LA TEORÍA DE LA CAJA DE KLEENEX

El otro día se produjo uno de los encuentros más importantes que nos podía deparar la actualidad: El Papa Francisco con el lider musulmán chii Ali al-Sistani. El primero de 84 años y el segundo de 90. Al lado de esto, lo de Madrid y Murcia me parecen auténticas gilipolleces.

No sé a vosotros, pero que dos... "abuelos" de estas edades tengan el poder y la influencia que tienen estos, con posiblemente más que indicios de demencia, nos debería preocupar. Por cierto, hasta los mismísimos de que llamen "abuelos" a la gente mayor que ha estado muriendo en las residencias como ratas, y sin embargo con estos dos carcamales, nadie se atreve.

Siguiendo con el tema de hoy, me imagino la conversación de estos dos tipos, que bien visto ya poco tienen que perder:

Papa: Ché, ya te vacunaste? 

Imán: Yo sí, claro, el primero de todos, para dar ejemplo... bueno, muchas vacunas no hay pero por lo menos dejé claro quién manda. ¿Y tú?

Papa: Faltaría más. Con todas las "ratas" que me rodean intentando colarme el virus como sea... Ya te puedes imaginar.

Imán: Por cierto, mis condolencias por la muerte de vuestro... "Dios". Hablo de Maradona, claro. Ja, ja, ja! 

Papa: Chistosillo el chaval, a ver si me meto con el tuyo y la liamos, ¿eh?

Imán: Por cierto Paco, te he visto cogear un poco ¿Qué tal estás del reúma?

Papa: Fatal. Y tú osteoporosis, ¿qué?

Imán: Horrible, no levanto cabeza.

Papa: Eso es que no rezas lo suficiente. Ja, ja, ja.

...

Y así, entre risas y complicidades les dio la hora de comer.

No sé si habría micrófonos ocultos que nos podrían confirmar que el nivel de la conversación fue similar a este, pero hay una prueba que nos indica que por ahí debieron ir los tiros: La caja de kleenex encima de la mesa.

Ciertamente ninguno parecía resfriado, luego tenía que ser que estaban, literalmente, llorando de risa. Y si no, ¿para que estaba ahí?