Ha costado, pero ya hace unas semanas que tengo diseñada la ruta, que como podéis ver en la foto, bordea toda la Península. Algunos tramos, los menos, van a tener que ser en autobús, pero bueno, el diseño de la red ferroviaria de este país no fue pensada para aventuras de este tipo. Lo importante es que más del 80% del viaje se puede hacer en tren y punto.
Partiendo de Santurtzi (Bizkaia) llegaré a Bilbao en tren de Cercanías y desde la estación de La Concordia cogeré el tren con destino a Santander. Efectivamente, el viaje comienza en dirección contraria a las agujas del reloj. 25 días y 23 etapas. En algunas ciudades estaré un poco más de tiempo, en otras sólo lo justo para coger el tren que me llevará al siguiente destino.
Siguiendo la ruta, llegaré hasta Ferrol, bajaré por Portugal, recalaré en Gibraltar (menos mal que todavía no se ha producido el temido Brexit), subiré por todo el Mediterráneo y desde Barcelona seguiré hacia Huesca, Pamplona, Donostia y finalmente… Bilbao.
Uno de los temas de debate en el entorno familiar y de amigos es el tema del “turismo”. Mucha gente visualiza un viaje así, con la idea de “ver” muchas ciudades, de parar en cada lugar el tiempo suficiente como para ver todo aquello que tiene de maravilloso. No confundamos objetivos: hacer turismo no es el principal objetivo de un viaje “iniciatico”. Para eso existen otro tipo de planes mucho más adecuados. Aquí el objetivo es el viaje en sí mismo y las circunstancias que le rodean. Ver monumentos, catedrales, murallas, castillos, museos… sólo forman parte de este viaje en cuanto que se van a interponer, irremediablemente, en ese paseo vespertino, sin rumbo fijo, por calles y barrios de la ciudad de turno.
Partiendo de Santurtzi (Bizkaia) llegaré a Bilbao en tren de Cercanías y desde la estación de La Concordia cogeré el tren con destino a Santander. Efectivamente, el viaje comienza en dirección contraria a las agujas del reloj. 25 días y 23 etapas. En algunas ciudades estaré un poco más de tiempo, en otras sólo lo justo para coger el tren que me llevará al siguiente destino.
Siguiendo la ruta, llegaré hasta Ferrol, bajaré por Portugal, recalaré en Gibraltar (menos mal que todavía no se ha producido el temido Brexit), subiré por todo el Mediterráneo y desde Barcelona seguiré hacia Huesca, Pamplona, Donostia y finalmente… Bilbao.
Uno de los temas de debate en el entorno familiar y de amigos es el tema del “turismo”. Mucha gente visualiza un viaje así, con la idea de “ver” muchas ciudades, de parar en cada lugar el tiempo suficiente como para ver todo aquello que tiene de maravilloso. No confundamos objetivos: hacer turismo no es el principal objetivo de un viaje “iniciatico”. Para eso existen otro tipo de planes mucho más adecuados. Aquí el objetivo es el viaje en sí mismo y las circunstancias que le rodean. Ver monumentos, catedrales, murallas, castillos, museos… sólo forman parte de este viaje en cuanto que se van a interponer, irremediablemente, en ese paseo vespertino, sin rumbo fijo, por calles y barrios de la ciudad de turno.