Que quede claro que cualquier parecido con lo que está pasando en Cataluña es mera coincidencia. De verdad de la buena.
Muy bien, pero aparte del alcantarillado, la sanidad, la enseñanza, el vino, el orden público, la irrigación, las carreteras y los baños públicos, ¿qué han hecho los romanos por nosotros?
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· El que quiera entrar
en el FPJ tiene que odiar de verdad a los romanos.
· Yo los odio.
· Ah sí, ¿cuánto?
· ¡Mucho!
· Bien, admitido.
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Yo digo que eres
el Mesías y de eso entiendo porque he seguido a varios.
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· Estamos dispuestos a
derramar nuestra sangre por la causa.
¡Yo no!
¡Yo no!
· ¡¿Eh?!
· ¡Qué yo no!
· Ah sí. Hay uno que no.
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· Una limosnita para un
ex-leproso
· ¿Ha dicho usted
EX-leproso?
· Sí, vino Jesús y me
curó, así, sin pedir permiso; y ¿ahora como me gano la vida?, antes tenía un
trabajo fijo.
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¡18 años sin hablar y
llegas tu y me pisas el callo!
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Y finalmente la inolvidable canción que nos invita a ver el lado positivo de la vida:
6 comentarios:
Gracias por recordarla. Siempre suelo tenerla a mano, porque a pesar del tiempo transcurrido, no pierde nunca actualidad. Como le suele pasar a las grandes obras de arte.
Un abrazo.
Hola Juan.
Muchos la tenemos a mano :-)
Un abrazo.
Siempre se pueden sacar perlas de esta peli para cualquier situación de la vida.
Los Monty Python gastaban un humor ácido con el que ponían en solfa muchos comportamientos ridículos del ser humano. Todos conocemos “La vida de Brian”, y los extractos que has recogido en el artículo representan a la perfección ese espíritu crítico que, como decía al principio, tan bien les representa.
Y si no llegas a avisar de que cualquier parecido con la situación catalana es mera coincidencia, pues ni se me hubiera ocurrido relacionar una cosa con otra.
Sí, ya sé, me pierde el sarcasmo.
La verdad es que la peli, tomada en su conjunto, y al igual que el resto de su filmografía, da una visión esperpéntica de la condición humana de la que hablábamos.
Pero las “perlas” que has seleccionado también dan, a su vez, el punto de vista del relator. Lo decía la semana pasada: todos, desde nuestra ideología y parcela de poder, razonamos, despotricamos, argumentamos, desbarramos, criticamos, desprestigiamos, recomendamos, soliviantamos, tratamos, hablamos, regañamos… relatamos lo que nos da la gana.
Un poco aquello de que los perdedores hacen la historia y los vencedores la escriben.
Uno de los pasajes que más me ha gustado es el siguiente: “Muy bien, pero aparte del alcantarillado, la sanidad, la enseñanza, el vino, el orden público, la irrigación, las carreteras y los baños públicos, ¿qué han hecho los romanos por nosotros?” Es decir, a parte de la civilización, ¿qué? Porque eso es lo que hacen los progresistas: traer el progreso, la civilización, el orden, a las gentes incivilizadas, pacatas, atrasadas. Bueno, un patriota judío, un verdadero miembro del Frente Popular de Judea, le habría podido contestar: ¿Qué más han aportado los romanos? Su presencia no bienvenida, no deseada, no solicitada. Me repito, como la semana pasada, injerencia.
Sí. Muy divertidos los textos seleccionados en que se pone en evidencia la estupidez de los judíos (nacionalistas, por supuesto). Los comentarios de los romanos (se les podría considerar imperialistas, ¿no?, al fin y al cabo, cuando estudiábamos se hablaba del Imperio Romano) no salen en esta versión reducida del film. Porque, me imagino, no voy a revisar la película ahora, los amigos Jones, Palin, Cleese, Gilliam y compañía criticaban todo y a todos. Puede ser que porque lo estúpido, lo malvado que son los otros se da por supuesto, pero el caso es que se suelen marchar de rositas. No sé si en la peli, pero en tu artículo de esta semana (y de la pasada), sí lo hacen al menos.
En resumen, las frases entresacadas que nos has recordado me han hecho adquirir otra visión del grupo cómico. Tendré que volver a ver sus producciones desde esta otra perspectiva.
Todavía el martes pasado, en una gala en directo para celebrar el aniversario de un programa de Radio Euskadi, cantábamos y bailábamos al son del último tema del film, vídeo que nos has adjuntado y cuyo estribillo se puede leer en la camiseta de la imagen que acompaña tu artículo y que, espero, deseo con todas mis fuerzas, pues cada vez se me caen más mitos, no tenga que parafrasearlo así: “Always look on the British* side of life”.
*Donde dice British puede ponerse cualquier otro imperialista.
Hola Tracy:
Sí, siempre.
Hola Juanan.
Dices que la semana pasada y esta los del gobierno “se han ido de rositas” en mis artículos. Y bueno, visto desde ese punto del vista, hoy sí, pero la semana pasada no. Pero lo cierto es que no me siento obligado a repartir estopa a todos los contendientes. Doy por supuesto que los que me leen conocen mi absoluto rechazo a la política del Gobierno en todos sus ámbitos, así que en este caso concreto me siento en la obligación moral de darles a los que han enarbolado la bandera de la libertad y luego la han traicionado. Sí, tal y como están las cosas me duele mucho más cuando me traicionan los míos que cuando me la pega el gobierno. De este último, al fin y al cabo nunca vas a obtener nada bueno, de los primeros, sin embargo, esperas mucho, porque ves que inicialmente han sido capaces de hacer frente al poder establecido, ilusionando al personal, y eso les honra. Hasta que te das cuenta de que también han jugado sucio, de que nos han ocultado información, de que todo ha sido una absoluta improvisación, de que nos han engañado. Que dicho sea de paso, algunos de los que están en el Procés, igual lo están por tapar alguna “cosilla” del pasado... y estamos haciendo la vista gorda.
Y no sólo eso, porque el mal que han hecho va mucho más allá de engañar (desde mi punto de vista) a los suyos, sino que han vuelto a traicionar, una vez más, a los que mantenemos la esperanza de que alguien puede cambiar algo en esta mierda de sistema. No soy independentista, pero confiaba sinceramente en que el Procés fuese adelante como símbolo de un cambio que todos deseamos. Todo ha sido un bluff.
Leo esta mañana en El Correo: “Junts per Catalunya y Esquerra apuestan por el objetivo de alcanzar la independencia de manera negociada con el Estado de cara al 21-D”. Y me pregunto: ¿Para este viaje hacían falta estas alforjas?
Y termino: A veces no hacemos autocrítica porque pensamos que es dar la razón al contrario y que eso le hace más fuerte. La política en general vive muchos momentos de “huída hacia adelante” como este precisamente por no dar el “brazo a torcer”. Terrible error. Mi opinión es que dentro del independentismo catalán hace falta una autocrítica abierta y sincera por todo lo que ha pasado. Eso, desde mi punto de vista, no supone dar la razón al gobierno, simplemente significa reconciliarte con los tuyos dando una imagen de seriedad y de compromiso.
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