita sea! El único viaje que llegó a hacer fue a la emigración. Ha gastado toda su vida en sus hijos y cuando por fin podía dedicarse un poco más a sí misma, ya no le quedaban fuerzas ni ganas para ello. Igualito, igualito que el elefante de Josep Julián, en su entrada titulada “El elefante estacado”. Siempre atada a la estaca, sin siquiera mostrar intenciones de tensar la cuerda lo más mínimo, en busca en un poco de libertad. Ya se habían ocupado otros de hacerle creer que eso era misión imposible.
Lo justo ha llegado a disfrutar de (y con) los nietos en la primera década de la vida de éstos. Ahora ya casi ni les reconoce.
Mafalda es una de mis heroínas de toda la vida. Creo que merece estar presente en el cumpleaños de mi Madre. Mafalda desde la inocencia de la niñez nos saca las verguenzas, remueve nuestras conciencias, nos enternece, nos hace sonreir, nos recuerda la importancia de la palabra Respeto... es tremendamente humana, Intemporal. Gracias Quino. Sí, ahora estoy seguro: me alegro de que participe con nosotros de este Cumpleaños. Cumpleaños, que para mi hoy y ahora es un homenaje a mi Madre, a todas las Personas que se han dejado la vida “sólo” para que nosotros tengamos una vida mejor que la que ellas tuvieron.
Gracias mamá, por habernos dado tu vida!

Canto de trabajos (Pedro Guerra)Dan de mamar a
sus hijos,
limpian suelos de rodillas
y cosechan el maíz.
Guardan rebaños,
siembran, siembran.
Dan de mamar asus hijos.
Dan de mamar asus hijos,
lavan, zurcen ropa y ropa,
manos secas de agarrar.
Limpian pescado y frutas, frutas.
Dan de mamar a sus hijos.
Dan de mamar a sus hijos,
cortan, cargan leña, ordeñan
y preparan de comer.
Van al mercado solas, solas.
Dan de mamar asus hijos,
hacen surcos, sacos, cestas,
traen el agua y van a pie.
Cuidan el huerto,
enseñan, sueñan.
Dan de mamar a sus hijos.



22 comentarios:

Fernando López dijo...

Javier.

Fantástico testimonio y grandísimo homenaje el que has hecho a tu madre. Las madres son el mejor ejemplo de generosidad y sacrificio que puede hacer un ser humano. Siempre protegerán y cuidaran de los hijos, sin pedir nada a cambio.
Espero que tenga un magnífico cumpleaños, que con hijos como tu seguro que no será difícil.

Un fuerte abrazo y felicidades.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Gracias Fernando:
Va a ser duro pero pera ella va a ser un día más.
Gracias, un abrazo.

rousal dijo...

EMOCIONADA, así me he quedado cuando he leido tu articulo sobre nuestra madre. MUCHIIIIIIIIIIIIIIIIIIsimas gracias por haber plasmado tan bien los recuerdos que tenemos de ella.
Tenemos una gran suerte por haberla tenido como ejemplo.De hecho si somos tan majos será por algo jejeje
Tú igual no te acuerdas pero un año conseguí llevarla a Canarias una semana. Era la primera y última vez que se montó en avión. Núnca podré olvidar lo entusiasmada que se quedó cuando conoció Las cañadas del Teide. Dijo que alli se sentía una paz especial, le pareció maravilloso.
Un beso enorrrrrrrrrrrme y de nuevo: MILESKER

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Claro que ma acuerdo del viaje a Canarias. Seguramete por eso ahora le encanta ver aterrizar aviones. Sé que disfrutó muchísimo en ese viaje, como siempre disfrutaba con todo.
Y como dices, nuestro recuerdo debe centrarse en todo aquello que nos ha dado de forma absolutamente generosa y que gracias a ello somos TAN MAJOS (y más que seremos, coño).
Un besazo.

Josep Julián dijo...

Hola Javier:
Me ha gustado muchísimo este post dedicado a tu ama. Ya no sólo por el hecho de que esté pasando una enfermedad como la suya, que es duro de verdad, sino porque te hayas decidido a escribir sobre ella.
El otro día, en la contraportada del periódico La Vanguardia, hacían una entrevista al fundador de la metodología de las constelaciones familiares, por cierto, una disciplina experiencial de primera magnitud en la que me introdujo una buena amiga ya fallecida. Este señor, de 83 años de edad y con un plus vivencial de impresión decía que lo felices que somos en la vida está única y directamente relacionado por el recuerdo de nuestra madre, así que no me cabe duda de que eres un hombre muy feliz, además de agradecido.
Lo de la mención a mi artículo en un post de estas características pues no puede más que emocionarme.
Un abrazo y muchos besos a tu madre.

Katy dijo...

