TODO LO QUE SE IGNORA, SE DESPRECIA

En esta nueva etapa de mi vida, tengo la suerte de hablar a menudo de política con muchas personas que piensan muy diferente y también con otras que declaran que no les interesa para nada la política y que se declaran "apolíticas".

Según el diccionarios "apolítica" es una "persona que carece de ideología política definida y no muestra ningún interés por los asuntos relacionados con la política". Suelo decir a esas personas que en realidad no existe ninguna persona que no tenga una ideología, un pensamiento político, por vago e indefinible que sea. ¿O acaso no tienen opinión sobre las cosas que se ven que suceden alrededor? Ésto, lógicamente provoca una interesante discusión, puesto que nadie que se define "apolitico" se reconoce poseedor o seguidor de una opinión, de una ideología.

A continuación pregunto: "¿Tu votas en las elecciones?" Generalmente me responden que sí, por lo que me lo ponen fácil: Eso es hacer política. Y aun respondiendo no, también me terminan de dar la razón, puesto que no votar también es una actitud política, sea por la razón que sea por la que no se vote. Y voy más lejos: ¿Acaso no levantamos la voz y a veces algo más, cuando el poder establecido sobrepasa los límites? ¿sobre todo si nos afecta directamente? Como recientemente en el barrio de El Gamonal, en Burgos, por poner un ejemplo. O en muchos de los otros pueblos donde gobiernan partidos independientes, que muchas veces surgen por el descontento popular ante los excesos del partido en el poder. Pongamos por ejemplo Torrelodones, por no hablar de Etxebarri, aquí en Euskadi, pueblos donde la desidia y el abandono de los gobernantes hicieron que el pueblo se uniera en candidaturas alternativas, con un éxito más que reseñable.

La actitud del que se declara "apolítico" está muy relacionada con la de mirar hacia otro lado mientras las cosas que suceden no le sucedan a el directamente. Inconscientemente se aplican aquel viejo dicho americano (¡cómo no!) que dice que "la política y la cocina es mejor no saber cómo se hacen".  Y me pregunto: ¿Será por eso que le echan tanto "ketchup" tanto a la política como a la comida?

"Todo lo que se ignora, se desprecia", decía Antonio Machado. 

Vivimos en una sociedad desinformada, desmovilizada, la gente es conformista, está resignada... "Es lo que hay, por mucho que hagas nada va a cambiar". ¿Quién no ha dicho u oído estas cosas? El escenario ideal para cualquier político de pacotilla: un pueblo apolítico y resignado. "La mayoría silenciosa", que dice Rajoy.

Decía el historiador británico Arnold Joseph Toynbee que "El mayor castigo para quienes no se interesan por la política es que serán gobernados por personas que sí se interesan."