ACTITUD

“La vida no es la que uno vivió, sino la que recuerda y cómo la recuerda para contarla”.

Leía recientemente esta cita de Gabriel García Márquez y me gustó. Es la frase con la que comienza el primer tomo de sus memorias, Vivir para contarla. Promete mucho esta forma de ver y contar la vida.

Me dejó pensativo analizando su significado, revisando el pasado, cómo lo recordamos y sobre todo, cómo lo contamos.

Es cierto que, los que tenemos ya algunos años, ahora que hemos vivido y tenido muchas experiencias, empezamos a parecernos al abuelo "Cebolleta", contando batallitas más veces de las que realmente desearíamos. Incluso siempre encontramos un nuevo matiz que incorporar en la siguiente ocasión que las contamos. Hemos vivido muchas situaciones junto a amigos, familiares, de las que cada cual ha fraguado sus propios recuerdos, sus propias enseñanzas, no siempre coincidentes con los de los demás.Cuántas veces habremos dicho eso de que "estabamos juntos pero parece que vivimos dos historias diferentes".
Creo que efectivamente somos lo que hemos querido o podido aprender y nuestra vida realmente es la que recordamos o queremos recordar. Y qué importante es la "actitud" para vivir la vida de una manera o de otra, a la vez, y no menos importante, que la actitud para contarla.

8 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

Hay muchos refranes castellanos al respecto y con ello no quiero ningunear al gran García Márquez, un ejemplo "la vida es del color del cristal con que se mire".

Saludos

Juan L. Trujillo dijo...

Siempre he creído que es mas importante la actitud que la aptitud. Y lo que dices de los recuerdos y las experiencias, lo suscribo.
Un abrazo.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Emilio Manuel:
Por ahi van los tiros,pero entiendo que García Márquez va un paso más allá, dándole un profundo sentido filosófico a su cita.
Un abrazo.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Gracias Juan.
Estamos en sintonía :-)
Un abrazo.

Tracy dijo...

Por eso yo me afano en fabricar recuerdos para el día de mañana.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Tracy:
No es mala iniciativa, y si son buenos recuerdos, mejor :-)

Juanan dijo...

Cuánto me alegra el que me hayas hecho recordar el libro de memorias de Gabo. Lástima que se quedara en él y no pudiera completar la trilogía que en un principio tenía pensada.
Y si hace quince días nos sacaste el tema de Cataluña, la semana pasada, aparentemente, no pretendías hablar de ella, ya, en esta ocasión, el tema está del todo olvidado. Y sin embargo…
Y sin embargo el cuerpo me pide marcha, y como soy de espíritu débil, doy rienda suelta a mis pasiones y me dejo ir.
Cuando uno escribe sus memorias es muy libre (o no, pues la memoria elige por nosotros, sin contar con nosotros, la mayoría de las veces), es muy libre, decía, de recordar y contarnos lo que él quiera. Lógico. No hay nada que objetar. Es consustancial al ser humano.
Y sin embargo…
Y sin embargo, cuando escribimos las memorias de los demás hacemos lo mismo, y ahí ya sí que tengo algo que objetar. Es lógico también, no es nada raro y, seguramente, también nos será una característica intrínseca, propia de nuestro ser, algo que está en nuestra naturaleza.
Pero hay que romper los globos de colores (otro día, a la mínima ocasión, te cuento lo de los globos).
Yo mismo soy mucho de jugar con globos, así que agradezco de verás que de vez en cuando venga alguien con un alfiler y me los pinche. Dicho de otro modo: seamos críticos.
Sabes de mi afición por las historias (lamentablemente, más que por la Historia, aunque yo apenas lo lamente), por las narraciones de todo tipo, por los relatos y esos cuentos.
Pues bien, cuando contamos las cosas de los demás contamos aquello que los recuerdos nos traen a la memoria y, con mayor o menor intensidad, lo que nuestra voluntad escoge. Unos con grandes dosis de maldad, otros con total inocencia, pero elegimos, pues somos libres de hacerlo y lo hacemos. Y al elegir unas cosas, obviamente, dejamos otras, que si las hubiéramos elegido nos llevarían por un mundo paralelo (sí, creo en los mundos paralelos, y algún día también, lo prometo o lo amenazo, te hablaré de ellos).
Hablamos de relatos, pero tú, que eres un muy buen aficionado a la fotografía, estarás de acuerdo conmigo, podríamos estar hablando de retratos. Cuando con tu cámara captas una instantánea, nunca mejor dicho, atrapas ese instante, ese parte de la realidad. La mayoría de las veces sabes que al fondo hay algo más, pero queda desenfocado; sabes, asimismo, que a ambos lados de lo retratado hay mucho más, todo eso que queda fuera de foco; y sabes perfectamente lo que es el contracampo, aquello que está detrás de ti, aquello a lo que, en ese momento al menos, le das la espalda, el otro punto de vista.
Me dice WhatsApp que tengo que ir terminando.
Con Cataluña (a algunos, que otros echan pestes hagan lo que hagan o pretendan hacer) ha ocurrido lo mismo que con Podemos. Se ponen los focos de la sala de interrogatorios o las esperanzas de mejora en un proyecto y, como no salga todo lo bien que en un principio se prometía, como “pequen” de lo mismo que los otros, como se desvíen de lo inicialmente trazado, unos se frotan las manos con su fracaso y se lo restriegan por la cara; los otros, desilusionados, se alejan frustrados de ellos y les espetan sus reproches, pues pensaban que eran una cosa y les han salido otra, habían puesto sus ilusiones en ello y nada, o al menos no todo, habían proyectado sus ansias de cambio en algo nuevo y…
En su segunda acepción el DRAE dice de nostalgia que es una tristeza melancólica originada por el recuerdo de una dicha perdida. En la misma obra que encabeza tu artículo García Márquez dice: “La nostalgia, como siempre, había borrado los malos recuerdos y magnificado los buenos”. Algunos, en un alarde de sadomasoquismo, castigan a los que intentan hacer algo, y se fustigan a sí mismos por ilusionarse. Es decir, borran los buenos recuerdos y se regocijan en quedarse con los malos.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Juanan:
Y luego vas y me dices que no tienes tiempo para escribir. Supongo que más que tiempo es motivación porque, al menos hoy, sí que has dejado más de una y más de dos reflexiones para darles unas vueltas.
Me centro en lo de Cataluña, ya que vuelves a ello: Para mi el quid de la cuestión está cuando dices: "como no salga todo lo bien que en un principio se prometía, como “pequen” de lo mismo que los otros, como se desvíen de lo inicialmente trazado, unos se frotan las manos con su fracaso y se lo restriegan por la cara"
Yo no tengo nada que objetar si es que algo no sale bien, lo que objeto es que se engañe y se mienta para conseguir un objetivo, y los del proces, han hecho ambas cosas. Ya luego ni hablamos del cúmulo de contradicciones... en fin... Es que han hecho todo lo que se podía hacer para decepcionar al más creyente. O al menos eso pienso yo. ¿Y Podemos? Pues más de lo mismo. Al final, es cierto, se terminan comportando como aquello a lo que han venido a combatir. Por eso, al menos yo, la mayoría de las veces termino desencantado.
Lo que concluyo de todo esto, es que de una manera o de otra, la movilización ciudadana, se aniquila, la participación, la ilusión por una sociedad, al menos diferente, desaparece o la hacen desaparecer. No sé si los "malos" con sus medios o los "buenos" con sus errores, con sus "actitudes", pero al final seguimos igual o peor.




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