100 AÑOS CON CHARLOT

Hay cosas que pasan casi desapercibidas y no debería ser así. Si, es cierto, el bombardeo informativo es tal que no conseguimos distinguir el polvo de la paja, pero sigue habiendo polvo y paja, sin duda. En nosotros está el esfuerzo de distinguirlos.

Una de esas noticias que estos días han pasado sin pena ni gloria es el centenario de Charlot. Charlot, el entrañable personaje de Charles Chaplin, nació en febrero de 1914.  Era, es un vagabundo, defensor de los desprotegidos, valedor de doncellas, y un constante perseguido por la ley. Un perdedor, pero un ser feliz, sin duda.  Charlot era un personaje en una sociedad concreta con unas vivencias, que a pesar del paso del tiempo se mantienen muy actuales. Fue el primer personaje en el cine que le enseño al mundo que se puede creer en las virtudes del hombre, en el amor y la solidaridad.

Me identifico con Charlot. Somos miles... millones los Charlot que andamos por ahí, sin darnos cuenta de que podemos salvar a la chica de las garras del malvado, de que podemos burlar a ese policía que tiraniza al barrio, de que podemos... de que podemos... podemos cambiar el mundo a nada que nos lo propongamos. Sí es cierto, lo más probable es que no lo consigamos, que la chica al final se vaya con el chico guapo, que el poli nos sacuda de verdad y encima nos acuse de desobediencia a la autoridad... Sí, es cierto pero tal vez, por un sólo instante, se nos cruce por la mente un fugaz pensamiento que nos diga: "Sonríe, porque al final, todo es un chiste".

Pues adelante.

Sirvan estas líneas como un más que modesto homenaje a ese canto a la vida que ha protagonizado, que protagoniza este maravilloso personaje... y el resto de Charlots anónimos del mundo.