DESAFECCIÓN

La derecha de este país es una fábrica de independentistas que trabaja a destajo. No hay día que pase sin que alguno de sus líderes no nos haga sonrojar con lo que dice, con lo que hace o con las dos cosas a la vez, lo que produce el efecto de querer distanciarte, de intentar evitar la oportunidad de que te identifiquen en esos especímenes.

Destaca sobre todos sus impresentables compañeros de viaje la Presidenta de la Comunidad de Madrid. Verla y oírla te deja tan boquiabierto que el hecho de que haya gente que le aplauda los discursos sólo se entiende desde la militancia más férrea. “¿Cómo habrá llegado esa chica hasta ahí?” Me suelo preguntar. De otros te lo imaginas, pero de esta mujer es muy difícil. ¿De verdad que no tenían nada mejor para presentar a un puesto de esa relevancia?

Su intervención en el Senado defendiendo los menús de “comida basura” en los colegios que incluía, cómo no, referencias a Venezuela, sobrepasa todos los límites de la decencia. Las aglomeraciones en el cierre del hospital de campaña en IFEMA junto con el Alcalde de la Capital, de “juzgado de guardia”. Verles a los dos posando en un puesto de bocadillos, inverosimil, denigrante. Ensucia aún más, si cabe, la imagen degradada del político español.

¡Vergonzoso!

Después de ver estos espectáculos, volver la vista hacia Euskadi y ver cómo se hace aquí la política te reconcilia bastante con el mundo. No cabe duda de que el cambio de estrategia de Bildu ayuda mucho, pero el hecho de que Ciudadanos y VOX no tengan representación y que la del P.P. sea testimonial ayuda aún más.

Las intervenciones políticas casi siempre son correctas con el oponente, no hay insultos ni faltas de respeto, se producen acuerdos de los más variopintos, en el mejor sentido de la palabra… Incluso se dice que se ha visto votar juntos al P.P. y a Bildu, y peor aún, brindar en algún acto público. ¡Anatema!

Signo de normalidad democrática que ya está tardando en llegar.

No, la política en Euskadi no es perfecta, pero como siempre tiendes a comparar las cosas con el entorno cercano y claro, visto lo que hay, tengo que decir, sacando pecho, que siento especial orgullo de vivir aquí.


NOTA DE ÚLTIMA HORA: No falla, tenía que ser ella. Unas pocas horas después de publicar este artículo: Ayuso, sobre un posible repunte tras la desescalada: "Todos los días hay atropellos y no por eso prohíbes los coches".