MIENTEN COMO BELLACOS

Será que estoy muy sensible, pero la atmósfera política instalada en la continua mentira, me parece asfixiante. No hay una rueda de prensa de la derecha extrema y de la extrema derecha, en la que se diga una sola verdad. Viven por y para la mentira. “Una mentira repetida mil veces se transforma en una verdad” dijo alguien en el pasado. Y lo tienen como lema. Precisamente ayer hablaba acertadamente de este tema en su blog mi amigo Emilio Manuel.

Los que saben de "fake news" afirman que no se trata de que te creas las mentiras, las medias verdades o las verdades “alternativas”, que decía Trump (¡manda huevos!), que también, sino de crear tal nivel confusión y desconcierto que la gente renuncie a buscar la verdad. Y en ese momento estamos perdidos.

Sí, todos mienten, pero unos más que otros. Como en todo hay profesionales de la mentira y aficionados. Aquí, entre el PP y VOX, tienen copado el mercado. Yo ya no sé si se creen lo que dicen, en cuyo caso tienen un grave problema psicológico y/o psiquiátrico, o es su forma de entender la política... y la vida.

Dirigentes destacados que podrían hacer tambalearse el mundo, com Trump, Bolsonaro y alguno más, estoy convencido de que pertenecen al primer grupo. Con la calaña de oposición de este país tengo algunas dudas, pero pienso que la mayoría están en el segundo. He dicho la mayoría.

Como quitándole hierro, algunos dicen que al fin y al cabo noticias falsas siempre ha habido. Y es cierto, pero yo creo que al nivel y sofisticación, capacidad de difusión e influencia al que hemos llegado, jamás ha existido.

No descubro nada nuevo si digo que es el mayor peligro que tiene la pobre democracia (pobre, por escasa) que tenemos el privilegio de disfrutar. Todo el mundo lo sabe pero nadie hace nada. Y esto va de mal en peor.

Desde luego, si esto sigue así, de culo y cuesta abajo, los más agoreros van a tener razón y esto no va a acabar nada bien.

¿Solución? En todos los ámbitos de la vida, pero especialmente en la prensa y en la política, la mentira no puede ni puede ni debe salir gratis. Y no creo que sea imposible legislarlo. Hace falta voluntad.



6 comentarios:

Ricard•[noxeus] dijo...

Sí, todos mienten, pero unos más que otros
Es verdad; unos más que otros. Pero ahí radica el problema. Esa es la raíz: Que hemos pasado de ser implacables con cualquier falsedad, a pensar en jerarquías de falsedad. Poco mentira, bastante falso, es un poco verdad... y llegar incluso a pensar que nuestro líder (sea el que sea) lo es porque miente menos que el otro.
Comparto tu hartazgo y asfixia, hasta el punto de que ya me parece muy lejano aquel tiempo en que me jactaba de decir soy esto, soy lo otro... Aquel tiempo en que votar era una responsabilidad envuelta en ilusión.
Ahora ya ni sé lo que soy, ni lo que espero. Y la ilusión se ha convertido en ansiedad.

Noelia Cano dijo...

El problema es lo que comentas: ya no es libre ni la prensa. Cuando intento inculcar el pensamiento crítico en mis alumnos adolescentes les digo "lo que leéis en redes sociales NO son noticias veraces". Pero luego, pienso para mi amargamente, "¿acaso lo es lo que leo yo en prensa?"
Un abrazo.

Emilio Manuel dijo...

Ya ha calado el "todos son iguales", con todo esto ¿Qué podemos hacer?, están ganando los sinvergüenzas, no se si habrá una tercera guerra mundial, pero eso no se arregla por las buenas y negociando.

Saludos

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Ricard.
Si la ilusión se ha convertido en ansiedad, cosa que comparto, la democracia ha dejado de serlo. Pienso.
Un abrazo.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Noelia.
Es tan difícil conseguir que cale la idea de que todo es cuestionable. Yo, te puedo asegurar que no lo consigo en mi entorno. Y mira que soy pesado.
Besos.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Emilio Manuel.
Estamos en la conclusión de siempre: Esto no hay quien lo arregle.
Un abrazo.

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