Querido Javier, como no tenía bastante con la entrada de mi blog, ahora que he venido a leerte termino el día moqueando. Que homenaje tan querido y sentido de un hijo. Que bien la describes. Reconozco a las madres de entonces que fuera de sus hijos no existía NADA. Las madres siempre son abnegadas pero hoy en ese sentido la vida en occidente es algo menos dura. Veo que también sabes de emigración cómo yo. Me sumo a las felicitaciones a mamá que disfrutéis de ella porque sé que aunque no os reconozca si entiende de ternura y de cariño y a juzgar por este bello post amor no le falta.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Josep Julián:
No había oido hablar de las "constelaciones familiares" pero lo que dice este señor me suena muy bien.
A ti especial agradecimiento por dedicarme estas "perlas" cada vez aque te pasas por aquí y en este caso también por tu comprensión.
Un fuerte abrazo.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Katy:
Yo también llevo moqueando todo el día. Primero porque estoy constipado y segundo porque toda la familia ha estado hablando de esta entrada. Finalmente he visto tu video y... nada, a seguir que ya que estamos en ello... por moquear un poco más no pasa nada.
Gracias y un fuerte abrazo.

Josito dijo...

Un gran homenaje a tu madre y, por extensión, a todas las madres.
Felicidades !!!

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Gracias Josito:
Necesitaba de alguna manera hacerlo. Tener un blog me ha ayudado mucho a exteriorizar lo que siento.
Gracias por tu comprensión.
Un abrazo.

Recomenzar dijo...

Buenisimo tu blog te voy a seguir me gustaron el sabor de tus comas con tus letras

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola "Recomenzar":
Encantado de saludarte y muy halagado con tu valoración tan positiva de lo que has leído. Veo que tu también tienes un magnífico blog desde hace mucho tiempo. ¡Eso sí que es un blog!
Yo tambíén te voy a seguir.
Muchas gracias y un abrazo.

Germán Gijón dijo...

Bufff!... No voy a calificar tu artículo. Ahora voy a coger el teléfono y llamar a mi madre. Tengo que proponerme llamarla todos los días. Con eso te digo todo lo que para mí supone lo que has escrito.
Enhorabuena y gracias, de verdad.
Un abrazo.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Germán:
No sé qué decirte.
Me alegro de que los "efectos secundarios" sean tan buenos.
Un abrazo.

María Hernández dijo...

Desde Tenerife, te mando un pensamiento de "Las Cañadas del Teide" como un mensaje de "paz especial" para tu madre.

Tu homenaje es para todas nuestras madres, esas mujeres de bandera que nos dieron la vida y su VIDA.

Un saludo, Javier.

María Hdez.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola María:
Gracias por pasarte por aquí.
Una de las ventajas de internet es que por mucha distancia que haya nos sentimos cerca de las personas.
Efectivamente, todas se lo merecen y tenemos que saber (¿recuperar) ser agradecidos.
Un beso.

Anónimo dijo...

No moqueo.. tras leerte directamente lloro. Mi padre se ha ido también, el alzheimer, sin reconocernos, pero después de repartir más besos que en toda su vida. Su generación no aprendió a besar ni a acariciar, solo a trabajar. Javier, dale a tu madre todas las caricias, cuidados, abrazos y besos de los que seas capaz... aunque no te reconozca.. Cuando ya no esté, sentirás que ese fue el tiempo mejor invertido. Y te calentarás con sus sonrisas. Un abrazo...

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Anónimo:
Me descubro ante tu comentario y tu experiencia.
Un abrazo.

Marisalbu dijo...

Hola Javi, realmente ha sido conmovedor leer tus palabras y compartir esos sentimientos que, es justo decirlo, la mayoría tenemos por nuestros padres. Para mi especialmente enternecedor por todos los momentos que he compartido con vosotros y porque de una manera u otra vamos pasando la vida "juntos" con todas las cosas que vienen y van. Dales muchos besos a tus padres y de forma especial a la tía porque, como poco, la debo las muchísimas cosas que me enseñó y los muchos ratos que paso conmigo dandome su cariño. Besos

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Marisa:
Ahora que me dedica a "escribir" hay cosas que resulta más sencillo decir y compartir... y reconocer.
Realmente le debemos mucho a esta generación que lo ha dado todo por sus hijos.
Un beso.

Bakar dijo...

Qué bonito Javi... y eso que cuando empece yo a escribir mi blog, tú me dijiste que esto no era lo tuyo... ¡¡¡pues vaya si llega a serlo!!!
Me gusta cuando te desnudas por dentro, que no todo en la vida tiene que ver con la innovación, con el emprendizaje, con la crisis y con las demás cosas que tocamos todos los días... lo importante es lo que llevamos dentro.
Un muxu muy grande para ti y otro también grande para tu amatxo.
(por cierto, ya he solucionado el problema de los comentarios en el blog... así que ¡ánimo!)

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Kaixo Bakar:
Veo que has estado hurgando en el blog, ya que esta entrada es del mes pasado. En cualquier caso muchas eskerrik asko por la visita (esto del bilingüismo es la leche) y por tu comentario, tan reconfortante como siempre.
Un megamusu.

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