MACHO MAN

En la pesadilla que tuve la semana pasada, me confundió un poco ver a Abascal con el pecho al descubierto y rasurado. Ya a “tiro pasado” me imaginaba ese cuerpo hercúleo con mallas ajustadas y una camiseta de culturista sin mangas, reafirmando esa pétrea musculatura a base de mancuernas y máquina de triceps. 

Qué quieres que te diga, hasta me pereció un poco… gay. No lo pude evitar, la imaginación vuela y lo uno te lleva a lo otro, así que ahí lo vi subido en una carroza de esas del día del “Orgullo”, con ese cuerpazo untado de aceite y vestido con lencería de cuero imitando el uniforme de la policía, bailando "Macho Man", de Village People... Y esa barba medieval... ¡Uf! Sudores me daban.

Enseguida recuperé la conciencia y no, no podía ser. ¿En qué cabeza cabe que un gay pueda militar en un partido neofascista? ¿Y llegar a jefe, además? Imposible. Pero bueno, también es cierto que no me imaginaba a negros en ese partido y ya he visto alguno despistado por ahí. 

Y luego es que la realidad casi que te da la razón, o por lo menos te provoca con imágenes distorsionadas, como hace unos días en el Congreso, que no se lo ocurre otra cosa a Santi que defender a los homosexuales del “odio histórico de la izquierda”. Casi me quedo planchao. Y me dije: “Huy, huy huy… ¿A ver si va a ser que de verdad es un poco gay y está empezando a abrir camino para salir del armario? Bueno, sí, ya sé que un poco gay no se puede ser, así que sería gay-gay con todas las de la ley, claro. (¡Ahí va! Me ha salido un pareado).

Y bien pensado, al fin y al cabo en el P.P., partido hermano, ya han recorrido ese camino y no ha pasado nada. Y mira que le han salido gays por todas partes.

No, no me lo quito de la cabeza con esos cueros de poli malo.

¡Ufff!