PAPA FRANCISCO: SACANDO UN PIE DEL BÚNKER

Independientemente de mi profundo rechazo a las instituciones religiosas, a todas ellas, pero especialmente a la que me toca, que es la Iglesia Católica,  tengo que reconocer abiertamente mi admiración por el Papa Francisco, especialmente por su valentía, al enfrentarse a una de las jerarquías más arcaicas y más podridas que existen: Su propia Iglesia.

Recientemente se ha atrevido a hablar de las 15 enfermedades que "golpean" a la Curia, lo que es un más que loable intento de limpiar los podridos cimientos de una institución que se está quedando sin clientela.

Por curiosidad resumamos esas 15 enfermedades, en las que podréis profundizar en cualquier medio a través de Internet:

1- Sentirse inmortal o indispensable.
2- Excesivo trabajo.
3- Endurecimiento mental y espiritual.
4- Excesiva planificación.
5- La enfermedad de la mala colaboración.
6- Alzheimer espiritual.
7- La rivalidad y la vanagloria
8- La esquizofrenia existencial. 
9- Las habladurías y los cotilleos.
10- Divinizar a los jefes.
11- La indiferencia hacia los demás.
12-  La enfermedad de la "cara fúnebre". (Esta la destaco porque me resulta fundamental)
Francisco remarcó que el religioso "debe ser una persona amable, serena y entusiasta y alegre que transmite alegría". Qué bien hace una buena dosis de humorismo.
13- Acumular bienes materiales. (De esta ni me molesto en hablar puesto que la Iglesia está podrida de dinero)
14- Pertenecer a círculos cerrados.
15- La enfermedad de "mundanidad y el exhibicionismo".

En fin...

Reflexión de mi amigo Luis Potes

Todo esto lo dice el que ha sido elegido para liderar la Iglesia Católica.

Y yo me pregunto: A parte de unos pocos apasionados fieles y unos pocos más incondicionales de la misa semanal... ¿Qué le queda a la Iglesia? Le queda vivir y sufrir el declive. Un declive lento pero imparable que le volverá a convertir en una secta minoritaria, como lo fue no hace demasiado tiempo.

Eso sí, con mucha "pasta", que siempre se lleva mejor.